QUEDAN INAUGURADAS LAS FIESTAS DEL MEDIEVO
Juanjo Rodes pregona las Fiestas del Medievo, en un pregón muy completo recordando todos los detalles y personas que identifican a este singular barrio, el barrio de todos los villeneros sin olvidarnos de las personas diferentes pero iguales.
Antes entrada a caballo por la Puerta de Almansa de los Reyes Católicos Isabel y Fernando allá por 1488 cuando se confirmaron los privilegios a la ciudad de Villena, sellando el pacto con vino fondillón.
La comitiva se paseó por las calles del Rabal, el desfile continuó entre los puestos del mercado hasta llegar a la plaza de Biar para escuchar el pregón de Juanjo y sus amigos.
IMÁGENES Y PREGÓN DE JUANJO RODES
Queridos rabalenses y arrabaleras, paisanos y forasteras, damas y caballeros, plebeyos y ciudadanas, cortesanos y súbditas, paganos y cristianas, y, en resumen, propios y extrañas, seáis visigodos, judíos, moros, confesos, conversos, agnósticos o ateos,… ¡bienvenidos todos a las Fiestas del Medievo de este noble barrio del Rabal, las más reconocidas y hermosas de todos los reinos occidentales, desde Estambul a Lisboa, desde Estocolmo a Marraquech, de Reyes a Navidad, del solsticio de verano al solsticio de invierno.
Un año más se abren estas fiestas al disfrute del pueblo llano y sencillo, al que trabaja o busca trabajo, al que estudia o lo simula, al que comercia y paga impuestos. Un año más habrá aquí alegría y jolgorio, viandas y bebidas, amor y amistad, comercio y cultura, días activos y noches alegres. Un año más tendremos la oportunidad de divertirnos y disfrutar, de vivir y convivir, de pensar y actuar, de reír y desear hacerlo, de tener y compartir… Os lo auguro y os lo aseguro!!!
Lo primero que debo hacer es agradecer emocionadamente a la Asociación de Vecinos del Rabal que me haya elegido inmerecidamente para asumir el honor de dar este pregón en sus Fiestas del Medievo, el trabajo sin duda más complicado que me han encargado nunca como ingeniero.
Pero, no creo que esté aquí por mi labor profesional, ni por mis aficiones a complicarme la vida como aventurero, o por sacar tesoros y submarinos a la luz de la superficie, sino por el enorme grupo de Villeneros de Bien que represento, ese grupo de vecinos con el que nos cruzamos a diario que dedican una parte importante de su vida a ayudar a los demás, a ayudar a los que más lo necesitan.
Y por eso tranquilizo desde ya al amable auditorio: seré muy breve en mi intervención, porque mi mensaje es claro, corto y sencillo. De parte de todos esos héroes anónimos villeneros, que ahora nos sienten o nos escuchan desde los más insospechados rincones de este necesitado planeta, os quiero transmitir parte de su espíritu y os invito a dedicar vuestras posibilidades y vuestro tiempo a ayudar a los que más lo necesitan.
Para eso, queridos presentes, no es necesario marchar a África para llevar a cabo tal misión; no es necesario recorrer medio mundo para llegar a sitios abandonados de la mano del hombre. No, no es necesario nada de todo eso. Es posible que así se quede muy bien en la fotografía y hasta salgas en un reportaje. Pero lo importante, lo realmente importante no solo está en esos mundos lejanos; lo importante, lo necesario y lo deseable muchas veces está aquí mismo, a la vuelta de la esquina, en nuestra ciudad, en nuestro barrio, en tu misma calle, en este mismo Rabal.
Y me permito decir “nuestro barrio” porque mi familia proviene de él. En el Rabal tuvo su origen mi familia. Así que soy villenero y ciudadano que ama a su pueblo porque soy vecino y natural del Rabal, rabalero. Si, lo soy. Soy rabalero.
Además, es algo que puedo gritar con orgullo, pues seguro que fue en esos aledaños rabaleros del siglo XV, desprotegidos de las murallas a toda acción exterior, cuando ya se empezó a gestar ese espíritu solidario de esta ciudad de hoy, que tanto nos define y caracteriza, en especial hacia las personas con discapacidad.
No hay mejor ejemplo que lo que Villena ha sentido siempre por Apadis. En esos tiempos no existían esas siglas, pero estoy seguro que ya existía ese espíritu solidario.
Os garantizo que pasar un día con ellos no se puede comparar a cualquier pico que se logre encumbrar o con cualquier barco hundido que se pueda descubrir. Y, ¿por qué esa sensación es incomparable? La única razón es por puro egoísmo; lo digo y lo grito. No hay montaña, profundidad o sensación que pueda igualar ese disfrute de estar con las personas que más te aprecian y necesitan… Es así de claro. Os reto y os invito a probarlo, a vivirlo.
Yo no sólo he tenido la suerte de vivirlo, sino que además he venido escoltado por cuatro de esos escuderos que me protegerán de las hordas de los enemigos exteriores: Javi, Pedro, Ortuño y José Miguel (hablan ellos unas frases).
No quiero olvidarme en este pregón de esos villeneros expedicionarios y deportistas que represento y por los que también me han llamado para estar hoy aquí, villeneros que no dudo que ya gestaban sus logros en este barrio del Rabal. Seguro que teníamos un Vicente Juan que en una carrera avisaba a todas las aldeas de la comarca de una inminente invasión; a unos Manatíes que batiendo todos los records llevaban el nombre de la villa por todo el territorio del reino; y, cómo no, seguro que el cronómetro de tiempos lo marcaba el reloj de la Torre del Orejón, sincronizado por supuesto por esos sabios del grupo Salicornio. Y muchos más cuyos logros y raíces se deben a este barrio.
Antes de finalizar, me gustaría dedicar unas palabras a esos familiares, y en especial a las madres, de esos Villeneros de Bien. Las acciones de ellos son vuestras también. Sentiros orgullosas. Y no os preocupéis…..(Anécdota a mamá. Mi madre me dice siempre: - Nene, tú no te metas. El caso es que le digo que yo no me meto, que sólo hago la edición de los documentales en el ordenador, en casa. Y me dice: - Vale, mejor así. Pero, yo creo que no me es del todo sincera).
Os animo a todos a que paséis estos tres días de fiesta lo mejor posible, pero que, al mismo tiempo, no os olvidéis de los que no pueden hacerlo y dediquéis un poco de vuestro tiempo y de vuestras posibilidades a pensar en aquéllos de nuestros congéneres que más necesitan de vuestra atención.
Felicidades a todos por estas fiestas, que deseo paséis con alegría y salud. Que la Morenica, para los que sois creyentes, o que la Providencia, para los que no, provean los medios y las condiciones más favorables para que un año más todo salga a gusto de los organizadores, de los vecinos, de los comerciantes, del pueblo llano y hasta de las autoridades, que ningún mal hay que desear a nadie y sí todo el bien posible.
¡Un abrazo y a disfrutar!
Todos juntos: Felices fiestas del Medievo 2016!
RECEPCIÓN BODA CHINA
Y UNIVERSIDAD DE ALICANTE
NO TE PIERDAS NADA Y VEN AL RABAL
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