2023 TROYA, TROYICA… TROYICA, TROYA

TROYA, TROYICA… TROYICA, TROYA

Por... Fernando Ruescas Hernández. Día 4 que fuera.

Cronista de la Comparsa de Estudiantes de Villena

Dos propiedades posee la comparsa de Estudiantes: la Troya  y la Troyica. La primera es nuestra gran sala de Fiestas, conocida en kilómetros a la redonda y querida y añorada por muchas generaciones; que tantas noches maravillosas nos ha proporcionado. La gestión y quehaceres cotidianos de la propia comparsa, además de los almuerzos y aperitivos festeros una vez que la Troya se trasladó a las afueras de la ciudad, se llevan a cabo en la sede oficial de los Estudiantes, la Troyica. Ésta vino después que la Troya, y ambas han tenido diferentes ubicaciones hasta la actualidad. Y son parte importante de nuestra historia y acerbo.

La Troya fue la primera sala de fiestas que hubo en Villena. Desde 1950 es la referencia indiscutible de las noches festeras villeneras. Los bailes en Fiestas no eran extraños, pues se sabe que el Ayuntamiento en 1913 buscó y encontró un lugar adecuado para los bailes nocturnos. Los Estudiantes, en los años veinte, celebraban sus bailes en la calle La Leona, donde se sacaban una pipa de vino blanco y otra de tinto, a cuenta del "Cojo Ruescas". Se colocaban en la puerta con dos bombillos, un lebrillo y un capaza de rollicos y magdalenas. Todo gratis, menos el agua. Después del baile y con media docena de músicos, se iban a hacer una gachamiga, se la comían y de ahí a la Diana.

Aquellos bailes anteriores a la Troya se les llamaba "cuartelillos", aunque los Estudiantes los denominaban "Capitanías", que en resumen eran un punto de encuentro y de reunión durante las Fiestas donde comer, beber y charlar. A finales de la década de los cuarenta, la "Capitanía" de la comparsa se situó en una bodega comprada por los señores franceses "Andrieux", en la calle Ferriz y Santa María de la Cabeza. Se preparó con unas bombonas de vino, olivas negras y cajas para sentarse. La calle se adornó con dos ristras de panochas de maíz, pintadas con los colores de la bandera nacional. En 1949, además, se llevaron algunos músicos de la Banda que alegraron el ambiente. Todos aquellos bailes eran organizados por grupos de amigos, la mayoría Estudiantes, pero no como comparsa.

Pero la comparsa de Estudiantes volvía a quedarse sin componentes jóvenes, por lo que había que estimular de alguna manera el ingreso de savia nueva. Tras las Fiestas de 1949, algunos socios sacaron este tema en varias conversaciones, y se puso el ejemplo de las barracas de las Hogueras de Alicante. Pensaron que si hacían algo parecido, se motivaría a la juventud y la comparsa resurgiría. Y acertaron. En el año 1950, en el programa interno aparece la palabra barraca, pues fueron éstas la inspiración de lo hoy conocemos como la Troya.

Y de dónde viene este nombre. Surgió tras una reunión de varios Estudiantes, en la que Fernando Ruiz Hernández propuso el nombre de LA CASA DE LA TROYA, novela escrita por Pérez Lugín, y que hacía referencia a una determinada casa de estudiantes sita en la calle de La Troya, y cuyos protagonistas estudiaban en la Universidad de Santiago de Compostela. El nombre se aprobó de inmediato, aunque con el paso de los años se simplificó y pasó a llamarse La Troya, tal cual.

En los primeros años de la Troya, la entrada era libre para los festeros con invitación que se daba a los socios. Pero surgió la picaresca y se multiplicaron las invitaciones, por lo que la noche del 7 de septiembre de 1958, y dado el exceso de aforo, a la una se cerraron las puertas. Posteriormente se abrieron, pero se tomó la decisión de cobrar entrada a uno o dos duros, por lo que muchos festeros se enfadaron y hubo un conato de derribo del cañizo y agresiones mediante el lanzamiento de botellas desde el exterior. La medida no se modificó y, económicamente, a la comparsa le vino muy bien el hecho de poner taquilla.  A pesar de los insultos y abucheos por parte de la gente al paso de los Estudiantes, al año siguiente estos tristes sucesos supusieron un aumento espectacular del número de socios gracias a la campaña realizada por parte de Enrique Hernández con los alumnos de la Academia de las Virtudes.

