MILA MURILLO LA VOZ DE LA NAVIDAD 2023

PREGÓN DE NAVIDAD 2023

Milagro Inés Murillo Cerdá. Casa de la Cultura 16 de diciembre de 2023

Autoridades, socios de la Asociación de Belenistas de Villena, socios de la Agrupación de Fiestas de Navidad y Reyes Las Virtudes, villenenses, familia, amigos y amigas que esta noche os habéis acercado hasta aquí para acompañarme y escuchar el pregón de Navidad que, junto a la inauguración del Belén Monumental realizado por la Asociación de Belenistas y con la colaboración del Ayuntamiento de Villena, son los dos actos que desde la Casa de la Cultura dan inicio a la Navidad. 

Buenas noches a todos.

En primer lugar, me gustaría felicitar a dicha Asociación por la celebración de su cincuentenario.

Enhorabuena. 

Vuestra andadura a lo largo de este tiempo ha sido un ejemplo de tesón, de trabajo, de esfuerzo y de ilusión, para que todos los años esté a punto el tradicional Belén y que los villenenses puedan deleitarse con vuestra obra, que año tras año nos sorprende. 

Estamos desando ver lo que nos habéis preparado en este Aniversario.

Gracias.

Todos esperamos que continuéis vuestra incansable labor para que sigamos mostrando estas tradiciones a nuestros descendientes.

No olvidéis que sois parte importante de la historia de Villena.

Me gustaría agradecer al alcalde de Villena Fulgencio Cerdán Barceló, la decisión de haber depositado en mí su confianza para llevar a cabo esta tarea y sobre todo por el motivo que me ha elegido.

Esta noche no soy sola dando este pregón, sino que soy la cara visible de todos los cooperantes que día a día trabajamos juntos para llevar luz a los rincones más oscuros, para llevar recursos y apoyo emocional a quienes los necesitan, y siempre bajo el lema de la solidaridad y esperanza.

¡Ojalá pueda transmitiros esa luz y visión que llevamos en todos nuestros proyectos!

Una vez asimilada esta tarea me puse manos a la obra buscando las mejores palabras para poder pregonar que una nueva Navidad llega a Villena.

Aunque sabéis que no soy persona de palabras, sino más bien de hechos. Estoy más cómoda detrás del objetivo, detrás de los escritos. Nunca he considerado que estar delante fuera mi papel, aunque hoy la vida me da la oportunidad de ponerme al frente y expresar todo lo vivido. 

Hoy todos vosotros me habéis dado voz.

Me dais voz para que pueda anunciar buenas nuevas y que, aunque sea un tópico, nunca pueden faltar.  

Me dais voz para transmitir mensajes de paz, en tiempos de guerra.

Me dais voz para animaros a seguir trabajando en vuestro interior, para que una vez llenos, podamos darnos a los demás. 

Me dais voz para transmitir alegría, pues os puedo asegurar que la he visto en las peores condiciones, y que sólo depende de nosotros el poder entregarla.

Me dais voz para hablaros de amistad y de buenas intenciones entre todos.

Me dais voz para ponerle una nota de humor a la vida.

Me dais voz para hablaros de esperanza y progreso en temas de salud que son tan necesarios.

Me dais voz para enviar mensajes de amor.

Me dais voz para invitaros a abrazar, ayudar y sonreír a todos.  

Cuando rememoro la Navidad, mis primeros recuerdos son las vivencias y encuentros familiares, con la complicidad de mis hermanos, las cenas con los tíos, las risas con los primos y ya un poco más mayor los intensos momentos con las amigas y amigos sobre todo cuando estás fuera y vuelves al calor de tu casa por Navidad. Quien no ha tarareado la famosa frase “Vuelve a casa vuelve, por Navidad”

Con mis ojos de niña, veía a mi padre montando los adornos de la casa y el Belén, con sus figuras, sus mecanismos, siempre ideando formas nuevas, una actividad que ha llevado a cabo casi toda su vida y que a sus 90 años ha querido mantener. Sigo viendo la misma ilusión en su cara y en sus manos manipulando todas las piezas. 

