Elogio a la mujer de mi pueblo
¡Hela aquí! De la vega levantina,
ensoñado rincón en donde mora,
es su imagen, gentil y soñadora,
la flor más delicada y peregrina.
A través de sus ojos, se adivina
un alma de belleza seductora,
reflejo del encanto que atesora
y emblema de su gracia genuina.
El ánimo cautiva por completo;
si afable y atrayente es en su trato,
modelo es de virtud y fe cristiana.
No cabe su retrato en un soneto,
más si he de bosquejar este retrato,
me basta con decir que es... ¡mi paisana!
Ricardo MENOR
Cedido por... Los Luises
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