1965 PRIMERA GUÍA GENERAL DE VILLENA
AGRICULTURA - COMERCIO - INDUSTRIA
Promoción y desarrollo de los elementos orgánicos
de la producción agrario-mercantil
Promoción y desarrollo de los elementos orgánicos
de la producción agrario-mercantil
AGRICULTURA
Es ésta una zona eminentemente agrícola y en su suelo se obtienen gran diversidad de productos, algunos de ellos clásicamente típicos de reconocida primacía en el ámbito internacional.
Reseñamos a continuación unas cifras aproximadas, que vienen expresando las distintas superficies dedicadas a cada uno de estos cultivos: Viñedo, 8.240 hectáreas; olivar, 2.265; ajos, 200; cebollas, 115; trigo, 600, y demás cereales, 400. El viñedo dedicado a la obtención de uva para vino arroja la considerable cantidad de 20 millones de cepas.
En la actualidad reviste gran importancia el cultivo de frutales, preferentemente el manzano con la variedad «roja Benejama», de tan buenas características, presentación y excelente conservación.
Es éste un cultivo considerado de gran porvenir en la comarca, y si bien hoy ya representa una gran fuente de riqueza, se irá incrementando progresivamente con la producción de las múltiples plantaciones establecidas.
Al campo de Villena, de enormes posibilidades, se le abre un amplio horizonte con el establecimiento de alternativas en las que se va dando entrada a otros cultivos más o menos nuevos en la zona, pruebas que a título de ensayo se están haciendo y se harán en distintos enclaves de la comarca y, a la vista de los resultados obtenidos, serán éstos los que determinen su utilización. Entre los muchos que pueden llenar esta finalidad conviene destacar por su gran importancia el grupo de los textiles y otros aprovechamientos, tales como el lino, cáñamo y kenaf.
Con esta variada gama de cultivos disminuyen los riesgos de pérdida total de una cosecha, por malos años, una fuerte plaga, etc., y con las continuas transformaciones de secano en regadío, unido esto al incremento que va tomando la mecanización, hacen augurar grandes posibilidades al agro villenense.
Es ésta una zona eminentemente agrícola y en su suelo se obtienen gran diversidad de productos, algunos de ellos clásicamente típicos de reconocida primacía en el ámbito internacional.
Reseñamos a continuación unas cifras aproximadas, que vienen expresando las distintas superficies dedicadas a cada uno de estos cultivos: Viñedo, 8.240 hectáreas; olivar, 2.265; ajos, 200; cebollas, 115; trigo, 600, y demás cereales, 400. El viñedo dedicado a la obtención de uva para vino arroja la considerable cantidad de 20 millones de cepas.
En la actualidad reviste gran importancia el cultivo de frutales, preferentemente el manzano con la variedad «roja Benejama», de tan buenas características, presentación y excelente conservación.
Es éste un cultivo considerado de gran porvenir en la comarca, y si bien hoy ya representa una gran fuente de riqueza, se irá incrementando progresivamente con la producción de las múltiples plantaciones establecidas.
Al campo de Villena, de enormes posibilidades, se le abre un amplio horizonte con el establecimiento de alternativas en las que se va dando entrada a otros cultivos más o menos nuevos en la zona, pruebas que a título de ensayo se están haciendo y se harán en distintos enclaves de la comarca y, a la vista de los resultados obtenidos, serán éstos los que determinen su utilización. Entre los muchos que pueden llenar esta finalidad conviene destacar por su gran importancia el grupo de los textiles y otros aprovechamientos, tales como el lino, cáñamo y kenaf.
Con esta variada gama de cultivos disminuyen los riesgos de pérdida total de una cosecha, por malos años, una fuerte plaga, etc., y con las continuas transformaciones de secano en regadío, unido esto al incremento que va tomando la mecanización, hacen augurar grandes posibilidades al agro villenense.
