El Club Baloncesto V-74 Villena cierra el 50 aniversario con la presentación del libro escrito por Francisco Javier Rodenas Micó exjugador y exentrenador del Club, cinco décadas resumidas en un gran libro lleno de recuerdos, vivencias e imágenes que quedarán para la historia en papel, uno de los retos que quería la comisión cuando en 2022 se creó para la organización de este evento.
En la presentación han intervenido Maite Gandía concejala de deportes, el autor Francisco Javier Rodenas, Pepe Vilches presidente durante el aniversario y el alcalde Fulgencio José Cerdán. A continuación puedes leer íntegramente las cuatro intervenciones.
Desde el Club Baloncesto V-74 Villena queremos agradecer a toda la ciudad de Villena el cariño de toda la ciudadanía en todos los actos organizados para celebrar el 50 aniversario “Uve 1974/2024”.
MAITE GANDÍA
Alcalde, Fulgencio José Cerdán, presidente durante el aniversario José Vilches, autor de libro, Francisco Rodenas, autoridades, invitados Salvador Mullor y Juan Martínez, presidentes y directivos de otras asociaciones y clubes que nos acompañáis, deportistas, familiares y seguidores del V74, muy buenas tardes.
Antes de pasar a la presentación del libro, como sabéis hace unas semanas hubo una renovación de la junta directiva, me gustaría agradecer públicamente el trabajo realizado durante los últimos 6 años por la junta directiva saliente liderada por Pepe Vilches, han sido años de mucho trabajo, 2020 y 2021 fueron especialmente difíciles por la pandemia, pero con mucho sacrificio, dedicación y mucho amor por el baloncesto han hecho que el Club siga cumpliendo temporadas.
Agradecer también a la Comisión del 50 aniversario, me consta que además de lo realizado se ha trabajado junto a la Directiva y a la Concejalía de Deportes para traer más eventos a nuestra ciudad, pero que finalmente por decisiones de la Federación Española y Valenciana no han podido realizarse en Villena. Aun así, muy pocos clubes podrán decir que han conmemorado su aniversario con dos grandes referentes del baloncesto de nuestro país, Amaya Valdemoro y Felipe Reyes. Ha sido un privilegio para el club y para la ciudad de Villena que ambos nos compartieran su experiencia deportiva y personal.
GRACIAS a todas las personas que habéis formado parte de la junta directiva y de la Comisión.
Aunque para muchas personas de este Salón no es desconocido paso a presentaros al autor de este libro recopilatorio de la Historia del Uve.
De Francisco Rodenas me cuentan que, desde muy joven, su vida ha estado marcada por dos grandes pasiones: el baloncesto y la escritura. También que, de niño, era habitual verlo indistintamente con un balón en las manos o con un libro bajo el brazo, que ha sabido desarrollar paralelamente ambas pasiones a lo largo del tiempo.
El baloncesto lo acompañó durante años como jugador y, más tarde, como entrenador del V-74, una experiencia que le permitió crecer no solo en el deporte, sino también en lo humano. La escritura, por su parte, se convirtió en una manera de comprender, transmitir y preservar aquello que une y emociona.
Es autor de diez novelas y de varios libros de investigación festera e histórica sobre nuestra ciudad. Además, no falta a su cita con Portada.info, donde aborda diferentes aspectos de la vida en su columna de opinión.
Con este libro conmemorativo ha tenido la oportunidad de reunir esas dos pasiones. Un libro escrito para celebrar el cincuenta aniversario del V-74. Más que una recopilación de datos, pretende ser un testimonio vivo de lo que significa formar parte de un club que, generación tras generación, ha sido escuela de esfuerzo, compañerismo y pasión compartida.
FRANCISCO JAVIER RODENAS MICÓ
Buenas noches.
Antes de nada, me gustaría dejar claro que yo no he escrito este libro, no. Lo han escrito todas las personas que han pasado por este maravilloso club durante estos cincuenta años. La imagen de portada, así como de la contraportada, simbolizan a la perfección esta autoría colectiva que ha dado como resultado este puñado de páginas.
Pero la cuestión es que alguien debía hacerse cargo de recopilar toda la información y de darle forma. Y a mí me tocó el pato.
