1967 EL SANTUARIO DE NUESTRA MORENICA, TAMBIÉN SE REMOZA

EL SANTUARIO DE NUESTRA MORENICA, TAMBIÉN SE REMOZA
Si en la Ciudad no queda prácticamente calle ni paseo por donde no haya pasado la piqueta, ya renovando calzadas y aceras, bien convirtiendo una vetusta casa en un nuevo y espigado edificio, y hasta los viejos árboles han tenido que ceder su puesto a otros congéneres, si no más nuevos y jóvenes sí más decorativos, también era obligado alcanzara esta renovación al Santo Lugar donde se venera a nuestra querida Patrona.

El magnífico camino de Los Alamicos, después de su asfaltado, terminaba a la altura del Molino, dejando los accesos a la plaza elevada del Santuario con un piso de tierra, que sometido a los arrastres de las aguas que por allí discurrían, procedentes de los montes próximos, convertían aquella zona en auténtica rambla intransitable.
Con sujeción a un proyecto para la reestructuración urbanística de Las Virtudes se decidió ampliar la Plaza. al pie del Santuario, duplicando su antigua extensión y trasladando le entrada al Parador fuera de su recinto para convertirla en un tranquilo Parterre, donde se conserva el clásico estanque de la Rana.
Para evitar los arrastres que se producían sobre la zona de acceso en los días de lluvia, se ha instalado una alcantarilla subterránea y se ha procedido al esfalto de toda la superficie que después de la reforma circunda los muros de la Plaza.

En el viejo edificio del Santuario se han asegurado las estructuras de la cubierta y se han restaurado con un sólido recubrimiento de hormigón los pasillos interiores que lo comunican con el Parador, sustituyendo las carcomidas puertas de madera por otras nuevas de carpintería metálica. Contando con la instalación de la nueva red de energía eléctrica que suministra fluido a todo el vecindario, se han renovado contadores y líneas adaptandolas al nuevo voltaje y se han situado estratégicamente grandes focos que iluminan la entrada principal y alrededores.
Existía otro viejo problema al que también pudimos dar solución gracias a la generosidad del Grupo Sindical de Colonización N.° 1.635 y n.°2 de Villena. Las Virtudes siempre disfrutaron de una excelente agua que manaba caballera de la popularísima Fuente del Chopo. Con el tiempo, el caudal fue disminuyendo y se tuvo que recurrir a su extracción artificial mediante perforaciones subterráneas que luego se contaminaron.
Aprovechando que el Grupo de Colonización con sus canalizadores había llegado hasta los aledaños del Santuario, fue conectada la red para el abastecimiento del agua potable a una de sus arterias, con lo que de nuevo y de forma definitiva se cuenta con una inagotable gotación de garantizada pureza.
Otra importante mejora ha consistido en la construcción de un nuevo lavadero público que nuestro Ayuntamiento ha donado utilizando los elementos aprovechables del que existía en la Ciudad.

La Junta de la Asociación de Nuestra Señora, cuya principal finalidad es la atención del culto de la Morenica y la Administración del Santuario, se ha propuesto como meta convertir en un lugar atractivo aquel trozo tan apreciado por todos los villenenses, ya que ello redundaría en un mayor contacto y devoción hacia su Patrona.
Ya fue cubierta la primera etapa al conseguir el arreglo de la Carretera. la actualización de los servicios de agua, electricidad, teléfono y la mejora de su urbanización.
Siguiendo este programa se está promoviendo la ubicación de zonas res¡denciales y veraniegas, para lo que ya se cuenta con una Empresa que está dedicada a edificar los primeros chalets.
En el logro de estos objetivos pone toda la Junta su mayor entusiasmo y dedica a ello los escasos fondos de que dispone, por el ingreso de las cuotas de sus Asociados y alguna subvención del Ayuntamiento.
Termina esta breve crónica, haciendo un llamamiento a todos los villenenses para que nos presten su colaboración, que podría ser muy valiosa si quienes ya pertenecen aumentarán su cuota o pidieran ingresar los que aún no lo son.
Nuestra Morenica sabrá corresponderos derramando más sus bendiciones para quienes tanto la veneran.
BERNARDO GARCIA-FORTE PEREZ
Extraído de la Revista Villena 1967