22 mar 2015

PREGÓN DE SEMANA SANTA VILLENA 2015

PREGÓN DE SEMANA SANTA 2015
Por Gaspar Ángel Tortosa Urrea
Sr. D. Ángel Bonavía, Párroco de la Iglesia Arcedianal de Santiago, Sr. D. Efrén Mira, Consiliario de la Semana Santa villenense, Sr. Alcalde, Sra. Concejala de Cultura y Fiestas y miembros del M.I. Ayuntamiento de Villena, Sra. Presidenta y componentes de la Junta Mayor de la Asociación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Villena, religiosos y religiosas, costaleros, cofrades, nazarenos, amigos y amigas, hermanos y hermanas que os encontráis aquí presentes, muy buenas noches.
Desde que Mª Carmen Francés, como presidenta de la Junta Mayor de la ASOCIACIÓN DE COFRADÍAS Y HERMANDADES DE LA SEMANA SANTA DE VILLENA me propuso ser el pregonero para este año 2015, mi primera reacción, después de tan inesperada propuesta, fue responder con un sí rotundo, un sí lleno de ilusión y un sí que pasado el tiempo me ha llenado de enorme responsabilidad.
Todo ocurrió precisamente hace casi un año, el sábado 29 de marzo, en el Santuario de Ntra. Sra. de las Virtudes, al finalizar el pregón 2014 realizado espléndidamente por D. Antonio López, Presidente de la Junta de la Virgen de Villena.
El punto de partida para redactar este pregón fue buscar el significado de dicha palabra. Según refleja el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, pregón es un Discurso público con que se anuncia e inicia la celebración de una festividad y se invita a participar en ella. Esta idea primordial me ha acompañado durante todo este tiempo de preparación.
MI INFANCIA Y LA SEMANA SANTA
¿Cuáles son los mis primeros recuerdos que guardo sobre la Semana Santa? Ante esta pregunta rápidamente encontré una respuesta que me llenó de extraordinaria emoción y de plena satisfacción, porque me hizo acordarme, con profunda nostalgia, de unos seres queridos, de unos seres amados por mí que ya nos dejaron.
Década de los 70, casicas de Hellín, Tejidos Urrea…, mis abuelos Paco Urrea y Juana Domene. Ir a la tienda de mis yayos era para mí algo muy grande, pues me daba la sensación que era el centro de la ciudad, quizás el centro del mundo. Allí ponían la feria de atracciones en aquellos tiempos y también algunos de los desfiles de nuestras Fiestas de Septiembre pasaban por allí. Pero había otros acontecimientos festivos que me emocionaban tremendamente: sin lugar a dudas las procesiones de Semana Santa del Jueves y Viernes Santo.
¡¡¡ Yaya, yaya, una bolsa…!!! -¿Qué te pasa Gaspar Ángel, te encuentras mal?- ¡¡¡no, yaya que ya vienen…!!! -¿quienes vienen?- pues… ¡¡¡los nazarenos!!! Así me preparaba junto con mis hermanos y mis primos para que cientos de caramelos quedaran alojados en dicha bolsa, para posterior deleite e irremediable empacho.
Pero había un momento mágico para mí, uno de los instantes que me resulta fácil de rememorar, pues ha quedado profundamente marcado en mi vida. Ese momento, lleno de pasión, era cuando llegaba hasta nosotros la Banda Municipal de Música de Villena, a la que pertenecía mí tío Pepe Urrea que en paz descanse.
En esos años mi deseo de estudiar música aún no había surgido, pero tengo muy claro que esa música procesional me llegaba al corazón y me dejaba unas sensaciones impresionantes; en definitiva, era como una llamada a ser músico…, como si se me pregonara e invitara a dar un paso en mi vida.
MI MÚSICA Y LA SEMANA SANTA (I) (“El Cristo del Calvario”)
En mi trayectoria musical la música religiosa, la música sacra o la música procesional ha estado presente de una u otra forma.
