8 may 2023

1991 EL POLIGONO INDUSTRIAL «DON BOSCO»

EL POLIGONO INDUSTRIAL «DON BOSCO», una experiencia solidaria, de paz y progreso en El Salvador.  Por FRANCISCO MARIN
Este año se cumplen cinco años que se inició una experiencia que hace unir a dos pueblos, a dos culturas, en un marco de solidaridad y de cooperación, y en continua apertura, disponibilidad y superación.
En la primavera del 86 llegaban a Villena os primeros salvadoreños para seguir un proceso de aprendizaje técnico que les capacitase a su vuelta a El Salvador para emprender un proyecto, hoy una realidad: el Polígono Industria «Don Bosco». No es un secreto que en ese viaje hubieron sus problemas: el no tener claro en un principio e objetivo del mismo, el proyecto se estaba definiendo con lo que conlleva de confusión y limitaciones, la duda del éxito del proyecto y de esta primera experiencia, la inexperiencia de a primera vez, ambientes socio-económicos y culturales distintos, las condiciones no muy cómodas que tuvieron estas seis personas y la primera vez que salían de su país en estas circunstancias; a ello añadamos las dudas, prejuicios y reticencias por ambas partes. Posteriormente se ha ido superando en los cuatro viajes que después se han realizado, corrigiéndose bastantes de los errores habidos, aunque no vamos a ocultar que aún quedan aspectos que hay que hacerle frente, avanzar y superar las dificultades y deficiencias, ilógico! Son 28 salvadoreños en cinco viajes los que han compartido con diversas familias de Alcoy, Ibi y Villena una experiencia de interrelación, convivencia y comunicación. A su vez somos cuatro villeneros los que hemos estado en El Salvador compartiendo con este pueblo: esperanzas, entusiasmo, vida, acompañándolos en su proceso de transformación de las condiciones de vida y de la construcción de una nueva sociedad. Ante todo es la unión y el esfuerzo por una idea en común: Polígono Industrial «Don Bosco».
El polígono está ubicado en la comunidad marginal Iberia y abarca su radio de influencia a otras tres (terreno puente, Concepción y Don Bosco), ellas conforman una de las zonas más marginales de San Salvador, donde viven más de 20.000 personas. Existen en San Salvador más de 130 comunidades de este tipo que se caracterizan por la no posesión de una vivienda digna, hacinados más de 5 ó 6 personas en un espacio no superior a 30 m.2, carecen muchas de ellas de la mínimo infraestructura y servicios, no reciben las atenciones adecuadas en salud (insuficiencia alimentaria, mala nutrición, enfermedades, entorno antihigiénico...), la mayoría no tienen acceso real a la educación y trabajo digno, no ejercen el derecho de participación en la vida política del país... Todo ello hace que se viva en unas condiciones de pobreza infrahumanas y donde es negada lo dignidad del ser humano. Las desigualdades sociales y económicas que existen en el país, así como la dependencia económica de los países pobres respecto a os ricos son las causas fundamentales de esta situación. A ello añadamos que los diversos terremotos habidos en el país y que han sido sufridos fundamenta mente por las clases desposeídas, y los desplazamientos internos de las zonas rurales a las urbanas (sobre todo a San Salvador) y debido al conflicto armado que vive el país desde el año 80 hacen que se agrupe más del 60% de la población del país en estas zonas. El polígono surgió como respuesta a esta situación de pobreza y a la necesidad de creación de puestos de trabajo con la implementación de microempresas-cooperativas que ayudasen a resolver el problema del desempleo y a suprimir a dependencia y la marginación. Un grupo de jóvenes pertenecientes a un equipo de fútbol junto con Pepe Moratalla preocupados por su comunidad, en continuo diálogo iniciaron este proyecto.
Se parte de hecho que la solución de los problemas de las comunidades marginales, la pobreza y la dependencia es fundamental que la persona recobre el protagonismo que le ha sido quitado, ser sujeto de su historia, porque sólo de forma colectiva y siendo conscientes de lo que se quiere y optando por su gente se va a crear las condiciones de vida digna y participar en la creación de una sociedad nueva, de un nuevo El Salvador. Por lo tanto el fin del polígono es la transformación de medio que impide que las personas crezcan en justicia y dignidad, la educación integral y volver a ser protagonistas de la historia. Pero la superación no puede ser individual, insolidaria, egoísta, con el esquema capitalista..., sino que es fundamentada en el protagonismo comunitario; de esta manera vamos educándonos en un proceso de eliminación de la competitividad, insolidaridad, resignación, sumisión..., y se va optando y descubriendo una nueva forma de vida compartida con su comunidad (muchos de os socios les han ofrecido en otros sitios mejores puestos de trabajo y con remuneraciones muchísimo más altas, y prácticamente todos lo han desechado por estar convencidos que la solución no está en mejorar ellos solos, sino en superarse solidariamente todos). Las limitaciones, contradicciones y dificultades existen, pero el camino se está haciendo entre todos.
El trabajo es el medio que el hombre y mujer del polígono utilizan para cubrir sus necesidades, crecer como persona y forjar la historia. Cuando el trabajo es solidario éste se convierte en un instrumento que hace completar a la persona, hace al ser humano creador y autor de su obra. El polígono ha tomado la opción del cooperativismo porque es el cauce idóneo que va ayudar a crear a un hombre y mujer salvadoreños solidarios con su pueblo, comprometidos con los más pobres, transformador y crítico ante las situaciones de injusticia y en continuo proceso de formación. Es así como a máxima expresión del polígono es la persona humana, que se unen para solucionar los problemas a través de la autoayuda que se vuelve autoorganización cuando se tiene un ideal común y unos medios para e lo, llevándose equilibradamente un desarrollo persona, social y económico para llegar o la autogestión. La persona humana es el centro, luego el trabajo como instrumento para completarse y formarse, y, por ú timo, el capital.
