GENEROSO RASGO DE LOS HIJOS DE CHAPÍ
Durante su estancia en nuestra Ciudad con ocasión del Centenario de su glorioso padre, D. Emilio y D. José Chapí tuvieron un gentilísimo rasgo que nos importa dejar señalado en estas páginas. Poseedores de sendas coronas que varios autores y empresarios madrileños ofrendaron a D. Ruperto en la época en que el genial compositor luchaba denodadamente en pro de sus compañeros desvalidos, quisieron ambos corresponder de algún modo al esfuerzo que la Ciudad había realizado en honra y prez de su progenitor. Y no dudaron en desprenderse de unos objetos de tan subido valor material y espiritual.
El día 28 de marzo se trasladó la familia del Maestro, acompañada de algunas autoridades locales, al Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes, donde D. Emilio ofrendó la suya a la venerada Patrona de la Ciudad, depositándola en manos del capellán del Santuario D. José Joaquín Martínez en un acto sencillo y emocionante.
Al día siguiente, D. José hizo el ofrecimiento de la suya a la ciudad de Villena en la persona de su alcalde D. José Rocher, quien, con emocionadas palabras, agradeció el obsequio en nombre de la ciudad que representa.
Villena se honra desde entonces en ser depositaria de estas joyas históricas,—una de las cuales se reproduce a continuación—que han de contribuir en gran manera a mantener vivo el recuerdo de su antiguo y glorioso poseedor.
Extraído de la Revista Villena de 1951
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