21 dic 2023

1993 EL CERRICO MORO DE CAUDETE EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE VILLENA

El cerrico Moro de Caudete en el Museo Arqueológico de Villena.
Por MARÍA LUZ PÉREZ AMORÓS
El término municipal de Caudete se caracteriza por tener un Llano central que se prolonga hacia Yecla, Fuente la Higuera y Villena en forma de ancho pasillo, mientras que hacía Almansa se abre un estrecho margen entre la Sierra Santa Bárbara y El Rocín, dando lugar a un espacio geográfico en el que convergen las provincias de Murcia, Valencia, Alicante y el resto de Albacete. De este modo, se convierte en una zona de paso que comunica la costa con el interior y que permanece abierta a las influencias externas.
«Cerrico Moro» arranca de la vertiente sur del cerro «El Cinchado». Forma parte de un conjunto de colinas que, a modo de prolongaciones de relieves de mayor altura, jalonan los márgenes exteriores del citado llano que, situado entre las sierras Santa Bárbara y Lácera, se prolonga hacia el sur enlazando con las tierras de Villena. Tiene una forma cónica y laderas de suave pendiente, excepto la situada al sur que es más abrupta; la cima tiene un promontorio calizo y adyacente, a menor altitud, hay una especie de túmulo de forma ovalada y superficie superior plana cuyo lado norte, el más accesible, conserva restos de una posible muralla de carácter defensivo. Al sureste, en el estrato calizo de la cima, hay una pequeña cueva (fig. 1) en cuyo interior abundan los restos de microfauna y, en el exterior, junto a la entrada, se halló una cuenta de collar de forma discoidal fabricada en hueso. Al este, separada por un reguero se ubica «La Atalayica», otro cabezo con restos cerámicos semejantes pero escasos, mientras que en el «Cerrico Moro» son numerosos. Es posible que se trate de dos lugares de hábitat coetáneos pertenecientes a una misma comunidad tribal o de dos hábitats que se suceden en el tiempo, o quizás, «la Atalayica» sea una zona de paso utilizada por los pobladores del «Cerrico Moro», dada la gran proximidad geográfica. Son meras hipótesis, no se pueden establecer conclusiones hasta que se realicen excavaciones arqueológicas.
Los trabajos de campo se iniciaron a comienzos de la década de los cincuenta por Jesús Sánchez Díaz. En su obra menciona la práctica de una pequeña excavación en la que se recogieron «restos de una vasija de cerámica negruzca pulida y de formas sencillas, así como diversos objetos de piedra y hueso prehistóricos». Posteriormente, en 1958, José María Soler García llevó a cabo una prospección arqueológica recogiendo de la superficie del cerro algunos materiales para su estudio que, actualmente están depositados en los fondos del Museo Arqueológico Municipal de Villena. En 1987, con motivo de un trabajo de investigación para la catalogación de yacimientos arqueológicos pertenecientes al término de Caudete, tuve la ocasión de estudiar dichos materiales gracias a la inestimable colaboración del Director del museo villenense.
Figura 1
La lista de hallazgos que se conservan en dicha institución es la siguiente:
Fragmentos de vasijas de cerámica
• Borde recto, de extremo plano. Superficie exterior e interior sin tratamiento. Pasta cuidada (fig. 2.1).
• Borde exvasado, de extremo curvo. Superficie exterior e interior sin tratamiento. Pasta cuidada (fig. 2.2).
• Borde exvasado, de extremo curvo. Superficie exterior e interior bruñida. Pasta cuidada (fig. 2.3).
• Borde recto, de extremo curvo. Superficie exterior e interior sin tratamiento. Pasta cuidada (fig. 2.4).
• Borde exvasado, de extremo curvo. Superficie exterior e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.5).
Presenta asa de cinta vertical a la altura del cuello. Superficie exterior e interior alisada (fig. 2.12).
• Borde recto de extremo plano. Superficie exterior e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.13).
• Borde exvasado de extremo curvo. Superficie exterior e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.14).
Útiles de sílex
• Dos dientes de hoz (figs. 2.15, 16).
Útiles de caliza
• Parte durmiente de un molino de moler grano.
• Borde exvasado, de extremo curvo. Presenta un mamelón de forma cónica en el arranque del cuerpo. Superficie exterior sin tratamiento e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.6).
• Borde recto, de extremo plano. 
Figura 2
Presenta un mamelón cónico a la altura del labio. Superficie exterior alisada e interior sin tratamiento. Pasta cuidada (fig. 2.11).
• Borde exvasado de extremo biselado. Superficie exterior e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.7).