En 1999, compuse para la Semana Santa de la Ciudad de Orihuela, una pieza cuyo título es “El Cristo del Calvario” y que viene acompañando, desde entonces, a una de las imágenes que la Cofradía del Perdón procesiona todos los Martes Santo.
Me llena de enorme satisfacción que una de mis composiciones lleve el nombre inscrito de Cristo en su título. Sin lugar a dudas el mejor regalo, el mayor deseo para los cristianos es poder llevar el nombre de Cristo inscrito en nuestro corazón, en nuestra forma de ser, en nuestra manera de actuar y que Jesucristo, por tanto, se hiciera presente en nuestra propia vida, pues Él nos ama a cada uno de nosotros tal como somos y no dudó en morir en la Cruz para nuestra salvación, sufriendo una Pasión desgarradora e inhumana.
Cada hermano, cofrade, costalero, nazareno, que procesiona en nuestra Semana Santa, ya sea hombre o mujer, lleva impregnado el nombre de Cristo de alguna forma, en cualquier detalle, por pequeño e insignificante que sea o nos parezca, al igual que en cualquier acontecimiento, aunque en un principio pase totalmente desapercibido para nosotros.
Cuando un costalero está sufriendo un gran derroche físico y se está vaciando con una generosa entrega, ahí está Jesucristo. Cuando unos ojos se emocionan ante las diferentes imágenes y vivencias de nuestra Semana Santa, Cristo está allí presente. La Semana Santa nos alienta a seguir el camino que nuestro Señor nos ha preparado, nos ha marcado y nos ha dejado. No un camino final hacia el Calvario, hacia el sufrimiento, hacia el dolor o hacia la tristeza, sino un camino hacia la gloria, hacia la resurrección y hacia la vida eterna. (Música de “El Cristo del Calvario”)
MI RELACIÓN CON LA SEMANA SANTA (“Coro de la Paz”)
Gracias a Dios tengo la inmensa suerte de poder celebrar intensamente la Semana Santa en mi querida Parroquia de la Paz. Desde que en 2007 pasé a formar parte del Coro de la Paz como organista, esta afortunada decisión me ha hecho vivir la Semana Santa desde más adentro, preparando e interpretando cantos para el Triduo Pascual. Es enriquecedor convivir con este Coro, que está lleno de una generosa entrega y desbordado entusiasmo.
ACUÉRDATE DE JESUCRISTO – HACIA TI MORADA SANTA – CERCA DE TI SEÑOR – AL ATARDECER DE LA VIDA – A TI LEVANTO MIS OJOS - EL SEÑOR ES MI PASTOR - EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN – SUBE EL NAZARENO – OH CRUZ, TE ADORAMOS – OH SEÑOR, GUÁRDANOS – LLORA LA VIRGEN – OH ROSTRO ENSANGRENTADO – PERDONA A TU PUEBLO –
En cada canto, en cada estrofa, en cada nota, en cada palabra, en cada respiración, en cada acorde, nos acompaña el espíritu de la Semana Santa. Podemos sentir como todo fluye procesionando fervientemente hacia Cristo, EL CRISTO DE LA CAIDA – EL CRISTO DE LA COLUMNA – EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA LUZ – EL JESÚS RESCATADO – EL SANTÍSIMO CRISTO DE LAS PENAS – EL CRISTO DEL AMOR DEL DESPRENDIMIENTO – NUESTRO PADRE JESÚS – JESÚS DEL SANTO SEPULCRO -
Desde los que acompañáis a los pasos que procesionan por nuestras calles, hasta los villeneros que vivís cada uno de los profundos acontecimientos que aquí se realizan, todos juntos os estáis acercando, y consiguientemente abriéndoos paso hacia la imagen de Jesucristo.
Él percibe cada uno de vuestros espléndidos gestos como un canto de alabanza hacia Él. Cada gota de sudor, cada lágrima derramada, cada mirada perdida, cada pensamiento profundo, cada sentimiento interior, se torna en un bello canto que emociona al propio Cristo.
