1971 ESTRENO "FANTASÍA ESPAÑOLA 1960"

ESTRENO DE LA "FANTASÍA ESPAÑOLA 1960"
del compositor villenense Luis Hernández Navarro
El 20 de mayo de 1971 se celebró en el Teatro ,Chapí un acontecimiento que nunca con mayor precisión podemos calificar de memorable. Se trataba de un concierto patrocinado por la Diputación Provincial de Alicante y el Ayuntamiento de Villena, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Madrid, bajo la dirección del maestro Spiteri, para conmemorar el 120 aniversario del Nacimiento de Ruperto Chapí. Si esta conmemoración era importante por sí sola, pues indica que Villena nunca olvida a uno de sus hijos más ilustres, en esta ocasión ven realzada por el estreno de una obra sinfónica escrita por otro compositor villenense: Luis Hernández Navarro.

Para dar una más exacta impresión de lo que el acto significó en los fastos artísticos de la Ciudad, nada mejor que reproducir el breve discurso que pronunció el Cronista de la Ciudad, don José María Soler García, antes del estreno de la obra. Estas fueron las palabras del señor Soler:

"No está todavía muy lejana la fecha en que, desde este mismo escenario, tuve ocasión de prologar, con breves palabras, como haré esta noche, el estreno de una zarzuela salida de la pluma de un compositor villenense, Antonio Ferriz. Fue aquélla una gozosa ocasión de comprobar cómo el enorme vacío que nos había dejado el inconmensurable Ruperto Chapí comenzaba a llenarse de nuevo, tras los intentos, tímidos como todo lo suyo, de aquel otro gran compositor villenense que se llamó Quintín Esquembre, con el que también estamos en deuda de gratitud. Pienso en estos momentos que un concierto de la Banda Municipal de Madrid, en la que durante tantos años ocupó con dignidad su puesto de violonchello y con la que estrenó tantas de sus composiciones, podría ser un digno homenaje al autor de "La Entrada".
Afortunadamente, la tradición de los compositores villenenses no está interrumpida, y a los nombres de Cotes, Chapí, Esquembre y Ferriz viene a unirse esta noche el de Luis Hernández, quien va a tener por fin ocasión de demostrar !os altos vuelos de su lírica y la solidez de su técnica, adquirida de la escuela valenciana a través de los maestros Sosa y Palau y de uno de los discípulos predilectos de este último, el querido maestro Carrascosa, Director de nuestra Banda Municipal, que es ya tan villenense como el propio Hernández, y a través también del Subdirector de la Banda, Navarro Oliva.

Bien seguro estoy que, después de escuchar la Fantasía que dentro de unos momentos va a interpretarse, muchos se preguntarán por qué el nombre de Luis Hernández no figura ya en las antologías y en los diccionarios de la música española, y yo creo poder adelantar la respuesta. No es otra la causa que la humildad y !a modestia de nuestro compositor. Luis Hernández, que tiene escritas varias obras como la que hoy se estrena, compuestas con cariño y arrumbadas con tristeza en los anaqueles de su biblioteca, ha sido incapaz, por simple modo de ser, de remover las obstáculos que se oponen a que la escuálida música provincial española se haga oír en el concierto nacional.
Ha tenido que ser otro alicantino de pro, el maestro Spiteri, que a mi modo de ver tampoco ocupa en el concierto nacional el lugar que le corresponde, quien se haya decidido a poner en atriles la "Fantasía" de Hernández y precisamente con los profesores de la Orquesta Sinfónica de Madrid, fundada por el inolvidable maestro Arbós que tan generoso se mostró siempre con los músicos españoles, lo cual no deja de ser otra feliz coincidencia.
Aplaudir a una orquesta después de ejecutar una obra como habéis hecho hasta ahora, es una cosa natural y casi obligada. Pero para el maestro Spiteri, que ha tenido la gentileza de programar la obra, y para los profesores de la Sinfónica, que se han tomado la molestia de ensayarla y de ofrecérnosla, yo os pediría ahora mismo el generoso reconocimiento de vuestros aplausos por anticipado (El público responde con una gran ovación a este requerimiento del señor Soler).
Por todos conceptos, es esta velada un acontecimiento feliz: porque, gracias al Ayuntamiento y a la Diputación, tenemos ocasión de escuchar un concierto sinfónico a una gran orquesta, cosa bastante insólita por esta latitudes; porque el concierto se celebra en homenaje al inmortal autor de "La Bruja". tanto da en recuerdo del día de su nacimiento, del que hace precisamente ahora ciento veinte años, como del de su muerte, ocurrida en marzo de 1909; y porque en este acontecimiento, vemos por fin el nombre de Luis Hernández arropado entre los ilustres de Turina, Albéniz y el propio Chapí, y arropado también por el cariño de todos sus conciudadanos que, en unión de los forasteros que nos hacen el honor de acompañarnos, van a tener ocasión de comprobar la auténtica valía de nuestro compositor.
Que el estreno de esta noche sea el paso decisivo en la carrera musical de Luis Hernández, la compensación a tantas fatigas y desvelos que ha tenido que sufrir es lo que todos deseamos. Como deseamos también que no nos desengañe él a nosotros, porque todavía esperamos mucho más de sus indudables dotes musicales.
La "Fantasía" de Luis Hernández va a comenzar. Creo que, tanto vosotros como yo, vamos a comenzar a escucharla con el corazón un poco encogido. Yo deseo de todas veras, y creo que éste es también el pensamiento de todos, que el más grande de los éxitos acompañe al querido amigo Luis en esta su primera salida, que no debe ser la última, por los campos de la música sinfónica española.

Para muchos, la "Fantasía" de Luis Hernández fue una verdadera revelación. Ya el maestro Spiteri había adelantado que era obra digna de estrenarse en cualquier sala de conciertos de España o del extranjero, y a fe que no desmereció de las que antes y después de ella se ejecutaron. El público, que llenaba a rebosar el teatro, escuchó la obra en un silencio estremecedor, y al final, puesto en pie, saludó con una atronadora ovación la presencia de Luis Hernández en el podio de la orquesta.
El programa, íntegramente español, estuvo compuesto, en su primera parte, por las "Danzas Fantásticas" de Turina y tres obras de Albéniz: "Triana", "El Corpus Christi en Sevilla" y "Navarra". La segunda parte, iniciado con la "Fantasía" de Hernández, estuvo integrada por obras de Chapí, con la "Fantasía Morisca" y los preludios de "La Patria Chica" y de "El tambor de Granaderos". Como regalo final, ejecutó la orquesta el obligado preludio de "La Revoltosa", que para el público villenense es tanto como el himno de la Ciudad.
Entre otras muchas autoridades provinciales y locales, el concierto se vio honrado con la presencia del excelentísimo señor Presidente de la Diputación Provincial, don Manuel Montón Meseguer, y de su distinguida esposa.
Extraído de la revista Villena de 1971