Habrá un día en que quizás se afirme; “Cuenta la la leyenda que, en ese lugar, el primer día de Pascuas, los villeneros se reunían para comerse la mona”. La de ir a Bulilla, es una tradición que prácticamente se ha perdido y en la que la llegada de la Autovía, tuvo mucho que ver, ya que partió el visitado paraje en dos.
En la imagen, se aprecia que dicha autovía era aún una carretera nacional, pero hay elementos que no han cambiado mucho desde entonces. En especial, el restaurante de Riesma. El resto, ya es historia. Las gasolineras han sufrido los cambios lógicos del paso del tiempo. Los campos de cultivo de la parte de abajo de la foto son historia e, incluso, el club de Forte, situado en la parte superior de la instantánea, hoy solo un amasijo de piedra y olvido, lucía todavía en todo su esplendor, ignorante del destino que le esperaba.
Por Francisco Javier Rodenas para Portada.info
En la imagen, se aprecia que dicha autovía era aún una carretera nacional, pero hay elementos que no han cambiado mucho desde entonces. En especial, el restaurante de Riesma. El resto, ya es historia. Las gasolineras han sufrido los cambios lógicos del paso del tiempo. Los campos de cultivo de la parte de abajo de la foto son historia e, incluso, el club de Forte, situado en la parte superior de la instantánea, hoy solo un amasijo de piedra y olvido, lucía todavía en todo su esplendor, ignorante del destino que le esperaba.
Por Francisco Javier Rodenas para Portada.info
1 comentario:
En el 79 no había autovía. El tramo de Villena se terminó a finales del 88 o principios del 89.
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