También quisiera hacer un recordatorio para Miguel Cuenca. A él debemos mucho de lo que luego terminaría pasando.
Voy a comenzar mi intervención admitiendo algo: me costó mucho ponerme con este proyecto. En primer lugar, suponía una enorme responsabilidad. Porque en este libro hay muchas voces, las de todas y todos los que han formado parte del Uve en su dilatada existencia y era enorme el riesgo de no saber gestionarlas correctamente. Si lo he conseguido o no, es algo que tendréis que decir vosotras y vosotros una vez tengáis la oportunidad de adentraros en sus páginas. Espero que seáis benevolentes.
En segundo lugar, porque no conseguía dar con el enfoque adecuado. Evidentemente, se debían contar estos cincuenta años de historia y evidentemente tenía que aparecer una parte fotográfica que diera testimonio a esas cinco décadas. Pero no me parecía suficiente con empezar a escribir sin más a partir de la información que se conservaba, además de la que amablemente ha ido aportando todo aquel al que se le ha solicitado ayuda.
Me senté y me levanté muchas veces sin tener nada claro. Odié a Sánchez por haberme hecho la propuesta en nombre de la comisión y me odié a mí mismo por haberla aceptado. Pero había algo que estuvo claro en todo momento: se trataba de mi club de toda la vida, ese del que nunca se deja de formar parte aunque uno se desvincule de él por un tiempo. Había que hacerlo y había que hacerlo bien.
Así que hubo una tarde, no sé si de inspiración o de desesperación —a veces las dos vienen cogidas de la mano—, en la que hice quizás lo más fácil —o lo más difícil, eso según se vea—, partir de mi propia experiencia, de mis primeros recuerdos sobre el baloncesto. Enseguida me vinieron a la mente momentos en el Círculo Agrícola Mercantil, cuando mi padre tenía su partida de tenis semanal y bien temprano nos dejaba a mí y a mis hermanos a nuestro aire en las instalaciones de la ciudad deportiva. Y me vinieron también a la memoria aquellos locos, en camiseta de tirantes, con un frío invernal de ese que había antes en Villena, allí jugando con la pelotita naranja, como si no tuvieran nada mejor que hacer. Qué lejos estaba de imaginar que unos cuantos años más tarde yo sería uno de esos locos, aunque en un escenario distinto a aquella pista desangelada del círculo agrícola.
Recordar tanto tiempo después aquellos momentos que me llegaban desde los ojos del niño que fui, se me antojaba la Edad Antigua del Uve. Entonces pensé, ¿por qué no? ¿Por qué no lo planteamos de la misma forma que se mide la historia universal? Como esta, las diferentes etapas del club vienen marcadas por un acontecimiento importante.
Si el final de la Edad Antigua lo marca la caída del Imperio Romano, en nuestro caso, fue la independencia del CAM y el cambio al Pabellón Festero. Ese fue por tanto el enfoque a seguir y así se haría. La desesperación daba paso al alivio, aunque fuera momentáneo.
Entrando ya en materia, voy a pasar a diseccionar el libro. Este está formado por cuatro grandes apartados. Al primero de ellos, se le ha llamado La máquina del tiempo. Es, como su nombre presupone, el apartado en el que se relatan los cincuenta años del club. Y, como ya he adelantado hace un momento, su subdivisión se inspira en las edades de la Historia.
Así, tenemos en primer lugar la prehistoria, esos primeros pinitos de un grupo de jóvenes, primero hombres y después mujeres, a los que podemos considerar los pioneros del baloncesto en Villena. Ellos, que celebraban sus encuentros de casa en la piscina del Caracol (hoy Troya de los Estudiantes), en los años cincuenta del siglo pasado. Ellas, a caballo entre finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, usando como campo de juego la Plaza Mayor. En ambos casos con una condiciones precarias y dejando para el recuerdo muchas anécdotas, algunas de las cuales hemos querido recoger en el libro.
