Crónica El Periódico de Villena
El miércoles por la noche pudimos disfrutar en el polideportivo municipal, que registró una entrada de entre 3.000 y 3.500 espectadores, del concierto de Melendi, el rumbero por antonomasia de principios de siglo, reconvertido ahora en uno de los referentes del pop a nivel nacional y todo un personaje público merced a su aparición en programas televisivos de éxito como “La voz”.
Ya desde antes de la apertura de puertas a las 20 horas –por ceñirnos solo al concierto y no a las personas que han hecho cola durante horas, o incluso días, para entrar las primeras; ni tampoco hablar de las carreras por llegar a primera fila que muchos chavales se dieron nada más entrar al recinto–, se empezaba a percibir la impaciencia del público, que abarcaba todo tipo de personas, aunque por su cuantía destacaban especialmente los adolescentes. También había muchos padres, que rezagados en la parte de atrás o las barras disfrutaban de la velada, aunque no tanto como sus hijos, eso sí.
Rondando las diez y cuarto de la noche, quince minutos después del horario anunciado, se iban apagando las luces mientras una introducción poética envolvía al escenario, en el que hacían acto de presencia los músicos mientras una llamativa pantalla gigante –formada por diferentes piezas más pequeñas– se encendía presidiendo el mismo. Y en el centro, Melendi sentado en un sofá, como en las imágenes promocionales de su gira 2015, bautizada “Un alumno más”, como el 7º y, por ahora, último disco de estudio del artista asturiano.
Cercano al público
A partir de ahí, Melendi y su banda dieron rienda suelta al disfrute de los asistentes, arrancando con “Tú de Elvis, yo de Marilyn”, tema incluido en su último trabajo. Después, perfectamente acompañado por su banda, y muy especialmente por su corista, Esmeralda Grao, cuya bella voz tuvo un gran protagonismo durante el concierto, fue alternando temas antiguos con propuestas más recientes, que coreaba especialmente el público de menor edad. En todo momento, además, el artista, siempre elocuente y cercano con el público, no dejó de bromear y contar anécdotas, apostando por un espectáculo ininterrumpido, ya que incluso cuando abandonó el escenario para cambiarse de ropa los músicos y la pantalla gigante siguieron entreteniendo al respetable.
Nada más salir de nuevo al escenario utilizó otra vez la pantalla, en esta ocasión haciendo un guiño a los Simpson, para dar paso a una sucesión de sus temas más coreados, entre los que pudimos reconocer “Un violinista en tu tejado”, “Un alumno más” o “Colgado de la vecina”. Activo en todo momento, Melendi también tuvo tiempo de calzarse la guitarra para interpretar algún tema, alcanzando el clímax del concierto con clásicos de su repertorio como “Barbies de extrarradio”, “Con solo una sonrisa” o “Guerreros”, con la que dio comienzo al bloque de despedida del concierto, donde no faltó la balada “La promesa”. Finalmente, presentó a la banda de un curioso modo, instalando una canasta de baloncesto sobre el escenario y haciendo lanzar a sus músicos, ante un público que, después de dos horas de concierto y ya entregado, celebraba cada tanto como si de una final se tratara.
Todos contentos
Ya en la cola de salida, el público mostraba su satisfacción por un espectáculo perfecto, tanto por la interpretación musical como por la puesta en escena y la calidad de los equipos de luces y sonido, agradeciendo la posibilidad de haber podido disfrutar en nuestra ciudad de una propuesta musical de primer orden alejada de los conciertos de música heavy o punk tan habituales estos últimos años.
Fotos del concierto...
Fans de todas las edades...
Fotos... Roberto Rubio
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