El jueves ha sido un día pleno. Ha sido una demostración profunda de la tradición cristiana, en la que en todos y cada uno de sus actos llevan impreso un sello de perfección.
Al término de la Misa de Jueves Santo «In Coena Domini», que conmemora la institución de la Sagrada Eucaristía y del sacerdocio de la Iglesia, el tabernáculo queda vacío en memoria de la muerte de Jesús. Se hace entonces la reserva del Santísimo Sacramento en un lugar especial, tradicionalmente denominado «Monumento».
De esa manera, desde la noche de Jueves Santo hasta la Misa de Resurrección los sagrarios de todas las iglesias quedan sin hostias, para mejor simbolizar la trágica ausencia de Nuestro Señor “crucificado, muerto y sepultado”. No obstante, con su insuperable tacto maternal, la Iglesia introdujo en esos días la costumbre de guardar o reservar en un lugar aparte las hostias consagradas, necesarias para administrar la Eucaristía a los fieles que desearan comulgar en Viernes Santo. Fue ése el origen remoto de la ceremonia del traslado del Santísimo Sacramento al “Monumento”.
En la Iglesia de Santa María ha tenido lugar el LAVATORIO, durante la celebración del oficio de la Santa Misa, acto en el que han participado miembros de las distintas cofradías y hermandades.
Con la participación de los pasos CRISTO DE LA COLUMNA, ECCE HOMO (de la Hermandad del Cristo de las Penas), con NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES, y NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, se llevó a cabo la PROCESION DEL SILENCIO.
En el silencio y oscuridad de la noche la luz de la fe con el solo resplandor de unos candiles nos invita a la meditación en el recorrido casi beatifico.
Fotos... Josse Peluquero, Jesús Redondo y VC.
1 comentario:
Espectáculo ideal para la noche del terror en el rabal
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