UN FESTERO
Inmersas en una función definida, casi ritual, decantada tras un siglo de existencia, nuestras comparsas de Moros y Cristianos componen en los actos del programa oficial de fiestas una estampa consabida, de la cual pueden predecirse aspectos y actitudes sin apenas riesgo de errar el vaticinio.
Mas esto solamente es así en términos generales; pues, a poco que se ahonde en la interpretación de las fiestas realizada por cada una de las comparsas, se descubrirá la existencia de un matiz de diferenciación que establece para casi todas ellas una personalidad que las singulariza. Y esta forma de ser determinada está arraigada hasta el punto de producir un fenómeno que requiere detenido estudio: el de que la comparsa, dados un espíritu propio y una forma de actuar, imponga subjetivamente al festero la línea de conducta a seguir, y no, como cabría esperar, que sean sus elementos integrantes, o los nuevos miembros, los que alteren, hasta modificarla, la personalidad del conjunto.
Foto UTRILLA
Inmersas en una función definida, casi ritual, decantada tras un siglo de existencia, nuestras comparsas de Moros y Cristianos componen en los actos del programa oficial de fiestas una estampa consabida, de la cual pueden predecirse aspectos y actitudes sin apenas riesgo de errar el vaticinio.
Mas esto solamente es así en términos generales; pues, a poco que se ahonde en la interpretación de las fiestas realizada por cada una de las comparsas, se descubrirá la existencia de un matiz de diferenciación que establece para casi todas ellas una personalidad que las singulariza. Y esta forma de ser determinada está arraigada hasta el punto de producir un fenómeno que requiere detenido estudio: el de que la comparsa, dados un espíritu propio y una forma de actuar, imponga subjetivamente al festero la línea de conducta a seguir, y no, como cabría esperar, que sean sus elementos integrantes, o los nuevos miembros, los que alteren, hasta modificarla, la personalidad del conjunto.
Foto UTRILLA
xOK.jpg)
Ello no obsta para que ciertos hombres lleven también a la fiesta, en ocasiones, un sello peculiar. Y de aquí la razón de ser de estas líneas. Nos referimos a un aspecto poco común en nuestras comparsas y circunscrito curiosamente a alguno de los miembros de una de ellas: es ésta la de los Labradores. Si la observamos durante "La Entrada" veremos que, tras el desfile de las clásicas escuadras, llega el pintoresco cortejo de los carros huertanos, atiborrados de frutos, con rústicas vasijas de diversas formas que contienen el vino generoso, ornados con añejos y típicos cacharros, pendulantes a causa del traqueteo que supone para las duras llantas el adoquín que constituye el piso de la Corredera. Y, en algunos de esos carros, unos cuantos "maseros" representan escenas que tienen, año tras año, un común denominador: el de una intención satírica, que pone al descubierto leves defectos o revela imperfecciones locales de cualquier orden, denunciados donosamente en pintorescos versos, a la vez que ridiculizados en sus más risibles aspectos con expresiva mímica.
Uno de estos festeros es Francisco Revert García, "Calabuig", quien no falta, desde hace muchos años, a esta cita con los espectadores, que esperan de él nuevos frutos de su ingenio, expuesto siempre en situaciones cuyas más peligrosas aristas soslaya con sorprendente tacto. Este "masero" cultiva siempre un humor moralizador, amable, exento de acritud. Y lo sabe revestir de una puesta en escena, donde huelgan las palabras, que constituye la delicia de los espectadores de "La Entrada".
Foto RIPOLL
Uno de estos festeros es Francisco Revert García, "Calabuig", quien no falta, desde hace muchos años, a esta cita con los espectadores, que esperan de él nuevos frutos de su ingenio, expuesto siempre en situaciones cuyas más peligrosas aristas soslaya con sorprendente tacto. Este "masero" cultiva siempre un humor moralizador, amable, exento de acritud. Y lo sabe revestir de una puesta en escena, donde huelgan las palabras, que constituye la delicia de los espectadores de "La Entrada".
Foto RIPOLL
xxOK.jpg)
ROJAS
Extraído de la Revista Villena 1967
No hay comentarios:
Publicar un comentario