Ésta, mis queridos hermanos y hermanas, es nuestra señal que nos identifica como cristianos, es el signo de nuestra Fe, sin la cual no se podría entender el verdadero sentido de la Semana Santa, que no es otro que alabar y dar gracias al Señor por haber dado su vida por cada uno de nosotros. Y lo hizo por tenernos un amor desbordado, un amor que nos volverá a regalar más intensamente en estos próximos días.
San Juan Evangelista nos dice al respecto: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”. Lo más excepcional es ser conscientes que la Semana Santa nos ofrece una oportunidad inmejorable de dar un paso más en nuestras vidas y acercarnos cada vez más a Jesucristo, por ejemplo, acompañando a la Virgen María.
Parte de la letra de un Canto que entonamos en los oficios del Viernes Santo dice así: “Llora la Virgen, llora en la Cruz. Ha muerto Jesús y ha muerto en una cruz. Llora la Virgen, su manto es soledad, porque ha muerto la fuente de bondad. Ha muerte Jesús y ha muerto en una Cruz. Virgen Santa, yo quiero a tu lado, a tu lado estar y en tu regazo de amor poder soñar. Que tu Hijo en el Alba muy pronto va a despertar y en una aurora de Luz Resucitar”. (Música de “Llora la Virgen”)
MI MÚSICA Y LA SEMANA SANTA (II) (“El ángel de María”)
En 2007 tuve la grandiosa fortuna de poder estrenar una pieza que tiene para mí un significado muy especial, dedicada a mis padres: ANGEL y MARÍA. Haciendo un juego de palabras la titulé esta Marcha Procesional con el nombre de EL ÁNGEL DE MARÍA.
Un Ángel constantemente aconsejó, apoyó, alentó y consoló a María durante su vida. Ella dio un paso hacia adelante, y dijo sí, se fió totalmente de su palabra y engendró a nuestro Señor Jesucristo.
Cada una de las personas que colaboráis, participáis, disfrutáis y os emocionáis con la Semana Santa, en algún momento de vuestras vidas habéis dado un gran paso hacia adelante, habéis pronunciado un sí, como hizo nuestra Madre. Un sí apasionado que os mueve a integraros en las diferentes hermandades y cofradías, o en la Junta Mayor, como hermanos costaleros, nazarenos, cofrades y directivos. A su vez existe otro grupo de personas que mostráis vuestra desinteresada entrega como actores, locutores, poetas o escritores, engrandeciendo aún más nuestra Semana Santa. En definitiva sois un grupo de villeneros y villeneras que ofrecéis vuestro tiempo, esfuerzo y dedicación para ser testigos vivos de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Salvador.
Al igual que María tuvo al Mesías, en lo más profundo de su ser, nosotros también podemos descubrir a su Hijo en nuestro interior.
Para experimentarlo en nuestras vidas sólo hace falta dar ese paso decidido, ese sí generoso. En estos próximos días se nos brinda una gran ocasión, de entre otras muchas, para acercarnos más a Cristo, si dejamos que la Semana Santa entre profundamente en nuestro corazón, permitiendo que la Semana Santa nos maraville, nos cautive y nos revele una vez más que la vida, a pesar de la infinidad de vicisitudes nos tiene preparada una magnífica recompensa.
Y esta magnífica recompensa es poder experimentar que Nuestro Padre Jesús, Nuestro Padre Jesús del Amor, lleno de infinita magnificencia, es el verdadero camino al que tenemos que aspirar a recorrer en nuestras vidas, como máximo anhelo para todo cristiano, deseando estar junto a Él en el Cielo, cuando nuestras vidas aquí en la tierra lleguen al final, y así poder disfrutar de una vida eterna que resplandeciente y espléndidamente nos ofrece después de su bendita y divina Resurrección.
