7 sept 2022

1972 LA TAURINA VILLENENSE

LA TAURINA VILLENENSE por J. A. MILAN GUILLEN
La Plaza de Toros de villena, en la actualidad.
En una ciudad como Villena, que tan legítimamente puede mostrarse orgullosa de su majestuoso Castillo medieval, o de la austera belleza de su Arciprestal de Santiago, relevante muestra de la arquitectura religiosa del siglo XVI (y me limito a sólo esas citas), poco podía contar su relativamente modesta Plaza de Toros, que a decir verdad ni histórica ni arquitectónicamente ofrece particularidades de singular relieve. La traigo a colación, sin embargo, no sólo porque parece razonable suponer que para sí la quisieran otras poblaciones, incluso capitales de provincia, aun en estos tiempos de palpable decadencia de la otrora apellidada «Fiesta Nacional»; sino porque desde hace unos años dispongo de datos y documentos relativos a su construcción, todos tan dignos de crédito como expuestos a una pérdida que resultaría irreparable, y pienso que nada mejor que ordenarlos y verterlos en las páginas de esta Revista, fedataria año tras año de los acontecimientos villenenses más significativos, lo que la convierte sin más en un precioso instrumento de trabajo para los estudiosos que nos sucedan. La Historia, es cierto, la gestan sus protagonistas; pero la escriben otros, a menudo anónimos, sin cuya meritoria previsión y paciente esfuerzo, no siempre bien agradecido, poco o nada sabríamos hoy del pasado.
Me apresuro a consignar que el material me fue donado, poco antes de su fallecimiento, por el conocido y prestigioso industrial villenense don Diego García Navarro, gran aficionado, como el que suscribe, a la fiesta de toros, y a quien públicamente expreso aquí el testimonio de mi gratitud, extensivo a su hija, doña Virtudes García Román, que con posterioridad ha tenido la gentileza de prestarme una valiosa colaboración, confirmando, aclarando o completando determinados antecedentes.*
Facsímil de una acción de "LA TAURINA VILLENENSE, S.A." Es de resaltar su bella ejecución artística, obra de C. Ruano Llopis, famoso pintor y extraordinario cartelista taurino.
Según parece, la idea surgió de un grupo de aficionados, y con mucha fuerza, en los albores de la década de los 20. Se trataba de construir una Plaza de Toros, quedando claro que no habría de ser una edificación de circunstancias (el clásico corralillo con alguna grada, sólo apto para festejos menores) , sino una Plaza de Toros merecedora de tal nombre y, por supuesto, digna de Villena.
Madurado el proyecto, don Diego García Navarro, paladín del entusiasta movimiento pro Plaza de Toros, tras efectuar algunos tanteos, cálculos y gestiones previas, convocó una reunión a la que fueron invitados todos los interesados en la obra. La asamblea tuyo lugar el día 20 de agosto de 1922, en el salón principal del Círculo Agrícola Mercantil, y de lo que se trató y quedó en ella acordado se levanto acta que literalmente dice:
El documento, manuscrito por don Miguel Ybern Verdaguer, aparece firmado por don Diego García Navarro, don Joaquín Tomás Hernández, don Luis García Amorós, don Joaquín. Blanes Rico, don Pedro Martínez Sánchez, don Joaquín Galipienso Navarro, don Manuel Caturla García, don José M. Menor Menor y don Cristóbal García Ruescas.
El 7 de enero de 1923 se acuerda que el primer Consejo de Administración de la futura Sociedad Anónima lo constituyan los señores mencionados, distribuyéndose los cargos en la siguiente forma: Presidente, don Diego García Navarro; Vicepresidente, don José M. Menor Menor; Tesorero, don Manuel Caturla García; Secretario, don Pedro Martínez Sánchez; y Vocales, los cinco señores restantes. Se encarga la redacción de la correspondiente escritura al Notario de la localidad don Antonio Tovar Núñez.
El 15 de enero de 1923 se nombran Asesores Técnicos a don José María de Prados Lobregad y don Alberto Valero; y el 29 de enero del propio año 1923 se firma la escritura pública de constitución de la Sociedad, bajo la denominación de «LA TAURINA VILLENENSE, S.A.». Su objeto y fines, la construcción y posterior explotación de una Plaza de Toros en Villena; su capital DOSCIENTAS VEINTICINCO MIL PESETAS, divididas en cuatrocientas cincuenta acciones al portador, de QUINIENTAS PESETAS; cada una.