Ahora mis ojos de adulta vuelven a la niña cuando lo veo así, y os invito desde aquí a que visitéis el escaparate de la óptica, donde ha retomado montar el Belén, para que no sólo lo observéis, sino que pensemos en las manos y sentimientos de aquellos que hacen posible que se lleven a cabo estos nacimientos y el mensaje que aportan.

Pero la noche de Reyes, ese era el terreno de mi madre, le tengo que agradecer la ilusión que ponía para que esa noche fuera mágica; te aseguro, yaya, que lo conseguiste. 

Cuántas veces de pequeña creía haberlos oído entrar y dejar los regalos; y con el paso de los años he hecho lo mismo con mis hijos Sara y Arturo, hacedles creer que venían a casa; dejando el agua y pan en el patio para los camellos y que recogía cuando dormían. Por la mañana me despertaban para darme la noticia de que ¡Mamá, han venido los Reyes! Y yo los miraba con cara de sorpresa y admiración. 

Esa noche es mágica para todos.

¿Quién no siente un cosquilleo al preguntar y saber que se cumplirán sus sueños?

¿Quién no siente emoción al ver las caras de sorpresa de los más pequeños?

¿Quién no siente emoción al ver las carrozas con los Reyes y cuando pasa ese camión enorme con todos los regalos? 

Y mi Navidad tampoco tendría sentido sin mis amigas y amigos; esos momentos de abrazos, besos y charlas con quien hace tiempo que no te ves y que te alegras tanto de saber de ellos. Son momentos de alegría al encontrarnos, porque todos sentimos un nexo entre las personas que hemos compartimos vivencias y sentimientos desde la niñez. Y que decir tiene de las nuevas amistades que vas forjando día a día y de las cuales te llenas y sigues andando tu camino junto a ellas. 

El trabajar en el terreno de la cooperación me ha hecho sentir cosas con las cuales ha ido cambiando mi manera de ver y entender el mundo. 

Todas las experiencias vividas me han hecho salir reforzada en valores como la generosidad, trabajo, sinceridad, paciencia, esfuerzo, solidaridad, respeto, entrega, amistad y amor.

Valores que a veces se nos olvidan en este mundo tan ajetreado que vivimos y los cuales tendríamos que tener presentes más a menudo. 

He participado en más de 20 proyectos de cooperación, a lo largo de estos 11 años,  en Burkina, Kenia, Chad, Sierra Leona, Senegal e incluso poblaciones de España, todos relacionados con el mundo de la visión y os puedo asegurar que guardo en  mi corazón un trocito de cada uno de ellos, un recuerdo;  porque me han hecho superarme, me han hecho madurar, he aprendido una nueva lección con cada uno de ellos y lo más importante es que he recibido de ellos mucho más, de lo que yo he podido dar.

Doy gracias a la vida por haberme enseñado la grandeza de este mundo, por dejarme ser consciente de que somos muy pequeños ante esa inmensidad, aunque al final nuestro trabajo sea aportar un grano de arena para que otras personas puedan volver a ver. 

Y no hay mayor recompensa que ver sus caras de alegría y de agradecimiento después de aportar un poco de luz en ese mundo de ceguera.  

Me gusta volver a África, porque allí me siento útil, porque siempre necesitan ayuda, porque te hacen sonreír, porque no puedes pensar en ti ante todo lo que tienes delante, y me vuelvo cargada de energía y de vitalidad. Y también sé que no sería posible volver allí si no tuviera el apoyo del equipo humano que dejo al frente de mi empresa. Porque soy consciente de que en todos los lugares hay un trabajo y un camino para andar.   

Narración 

Él se sentó frente al fuego junto a la abuela a escuchar sus relatos, hoy la conversación giraba en torno a la Navidad. Ella se entusiasmaba viendo sus grandes ojos cuando le contaba cosas sobre la vida y sus viajes y mirándole le dijo: 

—Recuerda¬ que siempre dejaremos huella con nuestros actos, más que con nuestras palabras. No olvides el mensaje del Principito “Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos” porque al final todo está dentro de nosotros.

—Abuela y, ¿por qué ponemos el Belén?