COMERCIO
Es indispensable que una ciudad con la industria tan desarrollada tenga un intenso comercio. Además, a medida que los pueblos crecen y se enriquecen, crean nuevas necesidades que son motivo de comercio. En Villena se comercia con todo lo que sirve para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos y para eso están el magnífico y estupendo mercado de Abastos y la pléyade de comercio y tiendas, cuyo número forma verdadera legión en el laberíntico mundillo de la oferta y la demanda.
Villena cuenta con establecimientos emplazados en las mejores arterias de la ciudad, la mayoría instalados y decorados con gusto artístico extraordinario, conjugándose perfectamente lo práctico con lo bonito. En ellos se efectúan transacciones de gran importancia, como consecuencia de los estupendos ingresos que por haberes y salarios perciben todas la clases sociales. Así, pues, no es atrevido asegurar que todos los ciudadanos villenenses gozan de unos beneficios extraordinarios que les alcanzan a manos llenas gracias a su privilegiada situación económica, producto de su trabajo, permitiéndose tener en sus hogares -algunos de su propiedad, conseguidos con el sacrificio del ahorro- las máximas comodidades que ha impuesto la vida moderna. Y ello es posible en virtud del poder adquisitivo sano y robusto que se disfruta, cuyas características permiten al comercio local desenvolverse de forma magnífica, alcanzando una pujanza extraordinaria, cualesquiera que sea la gama de artículos negociables, bien de primera necesidad, secundaria o hasta, si se quiere, superfluos.
La potencia comercial está bien definida, y día a día se progresa a pasos agigantados, produciéndose frecuentemente reformas y ampliaciones de instalaciones que quedaron anticuadas y pequeñas para cubrir las demandas cada día mayores de su pujante y ya voluminosa cifra de habitantes, unos nacidos en Villena y otros llegados de recónditos lugares y afincados en la ciudad, al calor de su trabajo y de la proverbial hospitalidad de la que siempre hizo alarde para con sus visitantes.
Es indispensable que una ciudad con la industria tan desarrollada tenga un intenso comercio. Además, a medida que los pueblos crecen y se enriquecen, crean nuevas necesidades que son motivo de comercio. En Villena se comercia con todo lo que sirve para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos y para eso están el magnífico y estupendo mercado de Abastos y la pléyade de comercio y tiendas, cuyo número forma verdadera legión en el laberíntico mundillo de la oferta y la demanda.
Villena cuenta con establecimientos emplazados en las mejores arterias de la ciudad, la mayoría instalados y decorados con gusto artístico extraordinario, conjugándose perfectamente lo práctico con lo bonito. En ellos se efectúan transacciones de gran importancia, como consecuencia de los estupendos ingresos que por haberes y salarios perciben todas la clases sociales. Así, pues, no es atrevido asegurar que todos los ciudadanos villenenses gozan de unos beneficios extraordinarios que les alcanzan a manos llenas gracias a su privilegiada situación económica, producto de su trabajo, permitiéndose tener en sus hogares -algunos de su propiedad, conseguidos con el sacrificio del ahorro- las máximas comodidades que ha impuesto la vida moderna. Y ello es posible en virtud del poder adquisitivo sano y robusto que se disfruta, cuyas características permiten al comercio local desenvolverse de forma magnífica, alcanzando una pujanza extraordinaria, cualesquiera que sea la gama de artículos negociables, bien de primera necesidad, secundaria o hasta, si se quiere, superfluos.
La potencia comercial está bien definida, y día a día se progresa a pasos agigantados, produciéndose frecuentemente reformas y ampliaciones de instalaciones que quedaron anticuadas y pequeñas para cubrir las demandas cada día mayores de su pujante y ya voluminosa cifra de habitantes, unos nacidos en Villena y otros llegados de recónditos lugares y afincados en la ciudad, al calor de su trabajo y de la proverbial hospitalidad de la que siempre hizo alarde para con sus visitantes.