Ojalá que cada Semana Santa de nuestras vidas sea verdaderamente Santa, porque año tras año nos vuelve a mostrar no solo a un Cristo crucificado en la Cruz, sino se nos revela a un Cristo de la Luz, a un Cristo Resucitado, a un Cristo Vivo, a un Cristo del Amor, que se llena de inmensa Gloria, se emociona y se apasiona por todos los parabienes y alabanzas que le ofrecemos. (Música de “El Ángel de María”)
MI MÚSICA Y LA SEMANA SANTA (III) (“La Conversión de Villena”)
Villena me ha brindado la oportunidad de hacer música ex profeso para acontecimientos villenenses, de carácter sacro o religioso, como en “La Conversión de Villena” o “Las Comedias de Rodrigo Gabaldón”.
Se da un vínculo entre LA CONVERSIÓN DE VILLENA y la SEMANA SANTA DE VILLENA, pues comparten elementos coincidentes. Entender la Semana Santa, vivir la Semana Santa, amar la Semana Santa nos lleva a realizar un alto en el camino durante unos días, una obligada parada después de todo un año, para reflexionar sobre el verdadero sentido de nuestras vidas; una Semana que año tras año nos brinda una nueva oportunidad para realizar una auténtica Conversión en nuestras vidas. Nuestra disposición, en ciertos aspectos cotidianos, es distinta, pues en cierta medida cambiamos nuestros hábitos diarios en pro de unos inolvidables días, integrándonos plenamente en los oficios y procesiones.
La Semana Santa es algo más que una mera Semana Festiva. Tenemos que sentirnos privilegiados por poder participar en ella, pero también tenemos que ser conscientes de la importancia y repercusión que puede aportar a nuestras vidas. Cristo resucita cada Sábado de Gloria. Un Cristo que ha muerto pasa a ser un Cristo de vida. El hombre ultrajado, menospreciado, ofendido y despreciado se transforma en el Rey del Mundo.
Convertirse es querer dar un paso decidido, dar un paso decidido es convencernos que estamos ante el verdadero camino de nuestra salvación, camino que está encarnado en el propio Jesucristo. Cuando vivimos intensamente la Semana Santa ya estamos experimentando ese glorioso camino, un camino de amor, un camino de vida, un camino de paz, un camino de esperanza e ilusión, un camino santo.
(Música TEMA PRINCIPAL “La Conversión de Villena”)
En un momento de la Conversión de Villena el cristiano se acerca en estado de SÚPLICA a la Madre. Cuántas veces hemos suplicado o compartido alguna de nuestras experiencias personales con nuestra Madre Mª de las Virtudes, o María Santísima de la Esperanza, o Nuestra Señora de la Soledad, o María de los Dolores, o Mª Santísima de la Amargura, o Mª de las Angustias.0 Todas ellas es sólo una, con distintas advocaciones, pero con algo en común, que es Madre de Jesucristo.
No dejemos pasar el momento que nos brinda esta nueva Semana Santa de suplicar a María. Ella no es sólo la Madre del Salvador, sino es una Madre que se desgarra de dolor porque su Hijo está a punto de ser Crucificado; es una Madre que sufre y se alegra con nosotros, porque nos conoce y sabe de nuestras virtudes y de nuestros defectos, de nuestras esperanzas, de nuestras amarguras, de nuestras soledades, de nuestras angustias… Por eso vamos a Ella, por eso María está tan presente en nuestra Semana Santa, por eso nos emociona, por eso la aclamamos, por eso la necesitamos y por eso la llevamos muy dentro de nuestro ser. 
La Semana Santa saca a relucir infinidad de cualidades de nuestra Madre: la humildad, la sencillez, la Fe, la esperanza, la caridad, la obediencia, el respeto, la pobreza, la generosidad, la pureza, la disponibilidad, la entrega total, el abandono, la pequeñez interior, la fidelidad, la firmeza, la perseverancia, la paciencia y una vida en oración. Todas estas virtudes afloran más que nunca en nuestra Semana Santa, a través de todos vosotros y vosotras que derrocháis generosidad, pasión, entrega, perseverancia, disponibilidad…, en total sintonía con nuestra Madre.