Hasta 1973, la Troya fue itinerante. Ese año se acometió la compra de la antigua piscina, inaugurándose en 1975 la Troya que hoy conocemos y disfrutamos. Se reformó en los años ochenta que fue cuando comenzó a vivir su época dorada. Eso supuso un incremento en el número de socios de la comparsa, que se apuntaban por el auge de la Troya. Son los conocidos como Estudiantes troyeros.   

En los noventa continuó siendo la sala de fiestas de referencia en Villena, a la que venían, incluso, autobuses de otras poblaciones. Las noches de la Troya eran eternas, hasta el amanecer, que te hacían continuar con las Dianas. Las dos pistas estaban abarrotadas, literalmente, lo que te imposibilitaba andar dentro del recinto. Dos pistas, dos ambientes. Una para los más jóvenes, y otra para los menos. En los últimos años, con los cambios sociales y de las modas, más la adaptación a las medidas legislativas actuales, aquellas noches no volvieron, pero aparecieron otras que hoy en días disfrutan otros.     

La Troyica, hermana pequeña de la Troya, vino después. Nació por casualidad en el año 1959. Dado los acontecimientos del año anterior en la Troya, ese año no se decidió no abrirla, y los mayores crearon la Troyica para poder disfrutar de los días de Fiestas. Se situó en la calle Joaquín María López nº 7, edificio "La Maja" (actual Óptica Sanchís), habilitando el local donde estuvieron las taquillas de "La Noveldense". Se decoró con dibujos humorísticos de Blas en las paredes y por la noche actuaba la orquesta Serenade.    

Hasta los ochenta se alquilaban locales distintos cada año para la organización y gestión de la comparsa. Siempre se decoraban con dibujos de Blas o de Francisco Martínez (más tarde con los de Miche). Pero la comparsa estaba creciendo y se necesitaba una sede social fija para la secretaría y archivo, por lo que se decidió comprar una casa propia. Es por ello que en 1988 se inauguró la casa actual situada en la plaza de las Malvas, en la cual, y tras diferentes reformas, están las oficinas, archivo, museo y aposentos para los músicos en Fiestas. Unos años más tarde se adquirió el solar adjunto, en el que hoy tenemos nuestro magnífico patio y en el que podemos disfrutar de los mejores momentos festeros.

TROYAS

1950-1952: Parte del almacén de la Electro-Harinera "Los Franceses", calle Férriz.

1954-1955, 1958: Solar calle Luciano López Ferrer nº 4.

1956: Cine Imperial (en construcción), calle Trinidad nº 13.

1957: Mercado de la plaza "El Rollo" (en construcción).

1960-1969: Plaza Vieja, hoy plaza Mayor.

1970-1974: "Los Punchas, Huerto de Caturla, calle San Cristóbal.

1975-actualidad: Piscina, paraje el Caracol. Avenida de Alicante 69 B.

1953, 1959: No hubo Troya.

TROYICAS

1959, 1964: C/ Joaquín Mª López 7, ed. la Maja.

1960, 1963: C/ Luciano López Ferrer 4, frente al Bar Nacional.

1961: C/ Joaquín Mª López 14, esquina de lo que hoy es el Banco Sabadell.

1962: Avda. Constitución 62, Casa Felipa (hoy Tamicus).

1965: C/ Elda 1, esq, Avda. Constitución. (hoy Ferretería Ferrer)

1966-1967: Plaza Mª Auxiliadora 4, esq. c/ Parrales.

1968-1969: Plaza Las Malvas 1, Academia Las Virtudes.

1970-1971: C/ Trinidad 15, al lado del cine Imperial.

1972: C/ Navarro Santafé 59, esq. Avda. Constitución (debajo de Geysa).

1973: C/ San Francisco 1, en el Cinema (detrás del teatro Chapí).

1974-1975: C/ Férriz 14, esq. Santa María de la Cabeza. (frente al Asilo, cocheras de Mapa).

1976-1977: C/ Isabel la Católica 13 (hoy Warenessy).

1978: C/ Gil Osorio 4.

1979-1980: Avda. Constitución 29, esq. C/ Blasco.

1981-1982: Paseo Chapí 13.

1983: C/ Corredera 1. (ed. la Cadena)

1984-1985: C/ Marqués de Villores 3.

1986-1987: C/ Congregación 5, escuelas públicas, esq. plaza las Malvas.

1988-actualidad: Plaza Las Malvas 5.