Durante mucho tiempo en la zona de la ermita de Santa Lucía, vivió un pastor de cabras, conocido como "el cojico de Santa Lucía", que durante todo el día se dedicaba al pastoreo, y al caer de la tarde, después del correspondiente ordeño, procedía a la venta de la leche de estos animales por las calles de la zona.
Su nombre de pila, aunque muchos lo ignoraran, era Francisco López Domene y supo crear con su profesión un negocio que posteriormente seguiría también por bastantes años su hijo.
Fotografía tomada en la cuesta que sube a Santa Lucía a la entrada de Villena por la Avenida de Alicante, frente al primer semáforo de Villena. 1952 sin confirmar.

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