Me emociono sólo de pensar cuando en la Conversión de Villena, el Moro y el Cristiano, en un signo de amistad, se funden en un colosal abrazo, pero también me emociono cuando un costalero, después de su dura entrega física y gran carga emocional se funde en un abrazo con su compañero, con su hermano, con un familiar, con un amigo y las lágrimas tienen una fácil presencia, ¿lágrimas de dolor, de alegría, de emoción, de satisfacción…?
Estoy seguro que cada uno de los que hacéis posible nuestra Semana Santa, de cada apasionada vivencia que experimentáis os guardáis una parte para vosotros, que no exteriorizáis, que no proclamáis, sino que la custodiáis muy adentro, en lo más profundo de vuestros corazones, de vuestras almas, de vuestro ser, pero que nuestra Madre María y el propio Jesucristo conocen perfectamente y se conmueven junto a vosotros, pues estáis en predisposición de oración interior, personal e íntima.
Son emociones que no tienen palabras concretas, son acontecimientos que os acompañan en vuestras vidas, son experiencias propias que os aporta la Semana Santa y os impulsan a continuar año tras año, porque creéis en la Semana Santa, apostáis por la Semana Santa y vivís la Semana Santa. (Música SUPLICA de “La Conversión de Villena”).
MI MÚSICA Y LA SEMANA SANTA (IV) (“Las Comedias de Rodrigo Gabaldón”)
Otra de mis composiciones de ámbito religioso es la música de LAS COMEDIAS DE RODRIGO GABALDÓN, una obra de Teatro cuyo argumento esencial es nuestra propia historia, situando la acción en el momento que la Virgen de las Virtudes hizo su aparición en la vida de Villena. Hay un vínculo musical une esta representación con la Semana Santa de Villena.
En el año 2012, al finalizar la Procesión de "EL ENCUENTRO" celebrada el Viernes Santo, día 6 de Abril, se estrenó “EL ENCUENTRO DE VILLENA”, gracias a la iniciativa de LA JUNTA MAYOR de vuestra ASOCIACIÓN DE COFRADÍAS Y HERMANDADES DE SEMANA SANTA DE VILLENA, un proyecto en el que nos implicamos varias personas para realizar texto, música y locución de las voces. Lógicamente mi aportación fue la parte musical.
En la parte final de este encuentro, en plena desesperación de la Virgen y prolongada agonía de Jesús, se escuchan las siguientes palabras de María: “Hijo yo no te abandono, nunca te abandonaré, al pie de la Cruz te sigo, contigo allí estaré.” respondiendo Jesús con una voz desgarradora e impactante: “Madre, la vida me has dado, por favor, ayúdame, sigue rezando, rezando, que yo resucitaré”. Acto seguido, con el fin de ayudar a reflexionar sobre lo acontecido, se inicia un tema musical que, por sus características, incorporé posteriormente en las Comedias de Rodrigo Gabaldón, donde se le asignó un título, en relación al texto que se utilizaba en ese preciso momento de la representación teatral. Pasó a denominarse PRODIGIO DEL CIELO I y PRODIGIO DEL CIELO II, según la versión y ubicación según la escena.
Resulta llamativo sentir como unas notas musicales se trasladan de un escenario a otro. Esta circunstancia parece que quizás no sea fruto de una mera casualidad, sino que el destino ha hecho, sin duda, acto de aparición.
“Prodigio del Cielo I”, que es a su vez tema final del “Encuentro”, en su primera versión musical acompaña a estas profundas y emotivas palabras:
“Ya con prodigios el Cielo, benignidades nos muestra;
pues desde la feliz suerte ninguno ha muerto; evidencia,
por donde el divino auxilio sagradamente se ostenta.”
