1994 APUNTES PARA LA SOLIDARIDAD

Apuntes para la solidaridad (colaboración del pueblo de Villena al desarrollo de Petén, Guatemala) Por TOÑI TECLES MARTÍNEZ y FCO. JAVIER ESQUEMBRE MENOR

Nuestra mente no termina de entender cómo una hora de camino nos separa de vivir en el siglo XIX y en el s. XX. Vivimos inmersos en múltiples contradicciones que llaman directamente a la conciencia personal. Algunas contradicciones pueden parecer simples datos pintorescos: mujeres cargando leña en la cabeza como bestias, casas de hojas y ramas... Pero otras muchas son sencillamente asesinas: la desnutrición y muerte de hambre en un medio agrícola, la falta de agua potable en un ambiente de lluvia tropical, la bota militar aplastando una cultura pacífica como es la indígena o el desastre ecológico en una tierra que hasta hace unos años era auténtica selva virgen.

CLARO que toda generalización es mala y también hay bienestar entre los habitantes de Petén. Lo hay, por ejemplo, entre los que venimos de fuera, o en los comerciantes y los profesionales

liberales. También, sobre todo, entre militares y terratenientes. Pero más del 90% de las familias peteneras no ingresan diariamente ni lo mínimo necesario para malvivir.

La agricultura aquí es de subsistencia y en torno a ella se organiza la vida: quemas, siembras, limpieza, tapisca (cosecha)... Son momentos del año que marcan, como el mejor de los calendarios, la vida de la población.

Esta agricultura, sin técnicas adecuadas, junto a la especulación de grandes finqueros y los contrabandistas de madera está provocando una tremenda desforestación. Aunque son mayores depreda-dores las empresas madereras, se suele culpar al campesino del deterioro ecológico. Pero ¿quién da soluciones a la extrema pobreza en que vive el campesino?, ¿quién le entra a las causas de su migración hacia estas tierras selváticas? La miseria que padecen los campesinos, la violencia política que han sufrido, y sufren, no la han provocado ellos, sino más bien los grupos oligárquicos y militares que hicieron del terror una práctica habitual.

«Reivindicar mejoras para la situación de las familias»

Sin propiedad de la tierra, sin preparación adecuada para el cultivo, la pobreza se perpetúa y la degradación del medioambiente se incrementa. Ante esta situación nos parece importante desarrollar acciones que permitan capacitar a la población campesina para un uso mejor de la tierra basado en principios ecológicos, y para una toma de conciencia de su propio poder sí, organizándose, unen esfuerzos para formarse y reivindicar mejoras para la situación de sus familias, sus aldeas y su país.

Para ello se quieren preparar promotores agrícolas dedicados a la mejora en el manejo de los bosques tropicales, la diversificación de cultivos y la consideración de la tierra como un punto de encuentro, respeto y armonía según la cosmovisión Maya, y no como un lugar de explotación.

La colaboración de villeneras y villeneros

Los habitantes de Villena, quizás desconociéndolo incluso, han aportado unas 400.000 ptas. para un proyecto de formación de Promotores Agrícolas. Este aporte ha sido por medio del tristemente mermado presupuesto para Solidaridad Internacional que está cumpliendo una función muy importante.

Este proyecto pretende realizar un enfoque alternativo de desarrollo humano que se aleje de la agricultura intensiva y química y que dé un rostro a la producción agrícola:

— Garantizando el uso sostenible del suelo a través de la práctica de la agricultura ecológica.

— Mejorando la disponibilidad de alimentos en las familias y aldeas y su nivel nutritivo mediante la implantación de los huertos familiares.

— Promoviendo formas asociativas d producción, transformación y comercialización de los productos.

— Protegiendo y usando los bosques existentes como base para un desarrollo sostenible del hábitat de Petén evitando la pérdida casi total de este ecosistema.

¿Lo conseguiremos?

El trabajo es arduo y el ritmo lento. Hasta ahora se ha logrado subvencionar la formación de Promotores Agrícolas que serán posteriormente multiplicadores de su saber.

Se está preparando un terreno para convertirlo en Centro Demostrativo de cara a un grupo más amplio de Promotores.

Se han adquirido semillas de Frijol, Abono que ayuda a la recuperación de la tierra ya agotada, para un grupo de campesinos organizados en un sector de aldeas. Esto se ha realizado en colaboración con la organización ecologista CARE.

Se ha formado un grupo de campesinos ladinos y otros q'ecqchis (indígenas) que ya han iniciado sus prácticas.

«Capacitar a la población campesina para un uso mejor de la tierra basado en principios ecológicos»

¿Cuáles serán los próximos frutos?

Confiamos que irán tendentes a fomentar el cultivo de los huertos familiares y a consolidar la organización comunitaria y popular. Las acciones formativas deben dar paso a las reivindicativas para tratar de transformar la realidad de injusticia que se sufre.

Hay múltiples factores que pueden obstaculizar el camino, pero ojalá se mantenga el ánimo. 

¿Y qué podría significar un proyecto así para Villena?

Nos atrevemos a sugerir:

— El reconocimiento de la solidaridad que los villeneros y villeneras ejercen a través de este fondo de ayuda que ofrece el Ayuntamiento con el dinero de todos.

— Descubrir cómo crecer en esa ayuda y solidaridad para contribuir a vencer las situaciones de injusticia y hambre, no sólo con aportaciones económicas sino con otros apoyos.

— Cuestionar si no podríamos revisar nuestra forma de vida y relaciones humanas para simplificarlas, hacerlas más naturales y comunitarias y escapar de la espiral de derroche, consumismo y apatía que nos arrastra.

— Interrogarnos acerca de cómo estamos participando en nuestra propia ciudad para afrontar situaciones de pobreza y marginación que se dan en nuestra querida Villena.

— Preguntarnos si nos estamos implicando suficientemente para transformar esta sociedad injusta, autoritaria, contaminante...

— Ojalá sepamos aceptar estos retos en nuestra pequeña historia.

Extraído de la Revista Villena de 1994