EL CABEZO REDONDO DE VILLENA, SUMINISTRA LA PRIMERA FECHA DEL CARBONO 14 PARA LA CULTURA ARGÁRICA, CONSECUENCIAS PARA LA CRONOLOGIA DE LOS TESOROS VILLENENSES
por JOSE M." SOLER GARCIA Delegado Local del S N. E A
por JOSE M." SOLER GARCIA Delegado Local del S N. E A
"EL CABEZO REDONDO" Oleo de Juan Hurtado

Fue en 1946 cuando el Dr. W. F. Libby, del Instituto para Estudios Nu¬cleares de la Universidad de Chicago, estableció las técnicas para comprobar la desintegración periódica del radiocarbono en los organismos muertos.
Según esta teoría, llamada a producir una verdadera revolución en la ciencia prehistórica, el carbono radiactivo (C 14) se origina en las capas superiores de la atmósfera, y desde allí penetra en el ciclo vital de toda la materia orgánica. Las plantas y los animales absorben pues radiocarbono mientras viven, y el proceso termina cuando dejan de existir. El tiempo transcurrido desde su muerte puede por tanto medirse en virtud de este fenómeno.
Como es fácil de comprender, el procedimiento es muy complejo, y su utilización requiere técnicos altamente especializados y costosos y laboratorios de los que, por desgracia, no disponemos todavía en nuestra patria.
Cuando en mayo de 1965 salió a luz nuestra Memoria acerca del "Tesoro de Villena", no habían llegado a nuestro poder y así lo hicimos constar, los resultados de los análisis que se estaban realizando en Alemania sobre unas muestras de madera obtenidas en las excavaciones que habíamos realizado en el Cabezo Redondo, de las cuales hemos de dar cuenta con lo amplitud que merecen.
La vivienda nº VII del Cabezo Redondo —(Foto Soler)


Actualmente se realiza una segunda prueba en el laboratorio de Groningen (Países Bajos), por el Dr. Waterbólk, lo cual ha de darnos la confirmación de dicha fecha o las variaciones que nos permitan obtener la definitiva, que no es probable difiera mucho de la ya establecida.
Faltan, por otra parte, los resultados que se obtengan con varios fragmentos de los postes de madera que sostuvieron el techo de otra de las viviendas del mismo yacimiento.
Por varias razones, la importancia de este análisis es trascendental. En primer lugar, porque nos suministra la primera fecha de este tipo para la cultura "argárica" de la Edad del Bronce, tan necesitada de precisiones cronológicas. En segundo término, porque vienen a confirmar la supuesta contemporaneidad de esta ''facies" argárica con la del llamado Bronce Valenciano por el profesor Tarradell, etapa que ha sido también fechada por el C 14 en el 1566±100 años antes de Jesucristo.
Pero hay una tercera circunstancia que conviene destacar en estos momentos en que se halla en discusión la cronología que debe asignarse a los tesoros villenenses, tímidamente fechados por nosotros hacia el año 1000 antes de Jesucristo.
Ya en la citada memoria apuntábamos la posibilidad de poder remontar dicho fecha hasta el 1450 cuando menos, basándonos para ello en el testimonio del disco de ámbar montado en oro inventariado con el número 48/50 ("El Tesoro de Villena", página 501. No ha transcurrido en verdad mucho tiempo sin que nuestra suposición se viese confirmada y aun rebasada en un centenar de años.
Una vez más, el Cabezo Redondo villenense se adelanta al primer plano de la Prehistoria peninsular, y no será ésta la última ocasión que se le presente de demostrar al mundo científico su individualidad extraordinaria. Ello si antes no ha sido definitivamente arrasado por las explotaciones industriales que vienen atacándolo implacablemente desde hace muchos años por sus cuatro costados.
Cabezo Redondo. Otro aspecto de la vivienda núm VII —(Foto Soler)

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