INDUSTRIA
Villena posee una industria de calzado con matiz sobresaliente. El arte de producir el zapato de caballero, muy señor, constituye su orgullo. Asimismo, el de niños y niñas, mayores y menores, en infinita escala de variedades y estilos es otra gloria fabril de Villena. No se diga del tipo ortopédico para adultos y menores. Su fabricación es única en la nación. Se produce con dirección médica.
El mercado interior presta una atención muy justificada a los calzados de Villena. Y sus viajantes recorren el ámbito de la nación con muestras constantes de predilección a tan preciosos fabricados.
Tanto en los modelos como en su horma, presentación y terminado se consiguen primores de fabricación. La inspiración cautiva. Y el alarde de buen gusto convence a la primera impresión. Se emplean pieles concienzudamente curtidas. Finas al tacto. Y aún más, al roce del pie. A estas cualidades tan estudiadas en la fabricación del calzado de Villena se debe la solidez de su nombre industrial. Llevan el encierro del pie sin la menor molestia. El problema de los clavos queda elimi¬nado. Y como alardes fabriles se produce el zapato sin costura. Los varones y los niños de ambos sexos pueden presumir con motivo sobrado del goce del cómodo caminar, cuando se usa calzado de Villena. Es, pues, legítima su nombradía. Está hecha a conciencia de una experiencia muy madura en el arte.
La industria evoluciona hacia la mecanización. Pero para la expansión al exterior reclama una modernización a fondo. No cabe sostener la batalla con los mercados extranjeros sin igualdad de medios con aquéllos. La elevación de la productividad radica precisamente en ese factor. La introducción de maquinaria se hace forzosa. Y de ahí las posibilidades de protección industrial, luego traducida en divisas con los envíos. Actualmente se exporta a Alemania, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Australia, Puerto Rico y Estados Unidos. Villena, pues, despliega la bandera de la producción en aras del engrandecimiento nacional de su industria.
Cedido por... Luis Martínez
Villena posee una industria de calzado con matiz sobresaliente. El arte de producir el zapato de caballero, muy señor, constituye su orgullo. Asimismo, el de niños y niñas, mayores y menores, en infinita escala de variedades y estilos es otra gloria fabril de Villena. No se diga del tipo ortopédico para adultos y menores. Su fabricación es única en la nación. Se produce con dirección médica.
El mercado interior presta una atención muy justificada a los calzados de Villena. Y sus viajantes recorren el ámbito de la nación con muestras constantes de predilección a tan preciosos fabricados.
Tanto en los modelos como en su horma, presentación y terminado se consiguen primores de fabricación. La inspiración cautiva. Y el alarde de buen gusto convence a la primera impresión. Se emplean pieles concienzudamente curtidas. Finas al tacto. Y aún más, al roce del pie. A estas cualidades tan estudiadas en la fabricación del calzado de Villena se debe la solidez de su nombre industrial. Llevan el encierro del pie sin la menor molestia. El problema de los clavos queda elimi¬nado. Y como alardes fabriles se produce el zapato sin costura. Los varones y los niños de ambos sexos pueden presumir con motivo sobrado del goce del cómodo caminar, cuando se usa calzado de Villena. Es, pues, legítima su nombradía. Está hecha a conciencia de una experiencia muy madura en el arte.
La industria evoluciona hacia la mecanización. Pero para la expansión al exterior reclama una modernización a fondo. No cabe sostener la batalla con los mercados extranjeros sin igualdad de medios con aquéllos. La elevación de la productividad radica precisamente en ese factor. La introducción de maquinaria se hace forzosa. Y de ahí las posibilidades de protección industrial, luego traducida en divisas con los envíos. Actualmente se exporta a Alemania, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Australia, Puerto Rico y Estados Unidos. Villena, pues, despliega la bandera de la producción en aras del engrandecimiento nacional de su industria.
Cedido por... Luis Martínez
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