EL CINE QUE NO VEMOS
Fotograma de la mejor película española del año, que sí veremos en Villena, gracias a la Semana de Cine.
El pasado año y desde las páginas de la revista "Villena", analizábamos la situación que se viene produciendo últimamente en tomo al cine, ya no como arte, sino como fenómeno social. Decíamos que el hecho de ir al cine estaba en crisis, y que teníamos la esperanza de que no muriera, para llegar a la conclusión, que el cine es mejor en el cine.
Pues bien, por desgracia en Villena, a lo largo del año 89, las oportunidades que hemos tenido de seguir manteniendo esa satisfacción de acudir a una sala oscura para presenciar una proyección, se han reducido al mínimo. Afortunadamente, todavía sigue realizando una programación ininterrumpida la única sala comercial existente hoy con lo que supone de oportunidad de tener cine todas las semanas.
Claro está, que no es ni suficiente, ni la solución ideal. Una sala comercial, como negocio que es, siempre funcionará con unos criterios lucrativos que no siempre se relacionan con una selección seria y digna del material a exhibir. Por ejemplo, del total de películas que se estrenan en nuestro país al cabo de un año, al margen de poder ofrecer no más de una cuarta parte, habrá una serie de títulos que en la terminología del sector se denominan "cabeceras", que serán sin duda, los llamados a ser estrenados y pronto además, en Villena. Sin embargo, otros que a priori no ofrecen el mismo juego comercial no se verán nunca o lo harán tarde y en malas condiciones.
Por otro lado, las proyecciones que se realizan a través de otros circuitos, cada vez escasean más. Entidades privadas como las Cajas de Ahorros que dentro de su labor social ofrecían con regularidad, sesiones de Cine Forum en la presente temporada, no han realizado ninguna. Los colegios que por medio de las asociaciones de padres, también colaboraban, no lo han hecho ahora. Hasta las proyecciones infantiles han desaparecido en la mayoría de los casos. Por último, la Casa de la Cultura y el Ayuntamiento, han reducido drásticamente su actividad, incluso la colaboración que prestaba una asociación como el Cine-club "Villena", ha disminuido hasta casi su desaparición.
Con todo lo expuesto, queda de manifiesto, que en Villena cada vez es más difícil tener acceso al cine, y sobre todo al cine de calidad, que se puede contemplar en otras poblaciones parecidas a la nuestra. Así y haciendo referencia a títulos concretos, diremos que películas como "Arde Mississipi" o "Armas de mujer", éxitos de taquilla en otras plazas, gracias a los codiciados "Oscars" siguen inéditas aquí. Y desde luego, si títulos bastante taquilleros como esos no se han visto, difícilmente tendremos oportunidad de ver otros totalmente minoritarios como "Las bodas bárbaras" o "Blue iguana".
Es evidente que hemos nombrado unas películas al azar, para que sirvan como muestra del cine que no vemos, pero la lista sería interminable. Hay pues que buscar soluciones. Y claro está, el sector público es quien debe paliar en cierto modo la situación, ya que a nivel comercial, no parece el cine un negocio muy rentable. Y para ello, lo mejor, es que la Casa de la Cultura ofrezca una programación regular interesante que complemente los títulos que gozan del beneplácito de la empresa privada para su estreno en Villena. Esa programación, podrá ser realizada en ayuda bien del Cine-club, o bien de una comisión asesora de cine, o lo que sea. Pero que en cualquier caso, de una u otra manera, no tengamos que seguir lamentándonos de la no visión de películas donde como dijimos y seguiremos manteniendo, se deben de ver, en el cine.
Antonio V. Martínez
Extraído de la Revista Villena de 1989
Pues bien, por desgracia en Villena, a lo largo del año 89, las oportunidades que hemos tenido de seguir manteniendo esa satisfacción de acudir a una sala oscura para presenciar una proyección, se han reducido al mínimo. Afortunadamente, todavía sigue realizando una programación ininterrumpida la única sala comercial existente hoy con lo que supone de oportunidad de tener cine todas las semanas.
Claro está, que no es ni suficiente, ni la solución ideal. Una sala comercial, como negocio que es, siempre funcionará con unos criterios lucrativos que no siempre se relacionan con una selección seria y digna del material a exhibir. Por ejemplo, del total de películas que se estrenan en nuestro país al cabo de un año, al margen de poder ofrecer no más de una cuarta parte, habrá una serie de títulos que en la terminología del sector se denominan "cabeceras", que serán sin duda, los llamados a ser estrenados y pronto además, en Villena. Sin embargo, otros que a priori no ofrecen el mismo juego comercial no se verán nunca o lo harán tarde y en malas condiciones.
Por otro lado, las proyecciones que se realizan a través de otros circuitos, cada vez escasean más. Entidades privadas como las Cajas de Ahorros que dentro de su labor social ofrecían con regularidad, sesiones de Cine Forum en la presente temporada, no han realizado ninguna. Los colegios que por medio de las asociaciones de padres, también colaboraban, no lo han hecho ahora. Hasta las proyecciones infantiles han desaparecido en la mayoría de los casos. Por último, la Casa de la Cultura y el Ayuntamiento, han reducido drásticamente su actividad, incluso la colaboración que prestaba una asociación como el Cine-club "Villena", ha disminuido hasta casi su desaparición.
Con todo lo expuesto, queda de manifiesto, que en Villena cada vez es más difícil tener acceso al cine, y sobre todo al cine de calidad, que se puede contemplar en otras poblaciones parecidas a la nuestra. Así y haciendo referencia a títulos concretos, diremos que películas como "Arde Mississipi" o "Armas de mujer", éxitos de taquilla en otras plazas, gracias a los codiciados "Oscars" siguen inéditas aquí. Y desde luego, si títulos bastante taquilleros como esos no se han visto, difícilmente tendremos oportunidad de ver otros totalmente minoritarios como "Las bodas bárbaras" o "Blue iguana".
Es evidente que hemos nombrado unas películas al azar, para que sirvan como muestra del cine que no vemos, pero la lista sería interminable. Hay pues que buscar soluciones. Y claro está, el sector público es quien debe paliar en cierto modo la situación, ya que a nivel comercial, no parece el cine un negocio muy rentable. Y para ello, lo mejor, es que la Casa de la Cultura ofrezca una programación regular interesante que complemente los títulos que gozan del beneplácito de la empresa privada para su estreno en Villena. Esa programación, podrá ser realizada en ayuda bien del Cine-club, o bien de una comisión asesora de cine, o lo que sea. Pero que en cualquier caso, de una u otra manera, no tengamos que seguir lamentándonos de la no visión de películas donde como dijimos y seguiremos manteniendo, se deben de ver, en el cine.
Antonio V. Martínez
Extraído de la Revista Villena de 1989
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