El escribir un nuevo artículo en la sección de asociaciones de esta revista supone no solo el afianzarse dentro del panorama cultural de la ciudad, sino además establecer un nuevo compromiso capaz de atender las exigencias, en este caso cinematófilas, de aquellos que ven en el cine un importante medio de comunicación o, más simplemente, un arte. Cierto es que aún estamos lejos de alcanzar este objetivo pero no menos cierto es que estamos dispuestos a intentarlo (y se estará más cerca del mismo cuanta más gente se sienta identificada en la entrega a dicho esfuerzo: la cultura no es labor de unos pocos, sino la participación de todos).
Muestra de todo esto supone la labor de nuestra asociación en el último año:
1.° Realización de la II Semana de Cine, con un ambicioso y maratoniano programa de 26 buenos films (16 largometrajes y 10 cortos) que sobresaturaron todos los gustos. Es de destacar la gran acogida que nuevamente recibió por parte de todos: se alcanzó una asistencia media de más de 500 personas por proyección, habiendo películas como «Tess», «Función de noche» «Mephisto» y «La tempestad» que gozaron de la máxima asistencia. El principal inconveniente que aquejó al público fue el gran número de sesiones en tan corto espacio de tiempo, lo cual impedía de una manera relajada «digerir» dichos films después de verlos, amén de estar más de 4 horas diarias sentados en la butaca.
Señalar por último, la inesperada aceptación que tuvo la sesión infantil con la película «Annie», mostrándonos de esta forma ese gran vacío que existe en torno al público infantil en los actos culturales; esto nos obliga a comprometernos en la III Semana de Cine en apoyar esta serie de sesiones y dar así más realce a dicha Semana.
2.° Programación del Cine-Club: hemos proyectado en el transcurso de los tres trimestres de esta temporada un total de 26 films en 35 mm. (largometrajes) además de 11 cortos. Por primera vez en la programación se ha incluido el género musical en forma de concierto-film («Rolling Stones», «The band»,...) o LP-film («Beatles», cuyas canciones han puesto esa banda sonora que faltaba en la programación principalmente formada por cine de arte y ensayo.
3.° Participación activa en ese gran afán llamado «Toque», que culminó con la proyección de «El sur», de Víctor Erice, tal vez en cuanto a críticas se refiere la mejor película española de 1983.
4.° Preparación para la III Semana de Cine, acto que va empezando a tomar forma en la primavera, para ultimarse definitivamente en verano: realmente un verdadero esfuerzo que supone muchos meses de trabajo.
El leer nuevamente lo hasta ahora escrito nos hace ver claramente la inmensa labor que ha supuesto para todos, socios y directiva, el llevar a cabo esa gran tarea que nos propusimos a finales de 1981 cuando decidimos crear un Cine-Club para la ciudad. Y ya van tres temporadas, tres temporadas que han sabido rellenar ese gran vacío existente en los cines locales que por motivos generalmente económicos se veían obligados a traer un cine de muy mala calidad por lo general, ofreciéndonos las llamadas «películas comerciales», que triunfaban por la publicidad invertida, el renombre de los actores, las características evasivas de sus temas... y muy raras veces por la calidad de su contenido.
Pero no todo nos va sobre ruedas, decir lo contrario sería engañarnos al querer ver el futuro negando el presente; los problemas económicos parecen constituir esa espada que te empuja cada vez más hacia la pared, mientras que la carencia de un local propio nos ha estado obligando a cambiar frecuentemente de sala (a veces eran cambios de última hora), y sobre todo de horario (para ajustarse al propio del lugar de proyección), lo que junto a problemas imprevistos en la entrega de los films por parte de la distribuidora han configurado un aparente desorden conforme a lo inicialmente previsto, cuyo resultado final ha contribuido a disminuir la asistencia semanal.
Proyectos los hay, problemas siempre los habrán, pero mientras se mantengan las ganas de trabajar y el apoyo que ofrezcan los socios y el público villenense en general, nunca nos saldremos de esa línea que siempre nos hemos caracterizado en defender: el cine es algo más que la mera sucesión de fotogramas a veces encaminados a configurar un determinado tipo de vida; saber valorar cada obra es imprescindible para tener el cine en nuestras manos y no nosotros en las suyas.
Terminamos por reconocer la importante labor realizada por la anterior directiva, la mayor parte de la cual dejó su puesto a finales de 1983, tras crear y estabilizar algo que como villenenses podemos decir que es muy nuestro: «Cine-club Villena».
Extraído de la Revista Villena de 1984
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