Aquellas personas fueron ecos que casi ya no resonaban cuando en 1974, ocho valientes (que eran nueve), se desplazaron hasta Alicante para federar un equipo de baloncesto masculino que terminaría creciendo al abrigo del CAM Villena. Con ellos comenzaría la Edad Antigua de nuestro club. Etapa que se prolongaría hasta 1983 y que, como ya se ha dicho, finalizaría cuando los componentes de la sección de baloncesto del Círculo Agrícola decidieran emprender su propio camino al margen de la sociedad.
Con este acontecimiento daríamos comienzo a la Edad Media. Esta finalizaría cuando el club, tras ocho temporadas en el Pabellón Festero, lugar que se había convertido en un segundo hogar para muchos de nosotros, tuvo que buscar nueva pista. Además, en esas mismas fechas, Santiago Hernández, Reig, Santi, quien había sido durante todos esos años el santo y seña como presidente, presentaba su dimisión. Su marcha vino a coincidir con la de Miguel Sáez, el primer gran entrenador del club. La Edad Media del Uve finalizaba con tiempos convulsos y con la creciente reivindicación de un pabellón cubierto.
Nos adentramos ya en la Edad Moderna. En esos primeros años, con José Miguel Martínez, Chemi, asumiendo la presidencia, los equipos del Uve tuvieron que disputar sus partidos de casa en la pista que tan amablemente había cedido el colegio Salesianos. Un gesto digno de valorar y agradecer pero que dejaba una sensación de desarraigo tras haber dispuesto de un sitio propio.
El reclamado pabellón cubierto llegaría un par de años más tarde, en 1993 y este vendría a solucionar muchos problemas de infraestructura y logística que se habían padecido hasta entonces. Fue una etapa plácida en la que se consiguieron títulos y ascensos, en la que se emprendieron iniciativas como la primera edición del 3x3 y en la que surgió el denominado “Supersenior”, formado por exjugadores del club. La misma terminaría con otro gran acontecimiento, la celebración del 25 aniversario del V-74.
Y como gran acontecimiento, supuso también el cambio de era, la llegada de la Edad Contemporánea, los veinticinco años que nos han llevado, como mínimo, hasta esta noche. Más victorias, más ascensos, más iniciativas, más equipos y una mayor profesionalización que ha contado con seis presidentes con sus respectivas directivas. Hasta hemos padecido una pandemia global que, además de tener en jaque al planeta entero, puso a prueba la fortaleza de un club, como el nuestro, que lucha cada temporada por seguir existiendo y afrontando los retos económicos y deportivos que se le ponen delante.
La segunda parte del libro se llama La máquina de fotos. Dicha denominación habla por sí sola. En este amplio testimonio gráfico, también estructurado en las diferentes edades de la historia, se ha tratado de dar cabida a todas las épocas, a todas las generaciones, a todos los equipos y rostros que han pasado por el club. La verdad es que con algunas etapas ha habido que hacer encaje de bolillos porque se conservaban pocas imágenes y algunas de ellas tenían una calidad bastante baja.
La tercera parte es quizás mi favorita. La máquina del corazón se ha titulado. La historia, la mayoría de las veces nos habla de fechas, de apellidos, de proezas tal vez. Pero detrás de todo eso están las personas, sus sentimientos, sus pensamientos, sus vivencias. Probablemente por eso esta es la parte del libro que más me gusta. Porque nos habla de emociones. Nos habla de momentos. De una jugada concreta, de un partido concreto, de una victoria concreta. Nos habla de lugares, tan emblemáticos como el referido Pabellón Festero, o el Máster, el bar del baloncesto, o Tráiner, luego Stadium, la tienda a la que acudíamos los aficionados al deporte de la canasta durante mucho tiempo.
De esta tercera parte, destaca por encima de las demás la sección que, con el nombre de In memorian, trata de guardar un sentido recuerdo de aquellas jugadoras y aquellos jugadores del club que han fallecido en estos cincuenta años.
En un principio la idea era dedicar un par de páginas para poner la foto y el nombre de esas personas, pero nos resultaba muy frío, así que decidimos que había que meterle algo de sentimiento, más calor. Así surgió la idea de que gente vinculada estrechamente a dichas personas, les dedicaran unas palabras. Es de agradecer la implicación y colaboración de todo aquel a quien se le pidió ayuda y es de valorar la calidad de los textos en homenaje de esas jugadoras y jugadores que desgraciadamente ya no están entre nosotros.
