22 ago 2021

1977 CRUZ ROJA DE VILLENA

CRUZ ROJA de Villena
Al brindárseme un espacio en la Revista «Villena» y tener así la oportunidad de escribir acerca de la Cruz Roja local, pensaba, en un principio, referirme exclusivamente a ese Puesto de Socorro en Carretera del que TODOS debemos sentirnos orgullosos.
El señor Inspector General de la Cruz Roja, en su visita de inspección a nuestro Puesto de Socorro, ha dejado escrito, entre otras cosas, en el Libro de Visitas: «...me es grato felicitar a cuantos, con su entusiasmo, han hecho posible esta maravillosa realidad».

La Cruz Roja de Villena se siente orgullosa de esta felicitación y está obligada, y satisfecha a la vez, de compartirla con todos aquéllos que han sido protagonistas de esta obra; ya que, gracias a su perseverante esfuerzo, cuenta hoy Villena con la presencia y las instalaciones de esta noble y humanitaria Institución.
Hasta aquí la breve reseña de la construcción del Puesto de Socorro local. El resto de mi modesta intervención quiero emplearlo en la propagación de conceptos e ideas muchos de los cuales resonarán, a lo largo de este año de 1977, en la mayor parte del mundo.
El lema de la Cruz Roja para este año es «EL HOMBRE, ARTIFICE DE LA PAZ». Razón de ello es que vivimos en un mundo cuya manifiesta violencia y agresividad nos lleva a preguntarnos si nuestra Tierra, en la actualidad, es más cruel para nosotros que lo fue para nuestros antepasados.
La Cruz Roja, que está presente en todas las posibilidades de intervención encaminadas a aliviar el sufrimiento humano en todas sus formas sin discriminación alguna, siente la obligación de llamar la atención de la opinión pública sobre un evidente hecho que caracteriza al mundo de hoy: el drama permanente que representa la violencia, tanto colectiva como individual.
Es obligación de todos, cada uno en su circunstancia, crear un «clima» de espíritu de paz, que tienda a conseguirla, con carácter perdurable, no sólo entre los hombres, sino incluso entre los Gobiernos y los Estados.
¿Puede odiarse verdaderamente al hombre que se ha socorrido en un momento de la vida? La Cruz Roja representa, pues, el instrumento, el medio adecuado para conducir al hombre, utilizando sus propios esfuerzos, al camino de la paz.
Colaboremos con la Cruz Roja. A nuestro nivel, en la esfera local, con nuestro esfuerzo y sacrificio, con la seguridad de que ese común esfuerzo irá creando un sentimiento de amor y amistad, propiciando así el espíritu de ayuda y solidaridad de que tan necesitada está hoy nuestra Sociedad.
De todos es sabido que la Cruz Roja no distingue entre amigos y enemigos, ni establece diferencias basadas en religiones, ideas políticas y sociales, nacionalidades, etc. Consecuencia de ello es que trata a todos con idéntico amor, no interviniendo en cuestiones distintas de las que específicamente le competen. Agrupémonos bajo esa bandera de solidaridad y estaremos trabajando por la paz.
La Asamblea Local, que me honro en presidir, invita a todos los villenenses a unir sus esfuerzos con el fin de conseguir una sociedad más pacífica, donde sólo se luche contra la miseria, el hambre, las plagas sociales, la ignorancia, la injusticia, la segregación racial y todo aquello que suponga desprecio y menoscabo de la dignidad humana.
FRANCISCO PRATS ESQUEMBRE
PRESIDENTE-DELEGADO
Extraído de la Revista Villena de 1977

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