SOBRE "LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE VILLENA"
Y no me refiero a Las Fiestas; con mayúscula y con artículo determinado, como les gusta llamarlas al personal, sino a una obra publicada a principios de este año por dos paisanos (y también dos festeros) José Fernando Domene y Antonio Sempere que lleva la frase entrecomillada de la cabecera por título.
Conocía el proyecto casi desde que empezó a gestarse hace unos tres años, pues me unen a los autores lazos de amistad, pero en principio pensaba que se trataba del típico darle vueltas a un tema que, querámoslo o no, está excesivamente manido; al fin y al cabo, corre cierta fama (no se si buena o mala) de que en Villena no se hace otra cosa más que hablar de fiestas y, me consta, esta opinión cuenta con numerosos partidarios en nuestro mismo pueblo. Fui cambiando de opinión lentamente al darme cuenta que lo que estaban realizando era una exhaustiva labor de búsqueda de archivo y una documentación seria acerca de la naturaleza exacta del tema de estudio: las fiestas de moros y cristianos en general, y las de Villena en particular.
No es que sea un experto en el tema que estaban abordando, que tiene un nombre, Antropología, pues su tema es la mayor manifestación cultural que tiene lugar en Villena a lo largo del año y la Antropología, nos dicen los especialistas, es la ciencia que estudia la cultura. Pero si conozco lo que es desarrollar un trabajo de investigación dentro del área de las ciencias sociales, yo mismo lo estoy haciendo y en mi entorno se mueven decenas de personas que hacen lo propio. Y se lo difícil que es darle rigor a un proyecto de este tipo sin contar con apoyos, bien institucionales, bien privados, aunque hay que reconocer que ha sido el apoyo del Instituto de Cultura Juan Gil Albert de la Diputación Provincial de Alicante, de un lado, y la Junta Central de Fiestas, de otro, lo que ha hecho posible la edición del trabajo; teniéndole que quitar horas a las actividades, que en suma, le dan de comer a uno. Y el caso es que han logrado una obra sólida y rigurosa, y quizá ahí esté su fallo, y con ello, su virtud y me explico.
No tengo idea de lo que pretendían hacer los autores cuando comenzaron a trabajar en su obra, lo que se es lo que han hecho. El libro mantiene todos los criterios de una investigación: está documentado, con un fuerte apoyo de materiales acerca del tema, plantea unas hipótesis y las demuestra mediante el uso de una metodología. Y aquí es donde puede que resida el fallo. Se trata de una obra de documentación para ser consultada cuando alguien trate de realizar un trabajo de naturaleza histórica o antropológica acerca de las fiestas de moros y cristianos. Si ellos (aunque creo que no) o el público buscan una referencia folklórica (en el mal sentido de la palabra) acerca de las cuitas que uno puede tener como individuo o miembro de una comparsa dentro de la fiesta no la hallarán. En este sentido no se trata de darle vueltas una vez más 'al tema de la fiesta de un modo superficial, sino que se trata de un intento de abordaje serio de un tema cultural de interés.
Pero no es sólo interés de tipo científico o profesional lo que despierta la lectura de la obra. Como toda tesis científica responde a unas presiones sociales del medio en que se desarrolla y aquí es donde radica el valor (en el sentido de importancia pero también en el de osadía) del trabajo que estamos comentando. Si la fiesta es, y ha sido, en Villena uno de los temas tabú, intocables, ellos hacen apuestas, comentarios acerca de la problemática de la fiesta, desvelan la naturaleza social, y por lo tanto, clasista, de la fiesta y entran en el origen histórico de un fenómeno que intenta verse sólo como expresión de amor a la tierra o de espiritualidad, que no niego también pueda serlo. Y en este sacar a la luz los motivos profundos sociales, históricos e incluso atreverse a avanzar explicaciones de tipo psicológico es donde hay que ver el valor social, humano, del libro. Adoptan claramente un enfoque progresista en el tratamiento del tema alejándose de los esquemas recurrentes y vacíos, puramente formales que se utilizan cuando se tratan temas de importancia social como es éste. Y aquellos que nos consideremos a nosotros mismos como progresistas, como humanistas, como personas de izquierda, hemos de reconocerlo y de agradecérselo, porque colocan a la fiesta en su justo lugar: algo que aunque importante adolece de las mismas grandezas y miserias que toda obra humana.
J. García-Martínez
Psicólogo. Profesor-tutor UNED.
Extraído de la Revista Villena de 1990
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