Te debo mucho amigo mío.
9 de septiembre de 1976
Ramón García, Juan Navarro, José Luis Pérez y Luismi Ferrando
Te conocía de vista, pero fue antes de aquellas fiestas del 76 cuando mi madre nos presentó, enseguida me caíste bien.
Recuerdo ese joven día cinco, tú te mojaste por fuera y yo me mojé por dentro. Fue alucinante, aquella tarde cuando nos mezclamos con todos los colores del mundo que discurrían por la Losilla; abrazos con moros, piratas, ballesteros, cristianos…, todo era nuevo para nosotros. Aun nos dio tiempo de esperar a la Virgen en el paso a nivel.
Ese fue el principio de nuestra larga amistad. Te debo mucho amigo mío.
Fíjate que a mí siempre el día cuatro me ha gustado salir, tú en cambio has preferido quedarte en casa. Ya sabes que siempre te he dado la razón cuando el día cinco me decías que tú tenías en el bolsillo más dinero que yo.
Te debo mucho amigo mío, porque contigo he abrazado a los amigos y hemos llevado del brazo en la ofrenda a nuestra princesa. Hemos disfrutado de las noches de Troya con las mujeres más bonitas del mundo. Aquellas noches inolvidables con capa que nos abrigaba en las largas madrugadas y con la que cobijábamos a aquella muchacha.
Te debo mucho amigo mío, por permitirme llevarte cuarenta años siempre a mi lado en fiestas, y quiero que sepas que me enorgullezco de ser tu amigo y que te defenderé siempre.
Te debo mucho amigo mío, por hacer que cada Día Cinco a las tres de la tarde seas una ceremonia y me hagas emocionarme recordando tiempos pasados, con sentimientos que ni el más sensible de los poetas podría expresar.
Te debo mucho amigo mío y a las manos que te parieron con pana selecta y prietas puntadas que hacen que valga la pena esperar un año para verte.
¿Qué sería de ti sin tus cordones blancos, tu elegante capa, sin tu gola orgullosa y sin tus guantes que pasean la blanca cuchara?
Mi traje de estudiante, no hay otro como tú. Te debo mucho amigo mío.
José Luis Pérez García
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