Esta imagen esconde más de lo que ofrece y los cambios, que inevitablemente se han producido a pesar de que no hacen tantos años que se sacó, son evidentes sobre todo al fondo, donde se encuentra la conocida y transitada plaza de Las Malvas, beneficiaria de una remodelación que en la actualidad ya reclama otra.
Los edificios, a derecha e izquierda, no han cambiado tanto. Bien es cierto que los que quedan a la izquierda ya no son los mismos aunque conserven su fachada y probablemente han perdido parte de ese espíritu antiguo y solemne con que fueron construidos, pero al menos conservan parte de su esencia. En ese sentido, podemos sentirnos afortunados. Porque, al fin y al cabo, es la esencia de todo lo que nos hacen mantenernos vivos.
Francisco Rodenas. Portada.Info
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