El polígono desde esta perspectiva se vuelve un elemento educativo tanto como fin, como instrumento y como proceso. Es a través de la vivencia y experiencia cómo el socio y el alumno del polígono se va educando integralmente y apoyado por la formación humana, así como a académica, administrativa y técnica, y en principios cooperativos.
Este diciembre pasado se cumplieron os tres años de su puesta en funcionamiento oficialmente y en estos momentos está en una fase de consolidación y expansión del mismo:
• 11 de las 14 empresas están en pleno funcionamiento y con una rentabilidad económica demostrada, sin fin lucrativo, y siendo competitiva hacia el exterior y tendiendo hacia el servicio al interno de la empresa y en el polígono. Las tres empresas que faltan pronto van a iniciar su puesta en marcha.
• Configuración de un equipo de técnicos que orientan y canalizan el asesoramiento a las empresas (gerente general, administrador de empresas, economista, técnico en computación, ingeniero industrial y psicólogo-educador).
• Ampliación de contacto internacional: socios que asisten a cursos en EE.UU., así como nuevos viales a Alemania y ampliación del contacto a otros lugares de España. Ya no sólo son los socios los que salen, sino ya son varias socias las que inician esta andadura.
• Introducción y puesta en funcionamiento de nuevas máquinas para el normal desenvolvimiento de la micro-empresa-cooperativa.
• La O.N.U. se ha interesado por el Polígono Industrial «Don Bosco» como vía para el desarrollo en Centroamérica, estando en conversaciones para la creación de diversos polígonos en diversas partes del país. A su vez otras organizaciones internacionales y de ayuda para el desarrollo están en contacto con el polígono.
• Construcción de un edificio que alberga aulas de formación, salas de reuniones, oficinas..., así como dos so as de estudio-biblioteca para apoyo y estímulo de estudio a os socios y alumnos.
• Se lleva un proceso de seguimiento de los estudios de los alumnos que en estos momentos son más de 150 y matriculados y cursando estudios en diversos centros de la capital el % por %. Puesta en marcha de un consejo de estudios formado por os alumnos que motivan y estimulan a sus compañeros en esta área.
• Construcción y funcionamiento de un comedor para alumnos respondiendo a una necesidad de solidaridad ante la deficiencia alimentaria de muchos alumnos, mal nutrición y educación en la salud. En estos momentos hay 10 socios realizando estudios universitarios enfocados como servicio para sus empresas y el polígono (y para la comunidad). Varios socios están terminando sus estudios de bachillerato o de básica.
• Consolidación y fortalecimiento de la estructura organizativa del polígono, fundamentalmente de la asamblea como órgano máximo de participación, información y decisión, así como del consejo de administración como el administrador y ejecutor de los acuerdos (gerentes de cada empresa), y de la junta de vigilancia para el control y buen funcionamiento del polígono. Las diversas comisiones de trabajo están en pleno funcionamiento: ventas, economía, encargaos de alumnos, disciplina... Idéntica estructura tienen los alumnos, pero sus acuerdos son refrendados por os socios. El principio democrático de «un hombre, un voto» es una realidad.
Pero una cooperativa no está hecha para sí misma, sino para darse y crecer, y por eso el P.I.D.B. se propuso dos objetivos: ofrecer las micro-empresas-cooperativas como escuelas profesionales, y compartir la experiencia en otras zonas marginales de la capital y el país.
En cuanto al primero, se está consolidando un proceso integral a nivel de educación a través del taller-escuela que consiste en hacer una primera experiencia de convivencia solidaria de trabajo por medio del método Aprender haciendo y reflexionando. Con ello se pretende la formación integral del alumno (creativo, solidario, crítico, democrático, libre, corresponsable, autogestionario...), ir introduciendo al alumno como socio cooperativista cuando éste cumpla 18 años, y satisfacer las necesidades prioritarias a través de su propio trabajo autogestionario.
En lo que respecta al segundo objetivo: se han iniciado dos polígonos, en Apopa (población satélite de San Salvador) y en Chalatenango (departamento del norte del país). Se está en estudio de otros posibles proyectos en contacto con diversas organizaciones para la cooperación y desarrollo.
Este es el sueño haciéndose realidad de unas personas que caminan hacia el ideal más alto del hombre: su plena realización personal y comunitaria, creando cauces alternativos en la situación concreta de su país: El Salvador.
Desde nuestro país y concretamente desde nuestros pueblos la labor debe ser tender lazos de unión y solidaridad, y acompañarlos en su proceso estando abiertos a su realidad, compartiendo con este pueblo que busca la libertad, la paz y lo justicia. Los caminos están abiertos, en e os, caminando vamos encontrando las soluciones y superando las limitaciones y dificultades que nos vienen. Sólo nos queda que seguir cooperando con los pueblos que quieren romper las dependencias económicas, políticas y militares con respecto a los países que se dicen desamo lados. De esta manera haremos posible la «civilización del amor», sueño de Don Bosco.
San Salvador, mayo de 1991
Extraído de la Revista Villena de 1991

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