10 ene 2021

2021 HACIA UNA VILLENA SIN BARRERAS

Hacia una Villena sin Barreras
Hace unos meses que la ciudadanía de Villena está teniendo por primera vez acceso a ciertas informaciones, a través de los medios de comunicación, sobre el nuevo proyecto de Urbanización de la Calle Rosalía de Castro y la Supresión del Paso a nivel. Un proyecto decisivo para el desarrollo de nuestra ciudad y al que, según algunos políticos, la ciudadanía llega tarde para expresar opiniones, alegar modificaciones o, incluso, plantear una oposición total.  
Haciendo un diagnóstico urbanístico algo simplista de Villena podemos decir que nuestra ciudad está muy claramente acotada por la autovía y las vías del ferrocarril en sus extremos este y oeste, estas dos grandes infraestructuras actúan como barrera que encorsetando y delimitando el núcleo urbano de la ciudad. Entendemos que cualquier intervención para superar dichas barreras es positiva, ahora bien, las soluciones que nos permitan salvar dichos obstáculos deberán abordarse desde aspectos urbanísticos y conceptos del diseño de ciudad coherentes con una visión de ciudad contemporánea, que incorpore la sostenibilidad medioambiental y económica, que contemple una perspectiva de género y sobre la infancia integral, que entienda la movilidad activa (peatón y bicicleta) como algo a potenciar y que incorpore el paisaje como un aspecto funcional y no meramente estético. Aspectos que de ninguna manera se contemplan en el nuevo proyecto que se quiere llevar a cabo en nuestra ciudad.
Partiendo de un supuesto en el que este proyecto redactado por la Consellería y aprobado por el anterior equipo de gobierno no puede dar marcha atrás en su totalidad, un grupo de vecinos de Villena profesionales de la planificación urbana y ambiental (quienes suscriben este artículo) presentaron hace unas semanas al equipo de gobierno, y responsable de la ejecución del mismo, una serie de modificaciones puntuales que minimizaran el impacto social, paisajístico y medioambiental de estas nuevas infraestructuras en nuestra ciudad.
Los planos de la Consellería dejan ver claramente que el protagonista indiscutible del proyecto es el vehículo privado motorizado y que la movilidad peatonal y ciclista queda totalmente marginada, encajada y enclaustrada. Si nada cambia, la Calle Rosalía de Castro no pasará a ser el ansiado espacio donde niños, niñas y adolescentes lleguen andando de forma segura e independiente al colegio e instituto. El trazado del carril bici que se plantea se ubica en el lado sur de la calle, el extremo del vial más alejado de la trama urbana consolidada, quedando descontextualizado como medio de transporte habitual por su inconexión con el término municipal, sin ninguna protección física respecto al tráfico motorizado y orientado directamente al sur sin ningún tipo de sombra.

