La calle Ramón y Cajal se renovó completamente durante el mes de diciembre actuando en el alcantarillado, alumbrado, conducciones de agua y gas natural y cuenta ahora con una pavimentación igual que la del eje Santiago-Santa María, el vial en adoquín y las aceras en granito.

Una de las sorpresas al realizar las excavaciones fue encontrar cimientos de la antigua muralla, de modo que se ha dejado al descubierto un trozo de esta antigua muralla que rodeaba la ciudad, que fue construida en el siglo XIV y que permaneció hasta finales del siglo XIX. Después de haber sido estudiada por los arqueólogos del Museo Arqueológico “José María Soler” se ha tapado y encima se ha trazado su recorrido con losas de piedra caliza que fueron recuperadas de un derribo. Ahora se ha instalado una placa en la que se hace referencia a dicha muralla para que quede en el recuerdo de los ciudadanos y de información a las futuras generaciones.
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