Cartel anunciador del festejo inaugural.
El 15 de febrero de 1923 se dispone la compra, al precio de una peseta el metro cuadrado, de los necesarios terrenos, efectuándose la adquisición de cuatro mil doscientas setenta y tres metros cuadrados a doña Josefa Hernández Hernández; cinco mil setecientos noventa y cuatro a don Luis García Amarás; y dos mil cuatrocientos veinticinco a don Antonio Tomás Hernández.
El 27 de abril de 1923 se abren los Pliegos de la subasta de las obras. Presentan pliegos don Antonio Hilán, don Alfonso Sanmiguel, don Antonio Bravo y don José Muñoz, de Villena; don Miguel Nebot, de Monóvar; y don Santos Vera Santos, de Elda. Se adjudica la construcción al señor Vera Santos por DOSCIENTAS TREINTA MIL PESETAS, obligándose dicho señor a terminarla en el plazo máximo de ocho meses, si bien se suprimen del proyecto inicial ciertas obras parciales (Casa del Conserje, matadero, muro del patio de caballos, divisiones de palcos, cielos rasos y puertas de palcos). También se admite la sustitución de la bella baranda de hierro proyectada, por otra lisa del mismo material. Va a dirigir la obra el autor del proyecto, Arquitecto de Albacete, don Julio Carrilero Prat.
Iniciados los trabajos el 1 de junio de 1923, tras los preparativos y acopios consiguientes, imponderables de distinto tipo impiden su terminación en el plazo contratado. Por ello, el Contratista señor Vera Santos solicita una ampliación de cuatro meses, que le es otorgada por la Sociedad el 26 de febrero de 1924, y se terminan definitivamente las obras el 20 de julio. Una certificación del señor Carrilero, fecha 17 de septiembre de 1924, dice lo que sigue:
«CERTIFICO. Que reconocidas las obras ejecutadas por el contratista don Santos Vera Santos, se encuentran de acuerdo con el proyecto y modificaciones introducidas por el que suscribe, reuniendo además el conjunto, a juicio del facultativo que certifica, las necesarias condiciones de solidez y resistencia. Reforzadas que han sido las obras de carpintería, puede considerarse la Plaza de Toros de la Ciudad de Villena, con las garantías suficientes para la seguridad del público, y por tanto deben declararse aptas para la celebración de corridas y demás espectáculos que son de uso corriente en esta clase de edificios».

Otro cartel, de novillada celebrada en 1926, en el que se anuncia la actuación como Rejoneador del caballista local D. Antonio Navarro.
La Plaza, dotada de todos los servicios indispensables, se inaugura el domingo 17 de agosto de 1924, con una corrida de 6 toros de la ganadería de don Esteban Hernández, de Madrid, actuando como matadores RICARDO ANLLO («NACIONAL I») , JOSE PARADAS y ANTONIO POSADAS.
Cossío, en su monumental obra dedicada a la fiesta, al referirse a la Plaza de Toros de Villena cita el año en que se inició su construcción, la fecha de su inauguración y el cartel inaugural; añadiendo que el ruedo tiene un diámetro de 51 metros, con cabida para diez mil espectadores. Creo de interés consignar que según Acta de Aforo fecha 14 de septiembre de 1935, suscrita por don Fulgencio Pérez Botella y don Juan Fuentes, aquél como delegado de la Alcaldía, y éste corno Conserje de la Plaza, el número real de localidades asciende a ocho mil cuatrocientas cuarenta y siete, de las que 4.308 son de sombra, y 4.139 de sol.
He aquí cómo la Revista taurina «EL PUYAZO» dio cuenta en sus páginas de la nueva Plaza:
«Villena, por su situación, carácter, riqueza y amor al progreso, es digna de todos los bienes. Villena tiene una fuente de ingresos más con su bonita plaza de toros. Se puso la primera piedra el día 1 de junio de 1923. Está magníficamente instalada en sitio de los más hermosos y espléndidos de la población, en la avenida de Diego García Navarro —a quien realmente se debe la obra—, de lo más bonito en el ensanche de la ciudad y enfrente de las vías férreas de Madrid, Zaragoza y Alicante, y Villena, Alcoy y Yecla. La obra es de mampostería, cemento, ladrillo y hierro, planeada y construida por el Arquitecto don Julio Carrilero y Prat, y el técnico don Alberto Valero Maestre. El contratista de las obras fue don Santos Vera Santos. Orgullosos pueden estar todos de lo hecho, sobre todo por la forma popular en que se ha llevado. Se constituyó gracias a los esfuerzos de don Diego García Navarro una Sociedad eco¬nómica con acciones de 500 pesetas, el 29 de enero de 1923; los accionistas suman 243».

