1952 VILLENA POR...

VILLENA

CRISTÓBAL PÉREZ BELLOD

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Una ciudad magnífica, industriosa,

que noblemente en laborar se afana;

joyel soberbio de la tierra hispana

brillando al beso de su fe grandiosa.
Su aspecto limpio la proclama hermosa

como un rayo de sol en la mañana;

tiene una huerta por demás lozana,

y una conducta por demás honrosa.
El genio de Chapí le diera brillo;
le diera fortaleza su Castillo
y su vida ejemplar la hiciera buena.
Cristiana y pasional, su amor dedica
al culto de su Virgen "Morenica"
que es la perla mejor que hay en Víllena.

ANGELES SOLER GUILLÉN

***
Calor. La piedra viva
calcinada de sol.
(Silencio de zumbidos).
La tierra tiene sed.
(Las doradas avispas
una vez y otra vez).
Por las piedras desnudas del camino
va trazando su huella mí destino.
De la montaña árida
baja un aire amarillo
de romero y tomillo.
(Las avispas doradas...)
Otra vez el camino
con sus piedras amargas.
Dos bueyes arrastrando
su lentitud...
Campanas...
El ocaso rojizo,
silencioso, se apaga.

***

Revista Villena 1952

Cedida por... Elia Estevan