Mujeres de mi Pueblo. Por Fernando Bonastre
DEMASIADO conocido es de todos el importantísimo papel que la mujer ha de realizar en estas circunstancias, en las que para el engrandecimiento de España debe ser, tiene que ser el anhelo común, sin distinción de edad, clase y categoría.
No quiero cansaros haciéndoos historia sobre lo que ha sido la mujer en el horroroso período que ha durado esta contienda, desde que se inició el Glorioso Movimiento Nacional. Aquella mujer «miliciano» que iba en busca del hombre como factor psicológico, aquella otra, que al amparo de cualquier miembro de tal comité, saqueaba y robaba y, en fín, esa gama de mujeres que hemos padecido, que sin orientación fija pretendían hacer paria elaborando un jersey….
Yo quisiera daros, mujeres de Villena, un norte a seguir, para que sin distinción de clases, pero muy especialmente a la mujer Falangista, demuestre en todo momento el alto espíritu de que está poseída, integrándose absolutamente en cuerpo y alma al restablecimiento de la moral, esa moral tradicional española, que por desgracia, tan escarnecida y lacerada la tenemos. Debemos trabajar afanosamente allí donde lo requiera la exquisita naturaleza de la mujer, cualidad innata en ella y, en fin, Falange Femenina, abrid los brazos a las «mujeres de mi Pueblo» y estrecharon en un abrazo, olvidando rencores y rencillas. Nuestro reinado es de paz; nuestra era es de amor y sí en algún corazón germina el odio, desecharlo, si quiera fuera por aquellos mártires que escribieron con su sangre las páginas más trágicas de nuestra Historia. Acordaos del lema «Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad».
Que mediten y que inviten a la meditación a cuantos vacilen actualmente sobre su conducta, la cual ha de ser añadir cada día un poco más de amor a la patria en que abrimos los ojos a su luz y el corazón a su cariño y procurar hacernos dignos de esta dulce madre, que tendrá la bondad y belleza que nosotros sintamos por ella, haciendo obras de altruismo, hasta llegar al sacrificio por Franco y nuestra queridísima España.
Esto es lo que os aconsejo en estas líneas modestas, insignificantes, pero con la ilusión de que mi buena intención las haga grandes útiles y fructíferas.
Camaradas: ¡Arriba España! ¡Prez al Ausente!. ¡Viva Franco!
Amanece España con azul de Falange y oro de Victoria y en nuestro pueblo, el triunfal colorido de la camisa azul y la boina roja, sonríe en las calles con risa de primavera.
Muchachas, ritmo de disciplina y belleza; anhelo sublime de una España de nobles sentires.
'Desfilan hoy con su juventud adornando los pueblos de la 'Patria y las calles de los pueblos.
Educadas bajo el yugo y el haz de la gran Isabel, la figura y la virtud de aquella majestad y los ideales de la Falange, harán de ellas las mujeres que crearán mañana los hijos del Imperio de la Patria.
Villena, noble, leal y fidelísima ciudad de España, se embellece con el encanto emotivo de la dulce distinción de sus Organizaciones Juveniles Femeninas.
Extraído de la Revista Villena Azul de 1939. Fiestas.
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