En un momento de nuestra historia de Villena, la tremenda enfermedad de la peste es vencida gracias a la intercesión de la Virgen María, de la Virgen de las Virtudes. Como dice el texto “ninguno ha muerto”. Precisamente ese el más extraordinario mensaje que la Semana Santa nos deja. Jesucristo murió por todos nosotros, con una muerte de Cruz, y gracias a este derroche de Amor para y por todos nosotros, la muerte fue vencida, para que cuando dejemos este mundo nuestra vida perdure a lo largo de todos los tiempos. Éste, estimados hermanos y hermanos, es el gran Misterio que cada año la Semana Santa nos pone presente año tras año: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, que le da todo el sentido a la verdadera esencia de nuestra Fe cristiana y a la verdadera finalidad de nuestra Semana Santa.
La 2ª versión de “Prodigio del Cielo” acompaña a otro texto, donde, haciendo alusión a la Virgen, se indica:
“Pues a Jesús me mostraste, para que sus pasos siga,
repitiendo tus elogios, te digo: Salve Regina”
Es tremendamente emotivo que se hable de “sus pasos siga”, los pasos del Señor, los pasos de Jesucristo… Esto, trasladado a nuestra Semana Santa nos lleva, entre muchos ejemplos que se podrían citar, al Viernes de Dolores, con la procesión de la BUSCA DEL SEÑOR.
Esa BUSCA DEL SEÑOR está inmersa en nuestra condición de cristianos; nuestro fin es encontrar al Señor. He aquí un pequeño extracto de una bella reflexión anónima de un religioso que se plantea varias preguntas como ¿Dónde encontrar al Señor? ¿Por dónde ir para seguir sus pasos?
Lo encontrará quien se deje hacer por él; quien prepare en su corazón un lugar donde pueda habitar. Sólo quien le busca lo encontrará para seguir buscándole. Sólo quien se pregunta podrá encontrar el camino. Sólo lo poseerá aquel que se deje poseer por él. Sólo lo alcanzará quien sea alcanzado por su gracia. Sólo quien viva en crecimiento, en maduración será habitado por el Señor.
Mientras el Encuentro entre Jesucristo y la Virgen María, escenificado cada Viernes Santo es ante todo un Encuentro de Amor, no podemos obviar que también es un Encuentro de dolor, de lamento, de pena y de amargura. Nuestro verdadero Encuentro con Jesucristo está llamado a ser un Encuentro de Salvación, de desbordante alegría y de glorificación hacia Él.
Ojalá que esta Búsqueda de Jesucristo la mantengamos durante todos estos días, durante todo este año y durante toda nuestra vida. Ojalá encontremos al Señor en el hermano, en el amigo, en el compañero, en la familia, en nosotros mismos o en cualquier acontecimiento personal, que por pequeño e irrelevante que nos parezca, quizás ahí esté Jesucristo, esperándonos con total Amor hacia nosotros. (Música de “PRODIGIO DEL CIELO”)
El símbolo más extraordinario de la Semana Santa y de nuestra Fe cristiana es la Cruz, la Cruz Gloriosa, la Cruz de Jesucristo, la Cruz del Amor, la Cruz de la Vida.
Alguna vez, en menor o mayor medida, nos ha dado la sensación de llevar una gran Cruz a cuestas, una Cruz que nos hace más de una vez, como le pasó a Jesús en la subida al Calvario, e intentamos hacer todo lo que está en nuestras manos para levantarnos, imitando a Cristo en la subida al Calvario.
Vivir la Semana Santa es hacer presente y revivir nuestra propia historia. Lo más grande de ella es descubrir que el Señor murió por cada uno de nosotros, dio su vida por nuestra salvación, con una de las pasiones más impactantes que jamás se han vivido, con una muerte en la Cruz que nunca trató de evitar y la sufrió por cada uno de nosotros como símbolo del inmenso Amor que nos tiene y por último, con su Resurrección, nos ofrece la inmensa oportunidad de seguir el camino hacia una vida a lo largo de la eternidad. La Pasión de la Semana Santa es la Pasión de nuestra vida. El triunfo de la Semana Santa es el triunfo de la vida sobre la muerte.