La cuarta y última parte del libro está dedicada a las actividades celebradas con motivo de este cincuenta aniversario del club. Se ha intentado hacer una crónica del mismo con sus correspondientes fotografías. Sobre todo esos momentos álgidos que supusieron las visitas de Felipe Reyes y de Amaya Valdemoro, dos de las mayores referencias del baloncesto nacional. Pero especialmente la jornada de convivencia celebrada en la sede de la comparsa de Piratas. Aquel soleado sábado sirvió para que muchos amigos se reencontraran, para que se recuperaran muchas anécdotas, para reunir a los integrantes del primer equipo, para que el aire respirara a ba-lon-ces-to, como diría Pepu Hernádez.
Con dicha crónica, daríamos por concluido el libro y también mi intervención, pero antes quisiera reiterar nuestro agradecimiento a todas las personas que lo han hecho posible, a quienes han colaborado directamente y a quienes lo han hecho de manera involuntaria con su vinculación al club, ya fuera en la pista o fuera de ella. Este libro es de todas y todos, es nuestro.
He empezado evocando mis primeros recuerdos sobre el baloncesto y me gustaría terminar de la misma manera. Porque cuando pienso en aquel niño que se quedaba mirando, en las mañanas frías de invierno, a aquel grupo de soñadores con sus camisetas blancas de tirantes, su corta edad le impediría ver algo que estaba ahí. Me refiero a la chispa en los ojos de esos jugadores, a la ilusión por un sueño que probablemente no imaginaron tan extenso ni tan bello. No me equivoco al asegurar que esa misma chispa sigue viva hoy. Cincuenta años después, seguimos siendo esos locos con una pelota naranja en las manos, pero ahora con una historia enorme detrás y con la ilusión intacta de seguir escribiéndola. Ese, quizá, sea el mayor logro de todos.
PEPE VILCHES
Buenas noches a todos y todas.
Gracias por compartir este día tan especial para nuestro club.
A nivel personal he tenido la suerte de poder representar a este club en una fecha concreta, vivencias y momentos… Pero no dejo de ser más que una gota en la inmensidad de esta marea llamada V74. Como se ha comentado han pasado por el mas de 1500 familias. Comisión del 50 aniversario, mucho esfuerzo, pero cuanta recompensa. Insisto he tenido la suerte de estar en este momento. Un uvero más. De conocer gente, gente de club, jugador@s, entrenador@s, que se han prestado desde el primer día a lo que fuera, que decir de Salva Cerdán, plantearle un logo para el 50 aniversario y lo siguiente unos bocetos y unas ideas iniciales. Si sigo con el hombre que tengo al lado mío, Francisco Javier Rodenas, gracias por esta enorme locura y todo tu tiempo, bendito regalo. Santi y Angel, más que nuestros fotógrafos de cabecera. A la concejalía de deportes, y personalizando en particular, Maite, gracias no solo por este proyecto sino por todos los compartidos estos años. Por supuesto nuestro agradecimiento a todo el Ayuntamiento y corporación pero no solo por hoy, durante toda la historia del club y todos sus cambios a lo largo de la misma.
No pretendo extenderme, pero un deseo personal esta noche, que sigamos celebrando muchos años por el motivo que sea y que el club siga cumpliendo años y disfrutando de este deporte que nos une y forma la gran familia que somos.
Vamos a proceder de forma simbólica a la entrega de libros por parte de los jugadores fundadores. Pedimos por favor que nos acompañen en el escenario una de las primeras integrantes, Mª Carmen al igual que en el equipo masculino José Eladio y a los jugadores que inician su etapa en el club, Alberto y Nerea de los equipos infantiles y junior.
Recordar por último que los libros estarán disponibles a la propia salida de la presentación y van a estar también en el estanco Villena nº 1 de la Avenida de la Constitución nº26.
FULGENCIO JOSÉ CERDÁN
Buenas tardes,
Gracias por la invitación y por permitirme disfrutar de este acto, de este reconocimiento a una institución fundamental que ya es parte de la historia de nuestra ciudad.