• Borde exvasado de extremo curvo. Superficie exterior e interior bruñida. Pasta cuidada (fig. 2.8).
• Borde recto de extremo plano. Presenta mamelón cónico próximo al labio. Superficie exterior e interior alisada. Pasta cuidada (fig. 2.9).
• Borde exvasado de extremo curvo. Superficie exterior e interior bruñida. Pasta cuidada (fig. 2.10).
• Borde entrante de extremo plano.
Figura 2
• Dimensiones: 29 (longitud) x 16 (anchura) x 5'2 (grosor) cm.
• Forma: ovalada.
• Sección: plano-convexa.
Además, hay que mencionar la presencia de numerosos fragmentos informes de cerámica y de sílex, dos fragmentos de jarra de cerámica medieval islámica (figs. 4.1, 2), uno de escudilla de reflejo metálico (fig. 4.3) y un pie de copa de vidrio (fig. 4.4).
Figura 4
Estos restos nos indican que se trata de un poblado de la Edad del Bronce con una cronología relativa del II milenio a.C., difícil de precisar hasta que no se realicen trabajos específicos que permitan obtener dataciones absolutas. Los hallazgos medievales y modernos señalan un lugar de paso en épocas posteriores. Si globalmente los comparamos con los obtenidos por el Grupo Arqueológico «La Cierva» en los años ochenta, observamos que se repiten, apareciendo en mayor cantidad y variedad debido quizá a una recogida más exhaustiva. También hay que tener en cuenta que la existencia cada vez mayor de hoyos, en la cima del cerro, efectuados por clandestinos (fig. 3), así como la existencia de colecciones particulares, nos ha permitido, lamentablemente por lo que se refiere a la destrucción del yacimiento, acceder al estudio de materiales que estaban «in situ», en su lugar de origen, y que por lo tanto muestran una extraordinaria diversidad, e incluso, en algunos casos una recogida minuciosa ha permitido la restauración de vasijas proporcionando una valiosa información sobre la tipología cerámica. Por consiguiente, del «Cerrico Moro» proceden los hallazgos más singulares: destaca un vaso de cerámica carenado y un molde de fundición de varillas metálicas que tienen paralelos en el Cabezo Redondo de Villena, lo que demuestra una tenue influencia argárica a través del Alto Vinalopó cuyo centro de irradiación sería dicho cabezo que ocupa una posición central en la Comarca de Villena y que se desarrolla desde los inicios del Bronce hasta momentos tardíos. No obstante, no hay que descartar otras posibles influencias procedentes del valle septentrional del Altiplano de Jumilla-Yecla. Otros restos apuntan hacia el Bronce Valenciano al igual que ocurre en los yacimientos de Villena: los dientes de hoz, piedras de molino, pesas de telar, punzones de hueso y semillas quemadas de trigo y de bellotas hacen referencia a una economía cerealista típica, junto a la ganadería de dicha cultura.
En resumen, los indicios arqueológicos que se observan prueban la existencia de un poblado con características propias del Bronce Argárico o del sureste y del Bronce Valenciano. Las excavaciones arqueológicas demostrarán en el futuro el grado de adscripción a una u otra cultura así como el grado de originalidad de los indígenas que habilitaron estas tierras. No se pueden establecer fechas en base únicamente a prospecciones superficiales, sin embargo, los paralelos de algunas piezas con otras del Cabezo Redondo de Villena y el Cerro de la Campana de Yecla plantean la posibilidad de que se trate de un Bronce Medio en torno a la segunda mitad del II milenio a.C., hipótesis que ha de confirmarse con futuros trabajos de excavación en el yacimiento.
BIBLIOGRAFIA
SÁNCHEZ DIAZ, 1. 1956: «Historia de Caudete». Diputación de Albacete. M.1. Ayuntamiento de Caudete. Alicante.
SOLER GARCIA, J.M. 1987: «Excavaciones arqueológicas en el Cabezo Redondo (Villena, Alicante)». Ayuntamiento de Villena. Instituto de Estudios «Juan Gil Albert». Diputación Provincial de Alicante.
HERNANDEZ PEREZ, M.S. 1985: «La Edad del Bronce en el País Valenciano. Panorama y perspectivas». Anejo de la revista Lucentum, Alcoy.
MOLINA GARCIA, J. 1986: «La expansión argárica hacia el País Valenciano a través del Altiplano Jumilla-Yecla». Homenaje a Luis Siret. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Sevilla.
ENGUIX, R. 1975: «Notas sobre la economía del Bronce Valenciano». Aniversario de la Fundación del Laboratorio de Arqueología (1924-1974). P.L.A.V., 11, Valencia.
PEREZ AMOROS, M.L. 1990: «La Carta Arqueológica del Término Municipal de Caudete (Albacete)». Tesis de Licenciatura inédita. Departamento de Prehistoria. Universidad de Alicante.
Extraído de la Revista Villena de 1993 

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