Exaltemos esta Semana Santa como si fuera la última de nuestras vidas, vivamos cada procesión, cada acto o cada momento de estos impresionantes días pensando y reflexionando sobre cada una de las imágenes que procesionan por nuestras calles. Prestemos la máxima atención sobre cada gesto, cada lágrima, cada emoción o cada detalle que pase delante de nosotros.
No puedo dejar de acordarme de mi amigo Miguel, que poco después de celebrar la Semana Santa del año pasado, dentro de su Parroquia de Sta. María, fallecía en un trágico accidente. Lo más grande, lo más hermoso y lo más impactante es saber que cuando estaba a punto de dejarnos, se encomendó en oración a Jesucristo, y de ello fueron testigos las personas que se encontraban con Miguel en aquellos dramáticos momentos. Inmerso en una Pasión agonizante sabía que su vida aquí, en la tierra, era tan sólo cuestión de un suspiro. Por eso no dudó que los últimos latidos de su corazón le marcaran el ritmo de sus últimas plegarias.
Jesús igualmente, momentos antes de expirar pronunció las siguientes palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Después de 2000 años la escena se volvió a repetir. Ya lo había anunciado Cristo con sus enseñanzas: “El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”.
Seguro que a Miguel le hubiera gustado escuchar el canto que proclama: “Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar; mas sólo tú Señor, la paz me puedes dar; Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar”.
(Música de “Cerca de Ti”)
Que la Semana Santa necesitaría más colaboración, sin dudarlo es totalmente cierto y que no tiene la relevancia de otras fiestas, sobre todo aquí en Villena, es más que evidente. La Semana Santa nos invita a vivirla interiormente, en silencio, haciendo un alto en el camino a la vida que estamos diariamente inmersos.
Poder vivir la Semana Santa es un enorme regalo que no debemos y no podemos desaprovechar. Nuestro ánimo y predisposición debe ser generoso en estos inolvidables días. Es impresionante el testimonio vivo que dais en cada una de las procesiones. El Señor sabe lo que pasa en cada uno de vuestros corazones, y cuando derrocháis entusiasmo, pasión, alegría, esfuerzo y dedicación… estáis en continua oración con Él, y Él no se emociona con vosotros desde arriba, desde el Cielo, sino a vuestro lado. La Busca es mutua, no sólo lo buscáis a Él, es el mismo Jesucristo que os Busca, os necesita, os quiere, os ama y quiere encontrarse con cada uno de vosotros.
Sí, mis queridos hermanos, cofrades, costaleros, nazarenos… es maravilloso saber que nuestro Señor os acompañará durante toda la Semana Santa y aunque no haya el público esperado y deseado, aunque las cosas no salgan como uno espera, aunque el mal tiempo desluzca algunos actos, aunque os entre el desaliento, aunque os entren dudas, sabed que Cristo está con vosotros y se impresiona y conmueve con vuestra impagable entrega.
El mensaje de la Semana Santa es muy sencillo y claro, tan solo hacen falta tres palabras para definirlo: “Jesucristo está vivo”.
Salgamos al “Encuentro” del Señor, Él cada año se hace presente por nuestras calles. Es Él el que nos llama a cada uno de nosotros a participar en la Semana Santa y cuando de una forma y otra sentimos su llamada no podemos decirle que no.
Cuando un religioso o religiosa, consagrado o consagrada, recibe la llamada del Señor es difícil que la rechace, pues Él los cautiva y no pueden decir no a tan inmenso amor. Igualmente cuando Jesucristo os pide que seáis sus testigos, su deseo triunfa plenamente en lo más profundo de vuestro ser. ¡No desaprovechéis la llamada que Él mismo Jesús, en persona os hace! Seguro que tendréis momentos de duda, de cansancio, de ganas de dejarlo, pero sabed que con vuestra perseverancia conseguís glorificarlo cada vez más.
