1992 CULTURA Y CINE

CULTURA Y CINE. Por Antonio V. Martínez

El año pasado publicábamos en estas mismas páginas un artículo que conmemoraba os diez años de «Semanas de Cine», en el que al margen de celebrar dicho acontecimiento, nos hacíamos eco de a ausencia total de cualquier otro tipo de actividad cultura dentro de terreno cinematográfico propiamente dicho. Si mucho se había tenido que luchar por llegar a la décima edición de la «Semana», más todavía se había intentado conseguir una programación regular cinematográfica a lo largo de todo el año.

Hoy podemos sentirnos satisfechos a rea izar el balance anual, puesto que por fin sí que ha habido continuidad, Desde el mes de octubre del 91 y hasta abril del corriente, tres ciclos monográficos han cubierto un amplio abanico de títulos diversos. Muchas, no obstante, han sido las penurias y las dificultades por las que se ha tenido que atravesar para que se consiguiera el objetivo.

El principal obstáculo saltó nada más empezar, cuando se debía anunciar la primera proyección, se suspendió el ciclo, posteriormente parece que sí se podía realizar pero empezando más tarde. En fin, ante tal indecisión tuvo que ser de nuevo el Cine-Club VILLENA que llevaba inactivo como tal unos años, quien se lanzara en principio como organizador de la primera película de un ciclo denominado «Nuevo cine americano». Así, desde el 9 de octubre, fiesta de la Comunidad y durante seis días consecutivos, se proyectó la película protagonizada por el actor y director Kevin Costner, que había triunfado ese año con «Bailando con lobos», «Robín Hood, príncipe de los ladrones». Esta nueva versión del mítico personaje dirigida por K. Reynolds y protagonizada por esa nueva estrella de Hollywood que es Costner, consiguió batir todos los récords de asistencia y se convirtió en un auténtico fenómeno social, consiguiendo incluso que personas que no habían acudido nunca a las instalaciones de la Casa de la Cultura, lo hicieran por vez primera.

A partir de entonces resultó todo más fácil, y parecía que se iba a desarrollar con normalidad, No obstante, semanas después se paralizó de nuevo la actividad en la Casa de la Cu tura, al no haber acuerdo para una ampliación de presupuestos. Se suspendió el cine una semana, que afortunadamente fue la única. Desde ese instante y hasta el final ya no hubo más incidentes, realizándose por fin una feliz temporada cinematográfica con ciclos regulares, al margen de diversas proyecciones que se realizan para complementar otras actividades cultura es.

Tras e ciclo americano, otro de cine español y un repaso al cine comunitario, completaron una actividad que por fin se había podido desarrollar sin más complicaciones. Es de esperar que para el próximo curso contemos de nuevo con ella, y a ser posible, sin tantos infortunios que la hagan tambalearse.

Por ú timo, destacaremos que una vez más, y ya son 11, cuando estas líneas estén en la calle, se estará celebrando la «Semana de Cine». Con los ingredientes habituales de calidad y comercialidad y superándose año tras año. Por vez primera el presupuesto de la misma supera los dos millones de pesetas. Alegría, pues, por partida doble este año, por un lado la continuidad de magno acontecimiento pionero en Viena de manifestaciones artísticas de mismo tipo en otras áreas de la cultura, y en segundo lugar, a continuidad en la programación cinematográfica a lo largo del año. Por fin la «Semana» ya no está sola, ahora sólo nos resta desear que siga así.

Extraído de la Revista Villena de 1992