En los años 60 era común arreglar las medias de seda, especialmente si eran de alta calidad. A pesar de que el nailon se había popularizado, las medias de seda seguían siendo consideradas elegantes y eran muy preciadas por su calidad y aspecto.
Había máquinas de “coger puntos” que unían la falta de material y evitaban que la carrera avanzase a lo largo del tejido. Estas máquinas, utilizadas fundamentalmente por mujeres, requerían una gran destreza y una atenta concentración.
Vemos un sobre de la Rosa de Oro, comercio emblemático de Villena, donde se metían las medias para reparar.
Cedido por… Juan María Milán Orgilés
No hay comentarios:
Publicar un comentario