Permitían la asistencia gratuita a los desencajonamientos. Años 20.
En trance de explotación la Plaza de Toros, la Sociedad pública anuncios de subasta para su arrendamiento. En el periódico «EL MERCANTIL VALENCIANO» del día 9 de julio de 1924, figura el siguiente, que bien merece los honores de la copia por su bella traza, «rara avis» en una comunicación de este tipo:
«SUBASTA.—Para proceder al arriendo por cinco años forzosos de la Plaza de Toros terminada recientemente en Villena (Alicante), se celebrará subasta pública por pujas a la llana, el día 10 de los corrientes, en el despacho del notario de aquella ciudad don Gonzalo Conejos D'Ocón, siendo el tipo mínimum anual de 14.000 ptas. y con arreglo al pliego de condiciones que obra en dicha notaría. LA TITULACION DE ESTE NUEVO COLISEO TAURINO ES INMEJORABLE POR LA IMPORTANCIA DE LA POBLACION DONDE RADICA, POR LAS NUMEROSAS VIAS DE COMUNICACION CON QUE CUENTA, POR SU PROXIMIDAD A ALICANTE Y POR ESTAR RODEADA DE MUCHOS PUEBLOS LEVANTINOS, FERTILES Y RICOS, CUYOS MORADORES, DE TEMPERAMENTO VEHEMENTE Y EXALTADO, CALIDO COMO SU CLIMA, SIEMPRE CONTEMPLARON CON ARDOROSO ENTUSIASMO EL BIZARRO ESPECTACULO DE NUESTRA HERMOSA FIESTA NACIONAL».
Se presentan cuatro pliegos: don José Molina, ofrece 12.500 ptas. anuales; don Rafael Selva, 11.000 ptas.; don Manuel Bravo, 14.000 ptas.; y don Alvaro Guixot Martínez, conocido empresario taurino, 15.100 ptas. Se adjudica el arrendamiento a este último, firmándose la escritura el 4 de agosto.
Hace meses que la Sociedad se resiente de una precaria situación económica, y empiezan a vivirse momentos muy difíciles, no siempre comprendidos por la mayoría. Ya el retraso sufrido en la terminación de la Plaza provocó tensiones desagradables, y prueba de ello es la siguiente nota impresa, del Consejo de Administración, que entre otras cosas dice lo siguiente:
«CONTESTANDO A LOS SOLAPADOS RUMORES Y COBARDES ANONIMOS SOBRE LA PLAZA DE TOROS.—No nos extrañan los rumores que vienen circulando por nuestra Ciudad, encaminados a dificultar la labor que tan desinteresadamente se encuentra desarrollando este Consejo de Administración, desde su constitución, ya que dimos principio a nuestra gestión con las cuentas siempre tan claras y tan públicas que han merecido en todo momento la aprobación general... Nunca deprimieron nuestro ánimo los sacrificios realizados y los rumores tendenciosos que los AMIGOS DEL FRACASO DE ESTA OBRA continuamente propalaron... La Plaza de Toros se terminará, a pesar de esta infame campaña, y quedará demostrado que nuestro pueblo es capaz de realizar cualquier obra por difícil y costosa que sea, cuando hay timbres de buena voluntad, activos y entusiastas, que al ponerse al frente de ella, lejos de todo fin bastardo y egoísta, laboran por colocar el nombre de Villena en el lugar que merece.

