16 sept 2022

1967/1991 LAS ESCUADRAS ESPECIALES DE LA FIESTA VILLENENSE

LAS ESCUADRAS ESPECIALES DE LA FIESTA VILLENENSE
Por Alfredo Rojas
No cabe duda de que la Fiesta es un complejo mosaico en el que confluyen motivos de la más diversa índole. Los participantes, en una gran mayoría, no toman parte en ella impulsados por una sola razón, sino por una confusa mezcla de ellas que les lleva a integrarse en las agrupaciones festeras y a ser fieles a la conmemoración anual.
De ahí, de ese conjunto de motivos, nacen los distintos modos con los que se manifiestan los festeros. Unos realizan la fiesta de una manera informal, desinhibido, con el único afán de encontrar en ella el pretexto para una diversión que, si bien es legítima, en ocasiones desborda los cauces que pueden considerarse como adecuados, para tomar caracteres poco apropiados. Otros la llevan a efecto cuidando su presencia en ella, teniendo en cuenta el buen nombre de su Comparsa, de su ciudad, y procurando que su actuación, que el público va a ver e incluso paga en ocasiones por contemplar, merece el respeto que demandan las más elementales formas de la convivencia.
Por tanto, si la Fiesta es actuación depurada, si se considera —entre otras tantas cosas— como un admirable espectáculo, si el desfile debe llevar consigo y mostrar las más escogidas esencias de lo que en nuestra zona se entiende como Fiesta de Moros y Cristianos, fuerza es reconocer que en Villena nadie ha llegado a mayor altura en esta forma de actuar que las escuadras especiales. Todo en ellas es loable: el cuidado en la actuación, la suntuosidad de los atavíos, siempre renovados, prácticamente irreprochables todos ellos. Desde cualquier punto de vista que se juzgue la forma en que las escuadras especiales intervienen, ningún reparo podrá oponérseles, y sólo alabanzas merecen todas las que en Vi-llena toman parte en nuestra fiesta anual.
Los Sarracenos, una de las escuadras especiales más famosas de nuestra ciudad, una de las más premiadas, una de las que los buenos catadores de la Fiesta esperan siempre con la seguridad de que nunca ha de defraudarles, cumplen veinticinco años. Y quieren que esta fiesta en la que celebran sus bodas de plata, tenga la singularidad que demanda el aniversario. Y de ese propósito es testigo esta revista que se constituye en heraldo de la celebración a la que se apresta la escuadra.
Y si todo lo antedicho constituye un elogio de algo muy concreto, que es la actuación pública, las escuadras especiales cuentan en su haber con más méritos de los que en un examen superficial pudiera atribuírseles. Las escuadras han demostrado una gran capacidad para la confección de sus atavíos, función extraordinariamente compleja que comienza con el diseño, del que concretamente en el caso de los Sarracenos se ha ocupado casi siempre Joaquín Sánchez Pardo, uno de los amigos y más estrechos colaboradores de la escuadra en cuestión. Y no menor tarea supone para todas ellas la posterior comercialización de los trajes, sin la cual sería imposible hacer frente a la importante inversión que trae consigo cada nueva vestimenta.
No terminan aquí las circunstancias favorables que pueden atribuirse a estos conjuntos que prestigian nuestra Fiesta. Como ejemplo, quisiera aludir brevemente a una actuación que los Sarracenos ofrecieron en la Fiesta del año 1978. Se cumplía entonces el quincuagésimo aniversario de la fundación de la Comparsa de Moros Realistas, a la que los Sarracenos pertenecen y éstos, por tal motivo, revivieron espectacularmente un episodio de la confrontación moro—cristiana de nuestra historia nacional. Conocido es que el célebre caudillo mahometano Almanzor, en una de sus victoriosas correrías por los reinos cristianos, llegó el año 997 a Santiago de Compostela, destruyendo la ciudad. Hizo allí muchos prisioneros, a los que obligó a transportar las campanas del templo compostelano hasta Córdoba, donde fueron utilizadas como lámparas en la mezquita. Y los Sarracenos, en la Cabalgata de la noche del día seis del año ya citado, el de 1978, rememoraron esta escena, en la cual figurados prisioneros cristianos llevaron unas enormes campanas, componiendo un brillante con-junto que produjo la unánime aprobación de los espectadores.
Los sarracenos continúan siendo una excelente escuadra, que prestigia su Comparsa y a la Fiesta villenense. Tengo la seguridad de que, como todas las demás que intervienen en ella, seguirán, durante muchos años, dando brillo y prestancia a la anual conmemoración que Villena celebra.
Extraído del Libro 25 Aniversario Sarracenos 1967/1991

No hay comentarios:

..... CONTINUAR... PASAR PÁGINA Pinchar en... (entradas antiguas)
Esta Web no se hace responsable de las opiniones de sus lectores. Todo el contenido es público. Usted puede copiar y distribuir o comunicar públicamente esta obra siempre y cuando se indique la procedencia del contenido. No puede utilizar esta obra para fines comerciales o generar una nueva a partir de esta..
Web: www.villenacuentame.com
E-Mail:
villenacuentame@gmail.com