Como se ve en la imagen, en este fragmento del trazado, proponemos hacer un sencillo cambio; situar el carril bici al otro lado de la calle y hacerlo continuar por el final de Rosalía de Castro una vez sobrepasada la altura del Bulevar Compositor Maestro Carrascosa, es decir, siguiendo el antiguo trazado del Chicharra, que se propone recuperar como una Vía Verde. Creemos que, como se lleva cabo en los países del Norte de Europa, la planificación del trazado ciclista se debe abordar entendiendo la bicicleta como un medio de transporte cotidiano y unipersonal, más cercano al peatón que al vehículo motorizado y que debe facilitar desplazamientos tanto productivos (trabajo, estudios, etc.) como reproductivos (ir a comprar, visitar a nuestros mayores, llevar a hijos/as al colegio, etc.). El actual proyecto de consellería plantea un sinsentido rodeo que obligaría a ciclistas urbanos (no profesionales) a bajar y subir por el paso subterráneo para vehículos, a girar más de ¾ partes de una rotonda y de nuevo a bajar y subir por el paso subterráneo de peatones para volver a adentrarse en la ciudad. En cambio, el trazado ciclista alternativo que proponemos quedaría mucho mejor integrado en la ciudad, vinculado a equipamientos y comercio en planta baja y con un menor número de cruces entre ciclistas y vehículos motorizados.
Asimismo, si entendemos la nueva calle Rosalía de Castro como un Corredor Verde que conecta diferentes espacios abiertos, una fila de árboles de mayor porte en ambos lados de la calle, permitiría una circulación mucho más agradable y segura de bicicletas y peatones. Así mismo se reduciría el número de cruces y se dejaría la totalidad de la acera opuesta libre para el peatón, evitando así posibles incidentes durante la entrada y salida del alumnado del Ruperto Chapí y Navarro Santafé.
Otro aspecto altamente preocupante es la propuesta del paso inferior rodado que, como su  nombre indica, únicamente “salva” la barrera ferroviaria para la circulación de vehículos inferiores a 3.500 kg (obligando a vehículos de gran tonelaje a utilizar la autovía como circunvalación para conectar el tejido industrial, y por tanto, congestionando los accesos a la misma)  pero no aporta nada más a la ciudad, no genera ningún espacio para la ciudadanía, no se contempla la disposición de aceras peatonales y, por ende, dificulta aún más la conexión con el casco urbano de unos caminos rurales que conectan con la huerta y que son muy utilizados para pasear y hacer deporte.
Otro punto delicado del proyecto es la supresión del paso a nivel de los piratas. Si bien es cierto que la razón persé del proyecto es la supresión de dicho paso, nosotros pensamos que lo que hay que eliminar es la peligrosidad del mismo, pero no el paso como tal.
Entendemos de vital importancia este punto en la trama urbana porque es un paso -a nivel de ciudad- que comunica el casco urbano con el camino de San Juan y la huerta tradicional, espacio de trabajo y esparcimiento de muchos villeneros y villeneras; es un paso -a nivel de peatón- que conecta en línea recta con la Plaza de Santiago atravesando el eje comercial de la Calle Trinidad (promovido por este equipo de gobierno), es un paso -a nivel de viandante- que se abre junto al futuro museo de Villena y al Teatro Ruperto Chapí. Y por último, es un paso -a cota cero- que da acceso al centro de salud y emergencias sanitarias de una forma rápida y efectiva.
Creemos que la peligrosidad de dicho paso deriva del actual alto flujo de vehículos que lo cruzan pero que, según el nuevo proyecto, serían desviados hasta la nueva rotonda con Rosalía de Castro, por lo que la peligrosidad se reduciría considerablemente, entonces; ¿por qué tenemos que resignarnos a perder un paso que garantizaría una total visibilidad y accesibilidad a la ciudadanía y al visitante? Creemos que la solución para superar la barrera de las vías del ferrocarril pasa por generar más pasos seguros, no por perderlos o intercambiarlos por otros dudosamente mejores.
Nosotros abogamos porque se restrinja el paso a vehículos motorizados y se permita cruzar solamente a peatones, (con las medidas de seguridad y señalización adecuadas), a bicicletas, a vehículos de emergencia (ambulancias que puedan llegar más rápido) y vehículos especiales que den servicio al museo y al teatro y que por sus características y dimensiones bloquean o alteran el tráfico cotidiano de la ciudad (camiones con grandes piezas de exposición, decorados, escenarios, etc.).
Y por último, queremos hacer hincapié en el aspecto más hiriente y necesario de solventar, el paso inferior peatonal, donde al igual que en el paso de vehículos, la solución dada por consellería es ejecutar una obra que permita, en este caso a peatones, circular de un lado al otro de las vías, pero sin aportar nada más, no se lee de los planos una voluntad de que este paso sea parte de la ciudad, esté integrado en el paisaje urbano o invite a ser cruzado...
Como reflejamos en el panel #A01, el proyecto de consellería plantea un paso subterráneo de anchura muy reducida en comparación a una calle cualquiera, inevitablemente oscuro, con una concatenación de rampas estrechas, con giros que no permiten la visibilidad y mal orientado desde un punto de vista de la circulación natural de un peatón.  
Como se  puede ver en el panel #A02, la propuesta que planteamos supone desarrollar el paso subterráneo como un pasaje que arranca desde el Bulevar Maestro Carrascosa pasa por debajo de las vías del ferrocarril y llega al cruce con el camino San Juan. Contaría con dimensiones y carácter de calle, una pendiente muy suave que garantice la accesibilidad universal y una orientación que permita el flujo natural de peatones y evite la percepción de inseguridad derivada de quiebros sin visibilidad. Contaría además con la presencia de vegetación y un carril bici para una futura conexión hasta la Vía Verde, recuperando el antiguo trazado del Chicharra.
Todo lo reflejado en este artículo no expone más que unas discrepancias con un proyecto que se erige como “solución” inmediata a un problema puntual pero que no mira más allá, no amplía el área de actuación a la hora de analizar las causas y las consecuencias de la problemática que pretende resolver. Es un proyecto que no se apoya en una estrategia ni un plan de ciudad ni de territorio. Las modificaciones que anteriormente hemos expuesto, son resultado de un análisis sobre las problemáticas del desarrollo urbanístico de Villena en sus extremos Sur y Oeste desde una mirada más amplia de ciudad.
La propuesta de paso inferior peatonal que planteamos responde a una voluntad de enfatizar y dar continuidad a un parque lineal que comenzase en el paso a nivel de la Calle La Virgen y llegase hasta el Bulevar Maestro Carrascosa, recuperando el antiguo trazado del chicharra como vía verde ciclista, reinterpretando la antigua estación del chicharra como espacio exterior del museo, proponiendo espacios deportivos vinculados a la piscina cubierta, aparcamientos disuasorios para el centro comercial de área urbana, etc.
La ejecución de la Ronda generará bolsas de suelo que podrían ser de utilidad para ubicar futuros equipamientos municipales o supramunicipales vinculados peatonalmente a la ciudad y conectados con pueblos aledaños, lo que evitaría la entrada de estos coches a la trama urbana. Estos nuevos viales y las bolsas de suelo asociadas, deberán ser pensados desde un planeamiento que incorpore al peatón y nuevos criterios paisajísticos que permitan una adecuada transición entre la ciudad y el espacio natural y donde se respeten los valores naturales y culturales de la huerta. Todo ello, pensado desde la densidad, los usos o la estética de las nuevas edificaciones para que tenga en cuenta una mirada de Villena hacia la huerta y desde la huerta hacia Villena.
En definitiva, no pedimos grandes cambios, ni nuestra voluntad es la de hacer daño al equipo de gobierno, simplemente queremos hacer conocedora a la ciudadanía que el diseño del inminente proyecto condicionaría negativamente el futuro de Villena como una ciudad moderna, inclusiva y resiliente. Pedimos al equipo de gobierno que apriete un momento el freno y se dé un tiempo para escuchar a la ciudadanía, reflexionar sobre la planificación de la ciudad y aplicar las modificaciones posibles a este proyecto. No condenemos el desarrollo del municipio con una serie de actuaciones puntuales, poco reflexionadas y ejecutadas con prisa. Seamos estrategas y aprovechemos la oportunidad del desembolso económico que va a hacer la consellería para resolver problemas globales e históricos de la ciudad de una sola vez y con un solo proyecto. Miremos hacia el futuro y luchemos por una Villena sin barreras.
Pd: si alguien quiere más información puede solicitarla escribiéndonos al correo: villenasinbarreras@gmail.com

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