La verdad es que quedan acciones sin desembolsar, dando resultado negativo todo lo intentado por la Sociedad para conseguir el total desembolso de las suscritas; que urge liquidar con el Contratista señor Vera (con quien se acaba manteniendo un costoso pleito); que ha de rescindirse el contrato con la Empresa Guixot, única fuente de ingresos a la sazón, y que, en definitiva, la Sociedad no cuenta con los medios económicos más necesarios para hacer frente a los pagos más perentorios.
Se solicita al Banco Español de Crédito un préstamo de 40.000 ptas., cuya cancelación afianzan don Diego García, don Joaquín Tomás, don Pedro Martínez, don Luis García, don Manuel Caturla y don José M. Menor; y poco después se hipoteca la Plaza en favor del Banco Hipotecario de España por un crédito de 50.000 ptas.
Gestionado un nuevo arriendo, resulta fallido el primer intento, y en una segunda subasta sólo se presenta un licitador, don José García, que ofrece la insuficiente cantidad de 6.000 ptas. El 6 de marzo de 1927 se arrienda la Plaza, sin mejor postor, al empresario de Alcoy don Andrés López, contrato que la Sociedad se ve obligada a rescindir en el mismo año de su otorgamiento.
La situación es agobiante, y el 1 de diciembre de 1927 «LA TAURINA VILLENENSE» no encuentra otra solución que poner en venta la Plaza y disolver la Sociedad. Don Diego García Navarro, que en 8 de diciembre de 1926 había cesado como Presidente, siendo sustituido en el cargo por el Abogado don Cristóbal Pérez Gosálbez (2), recibe el encargo de promover la venta de la Plaza, y se nombran Liquidadores a don Florencio Guillén, don Manuel Caturla y don Joaquín Tomás. Según consta en actas de sesiones posteriores, «LA TAURINA» accede finalmente a vender la Plaza a don Miguel Ibern Ferrés (Gerente del Ferrocarril de Villena a Alcoy y Yecla, por el precio de CIENTO SETENTA Y CINCO MIL PESETAS (3).
Y aquí puede cerrarse, por ahora, este relato, concluso el positivo ciclo de actuación de «LA TAURINA VILLENENSE, S. A.», nombre que poco dirá sin duda a los jóvenes de hoy, pero gracias a la cual, y a sus esforzados socios y dirigentes, Villena dispone de una más que discreta Plaza de Toros, por cuyo ruedo han desfilado las más importantes figuras del toreo de los últimos cincuenta años.
(1) Se refiere al Ingeniero don Alberto Valero Maestre.
(2) Además de los señores ya mencionados, también formaron parte de sucesivos Consejos de Administración don Bernardo Esquembre Sevilla; don Bartolomé Hernández Catalán; don José García Hernández; don Juan Palao Guillén; don Mariano Hernández Richart; el últimamente citado don Cristóbal Pérez Gosálbez, y el también Abogado don Joaquín Sandoval Amorós.
(3) En notas a la vista, de puño y letra de don Diego García, aparecen las siguientes valoraciones, sin duda recabadas como cifras previas de orientación:
Sr. Bierma ...........… 307.579'03 pesetas
Sr. Aracil y C. N. … 172.325'52 pesetas
Sr. Aracil .............… 151.584'35 pesetas
Sr. Fajardo ...........… 132.550'99
Villena, Julio 1972
Extraído de la Revista Villena de 1972
*Igualmente mostramos públicamente en el año 2013 nuestro agradecimiento a J.A. Milán Guillén por contarnos estos detalles sobre la historia de la Plaza de Toros.

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