Antón, mira que te digo: ¿Sabes de qué m'enterao? Amos, cuando me l'han dicho, mira, m'he quedao parao.
-Pero... ¿Qu'es lo qu'ha pasao?
-Tú pon la mano en tu pecho a ver con quién han contao p'hacer lo que nus han hecho.
-Jelipe, me ties desecho, cuéntame antes que reviente. ¿Quies decirme qu'ha pasao?
-Pos qu'han trasladan a Vicente. -zQu'ha sío una cosa urgente?
-¡Yo qué sé! Si m'enterao porque me ¡'ha dicho el Chato cuando s'iba pal poblao.
-¿No t'ha dicho qu'ha pasao? ¿Si es que la dan un achuchón estando allí en la alcaldía.
-¡Si no es el Alcalde, Antón! Es el cura.
-Con razón.
¿Qu'es el cura del poblao? Al decirme tú Vicente, Jelipe, m'había asustan. ¿Pero qué dice la gente?
-La gente ha quedado con pena, porque Vicente es un cura que l'aprecia to Villena.
En cuanto allegó a la Virgen, se ganó a tos los launeros, y al poco s'habia ganan al resto de villeneros. Después jué cuando le dieron la parroquia del poblao, y allí le pasó lo mismo.
-Ese tío es qu'es mu salao. Hace amistá en to los laos
ya puen mandarlo ande quieran. ¿Tú alguna vez has estao en la Misa Rociera?
-Trata a tos, de tal manera, qu'hoy ese cura ande vaya hará amistá con to Cristo, porque sabe dar la talla y no es de los que se callan, porqu'el hombre sabe hablar.
-Lo que yo no sé por qué lo tienen que trasladar. To la vida ha pasao igual, viene una presona güena
y en cuanto qu'hace amistá se lo llevan de Villena.
-Pos eso es lo que da pena, si hubia sío un pelagartar lo dejan aquí pa siempre y no se lo quien llevar. -¿Y ara quien se v'ha quedar en puesto de Don Vicente.
-No sé, alguno mandarán pero no será como este.
Desde aquí le deseo suerte, sé que s'habrá ido con pena y quien mas duna ocasión s'acordará de Villena.
Creo que vendrá pa las fiestas, puede venir cuando quiera y como todos decimos dirá: «DÍA CUATRO QUE JUERA».
Revista Villena 1999.
-Pero... ¿Qu'es lo qu'ha pasao?
-Tú pon la mano en tu pecho a ver con quién han contao p'hacer lo que nus han hecho.
-Jelipe, me ties desecho, cuéntame antes que reviente. ¿Quies decirme qu'ha pasao?
-Pos qu'han trasladan a Vicente. -zQu'ha sío una cosa urgente?
-¡Yo qué sé! Si m'enterao porque me ¡'ha dicho el Chato cuando s'iba pal poblao.
-¿No t'ha dicho qu'ha pasao? ¿Si es que la dan un achuchón estando allí en la alcaldía.
-¡Si no es el Alcalde, Antón! Es el cura.
-Con razón.
¿Qu'es el cura del poblao? Al decirme tú Vicente, Jelipe, m'había asustan. ¿Pero qué dice la gente?
-La gente ha quedado con pena, porque Vicente es un cura que l'aprecia to Villena.
En cuanto allegó a la Virgen, se ganó a tos los launeros, y al poco s'habia ganan al resto de villeneros. Después jué cuando le dieron la parroquia del poblao, y allí le pasó lo mismo.
-Ese tío es qu'es mu salao. Hace amistá en to los laos
ya puen mandarlo ande quieran. ¿Tú alguna vez has estao en la Misa Rociera?
-Trata a tos, de tal manera, qu'hoy ese cura ande vaya hará amistá con to Cristo, porque sabe dar la talla y no es de los que se callan, porqu'el hombre sabe hablar.
-Lo que yo no sé por qué lo tienen que trasladar. To la vida ha pasao igual, viene una presona güena
y en cuanto qu'hace amistá se lo llevan de Villena.
-Pos eso es lo que da pena, si hubia sío un pelagartar lo dejan aquí pa siempre y no se lo quien llevar. -¿Y ara quien se v'ha quedar en puesto de Don Vicente.
-No sé, alguno mandarán pero no será como este.
Desde aquí le deseo suerte, sé que s'habrá ido con pena y quien mas duna ocasión s'acordará de Villena.
Creo que vendrá pa las fiestas, puede venir cuando quiera y como todos decimos dirá: «DÍA CUATRO QUE JUERA».
Revista Villena 1999.
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