El V-74 Club Baloncesto Villena es más que una entidad deportiva. El ‘UVE’ es parte de nuestra ciudad, porque su fundación - hace ya 51 años- constituye un paso determinante para una sociedad villenense, una sociedad que quería crecer en aquellos complejos años 70 del pasado siglo.
En estas páginas del libro que desde hoy podremos tener en las manos, están las primeras cinco décadas de desarrollo del sueño de aquellos chavales, tan jóvenes como llenos de coraje suficiente para formalizar su inscripción en la Federación.
Para mí, más allá de lo que supone para el deporte de nuestra ciudad, esa decisión tomada en 1974, fruto de una ilusión, demuestra un modelo de comportamiento y un gesto de autoestima por nuestro pueblo, que debe ser conocido y debe ser respetado por todos y todas. De ahí, el valor de estas páginas del libro de la historia de nuestro UVE. La historia de nuestro baloncesto, también es la historia de los cambios sociales: la fuerza del grupo, la inclusión de la mujer, el asociacionismo, la libertad que comenzó en aquella época histórica, la democratización del deporte, y tantas y tantas cosas.
Es esencial reconocer, la importancia que tiene el deporte en la formación humanista de las personas; el deporte como escuela de vida; el deporte como actividad que forja personas valientes, altruistas, solidarias, que buscan en su práctica algo más que ganar un partido: superarse así mismos.
Y, algo aún más importante aún, que tiene que ver directamente con el baloncesto: trabajar en equipo, vivir y compartir los retos de manera colectiva. Entender que uno es importante en la medida que tiene una función determinada dentro de un engranaje, donde lo importante son todos, es el grupo, lo que garantía su correcto funcionamiento. Esta es la grandeza de un deporte como el Baloncesto.
Tenemos que remontarnos al equipo inicial de este UVE: Wenceslao, Julio, Manolo, Milla, Ángel, José Eladio, Cascales y "Garfio", a Manuel Esteva y Miguel Cuenca, así como a Paco Lorente, Alfonso Laguna y Juan Palao. Y tras ellos, y con ellos, a todos los que han formado parte de esta gran familia, tanto como jugador o jugadora, como equipo técnico o directivo. Este grupo de personas representa a todos los que han sido parte de este club en estos 50 años.
Sabed que para Villena, el UVE es mucho más que baloncesto. 50 años representan – como ya sabéis bien los veteranos y veteranas de la vida – una edad de estabilidad, de madurez, pero también de nuevas etapas, cambios y retos presentes y futuros.
Aprovecho el momento, para mandar un afectuoso saludo a Salvador Mullor y a Juan Martínez quienes nos acompañan esta tarde y quienes impulsaron lo que en su momento era una necesidad, la construcción en el año 1993 del Pabellón Municipal. Algo que supuso un antes y un después, un salto de calidad en las instalaciones municipales destinadas a varias disciplinas deportivas, y al baloncesto en particular.
Quiero que sepáis la familia que forma el V-74 Club Baloncesto Villena que para esta nueva etapa que se abre, para los próximos años y futuras décadas, no vais a estar solos. Contad con el Ayuntamiento, contad con nosotros.
En ese sentido, comentar que el proyecto y la dirección de obra del nuevo pabellón ascienden 292.000 €. En cuanto al pabellón estamos calculando que rondará entre los 6 y 7 millones de euros, pero la cifra la fijará el proyecto.
Este momento se ha demorado más de lo que queríamos porque, como sabéis, en un inicio se planteó su construcción en la parte superior del polideportivo cubriendo la pista de Fútbol, Patinaje y Frontón. Para ello se hicieron los estudios geotécnicos y desaconsejaron su construcción en esa zona, tuvimos que cambiar el planteamiento, comenzar de nuevo y finalmente la instalación se construirá en la parcela intermedia.
Para concluir quiero agradecer el trabajo realizado por José Vilches y su equipo en la realización del aniversario y por trabajo dedicado a dirigir esta entidad, y agradecer también a Andrés Pastor y a quienes le acompañan, por situarse al frente del Club en esta nueva etapa.
Y muchas gracias a quienes han hecho posible este libro importantísimo para la historia y la cultura social de nuestra sociedad, gracias que hago extensivas a quienes han hecho, hacen y harán posible la vida del UVE.
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