Belén es una ciudad que se encuentra en territorio palestino y ha sufrido conflictos y tensiones a lo largo de los años. Se cree, según la tradición judía, que es allí donde nació David, rey de los judíos y tiempo después según la tradición cristiana Jesus de Nazaret. Esta es la conexión entre la Navidad y la ciudad de Belén, es una forma de recordar y celebrar el espíritu de la Navidad. En realidad, nosotros recreamos el portal de Belén porque según cuenta la biblia, nadie dio posada a la Virgen y San José y Jesús nació en un establo de esa ciudad. Por eso cuando contemples un Belen piensa que un nacimiento siempre es motivo de alegría y esperanza. 

 Y si Jesús hubiera nacido ahora, ¿qué crees que sentiría? 

—Abuela, yo creo que estaría un poco asustado y triste por la situación que se vive ahora donde él nació—

—Y ¿por qué los Reyes Magos? —

Cuenta la tradición que los Reyes Magos de Oriente llegaron a Belén siguiendo una estrella que les anunciaba que había nacido un nuevo Rey. Entregaron sus presentes al niño y se encontraron con las sonrisas de todos los jóvenes que soñaban que un día el mundo sería un poco mejor para todos.

Y esto es lo que nos pasa hoy en día con los regalos. Aunque somos conscientes de que por una parte contribuimos a una sociedad de consumo, al mismo tiempo pensamos más en los sentimientos que inspiramos en todos aquellos que recibirán esos regalos. Recuerda que lo importante son los sentimientos y las manos que los entregan.

Al principio las cartas están llenas de regalos y juguetes y cuando se va creciendo nuestras preferencias cambian siendo nuestros deseos más auténticos y comprometidos. Soñamos y pedimos que el mundo sea un poco mejor y todos estamos implicados en esta misión.

—Abuela, ¿por qué se ponen luces, en los árboles, en los balcones, en las calles?

Porque queremos adornar y crear un ambiente festivo, simbolizar la luz y la esperanza en medio de la oscuridad. Y a mí me gusta pensar que en estos días somos más capaces de irradiar la luz que llevamos dentro para propiciar un cambio en la sociedad y que muchas veces se nos olvida. 

— ¿Y la música?

La música es el lenguaje universal que nos une a todos. En estos días se cuelan por todos los rincones los villancicos con mensajes que anuncian la Navidad. Los hay que te transmiten sentimientos, de paz y amor y los que con alegres sones nos cuentan las tradiciones navideñas.

—Abuela y ¿por qué nos reunimos en Nochebuena?

—Como su nombre bien indica es una noche de buenas noticias en recuerdo del nacimiento de Jesús. Y para nosotros, además, es una noche entrañable, de compartir en familia, de volver a vernos, donde los lazos de unión que tenemos se fortalecen un poco más.  También es una noche de recuerdos, ya que en todas las mesas siempre faltara alguien al que echaremos de menos. Lo importante es que mientras les recordemos, estarán con nosotros. 

Y tú, querido nieto, ¿te acordarás de mi cuando yo no esté? 

—Por supuesto abuela, yo nunca dejaré que te vayas—

—Y la nochevieja…. ¿Es noche de viejos, de viejas?

—jajaja, efectivamente, es la última noche del año, hacemos repaso de las cosas que nos han pasado, examinamos los retos que nos propusimos y brindamos por lo que está por llegar y en ese lapsus de tiempo, por nuestra cabeza pasan los nuevos proyectos que tendremos para el nuevo año.

Mi compromiso con la sociedad para que esta sea un poco mejor.

Abuela, ¡Cómo me gusta compartir la Navidad contigo!, ahora la entiendo mucho mejor y los sentimientos navideños me van a acompañar todo el año. 

Los sentimientos de ese niño que conversa con su abuela a la luz de la hoguera son, con los que yo esta noche os quiero transmitir; sentimientos de esperanza, paz, alegría, generosidad, solidaridad, respeto, paciencia, entrega, amistad y amor, sentimientos de los que me lleno en mis estancias de cooperación y que intento transmitir durante todo el año a las personas que me rodean.

Muchas gracias por acompañarme y por darme vuestro cariño.

Me dais la voz para decir desde el corazón Feliz Navidad y que y que el próximo año 2024 venga cargado de cosas positivas.

Buenas noches.