Vuestra fuerza interior hace que seáis testigos para todos nosotros que, sin lugar a dudas, merece la pena seguir a Cristo, y se nota que estáis convencidos de ello porque desprendéis una luz que ilumina a toda Villena; vuestro derroche de amor y pasión desprende una intensa emoción que se desparrama e inunda los corazones de los que nos acercamos a vivir los acontecimientos de nuestra Semana Santa. 
Uno bello ejemplo de estas vivencias se da cuando todas las personas que estamos presentes en el Encuentro nos encontramos profundamente unidas, dirigiendo nuestras miradas, nuestras plegarias hacia las dos imágenes: la de la Virgen y la de Cristo.
En el Encuentro de 2012 ocurrió algo maravilloso. El tiempo estaba oscuro, excesivamente grisáceo, la amenaza de lluvia era más que evidente, la sensación era que quizás no pudiera realizarse hasta el final, pues el cielo hacía presagiar todo lo contrario. Pero sucedió algo inesperado y sorprendente, en un momento del Encuentro, “el cielo se abrió” literalmente dejando que el sol se asomara, con un rayo de luz que contrastaba totalmente con el ambiente de ese instante, en total unión con el texto que se estaba proclamando en esos imborrables momentos.
Sí, estimados amigos, es como si ante la muerte inminente de Jesucristo, llena de total oscuridad, se nos pregonara la certeza de la vida eterna, con un rayo de esperanza.
Cristo no es un Cristo que se queda en el Calvario, sino que es un Cristo que irradia Luz, es un Cristo que sale Victorioso, un Cristo cuyo amor no tiene límites… ¡¡¡Es el Cristo Resucitado!!! (Música principal de “Y despúes la vida”)
Para terminar sólo me queda dar las gracias a Mª Carmen y a su Junta Mayor de la Asociación de Semana Santa de Villena por haberme permitido ser el Pregonero 2015 en mi ciudad, en mi querida Villena. Lo que es grande y hermoso es que un grupo de villeneros y villeneras, de hermanos y hermanas, de cofrades, de directivos y directivas, de nazarenos y nazarenas, de costaleros y costaleras, de distintos colaboradores, unís vuestros esfuerzos, vuestras ilusiones para hacer viva la Semana Santa en nuestra Ciudad.
Seguro que Jesucristo y la Virgen María se llenan, año tras año, de alegría desbordada por cada uno de los que hacéis posible la Semana Santa en Villena, rememorando unos acontecimientos que marcaron a nuestra sociedad, a nuestras vidas, y que han calado en las generaciones pasadas, presentes y esperemos que en las del futuro, con la “esperanza” que vivamos con auténtica Fe y pasión estos acontecimientos religiosos y que podamos participar tanto en los oficios del Triduo Pascual como en los actos procesionales.
Nos encontramos en Cuaresma, tiempo de reflexión en todos los aspectos de nuestra vida, un tiempo de intimidad personal, de firmes propósitos, quizás de dudas, pero un tiempo que se tornará triunfante porque a ese Cristo que llevamos a la Cruz, a una muerte de pasión, resucitará el Sábado de Gloria, en la noche de Pascua.
Os admiro profundamente a todos los que entregáis una parte de vuestras vidas a la Semana Santa de Villena, vuestro esfuerzo para mí no tiene precio.
Que la Semana Santa avance como una Marcha Procesional, con paso lento, con pasión, con sentimiento, con fervor, con silencio, transformándose finalmente en una Marcha Triunfante, en una Marcha Victoriosa, en una Marcha Gloriosa.
¡¡¡ Gracias a todos y a todas por vuestra presencia!!!
¡¡¡ Viva la Semana Santa de Villena!!!
¡¡¡ Viva la Dulcísima Madre María!!!
¡¡¡ Viva Cristo Resucitado!!! 

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