FONTILLES... SOLO UN RECUERDO
¡Cómo pasa el tiempo! y de esto ya han pasado treinta años. Cuántos recordáis aquel día en que, unidos todos los festeros por un espíritu de fraternidad y amor por FONTILLES, acompañados por multitud de familiares y amigos, nos pusimos en marcha. De esta forma queríamos ofrecer a nuestros hermanos enfermos el corazón de VILLENA, con el latido rítmico de los timbales de una marcha mora o pasodoble. ¡Cómo pasa el tiempo! Cuántos recordáis aquel día. ¡Qué día! Otros en cambio sólo habréis oído el nombre, “Fontilles”; un lugar entre montañas, hermoso, digno de ver y admirar. Aunque la hermosura más admirable reside en el trabajo de unos jesuitas, unas monjas y otras personas voluntarias, quienes, por amor al prójimo, dedican gran parte de su vida a atender a unas personas que sufren la lacra de una de las enfermedades más terribles de la humanidad: “LA LEPRA” y, por tal motivo, marginadas de la sociedad. Esta enfermedad tercermundista todavía no se ha erradicado de nuestro país.
¡Cómo pasa el tiempo! y de esto ya han pasado treinta años. Cuántos recordáis aquel día en que, unidos todos los festeros por un espíritu de fraternidad y amor por FONTILLES, acompañados por multitud de familiares y amigos, nos pusimos en marcha. De esta forma queríamos ofrecer a nuestros hermanos enfermos el corazón de VILLENA, con el latido rítmico de los timbales de una marcha mora o pasodoble. ¡Cómo pasa el tiempo! Cuántos recordáis aquel día. ¡Qué día! Otros en cambio sólo habréis oído el nombre, “Fontilles”; un lugar entre montañas, hermoso, digno de ver y admirar. Aunque la hermosura más admirable reside en el trabajo de unos jesuitas, unas monjas y otras personas voluntarias, quienes, por amor al prójimo, dedican gran parte de su vida a atender a unas personas que sufren la lacra de una de las enfermedades más terribles de la humanidad: “LA LEPRA” y, por tal motivo, marginadas de la sociedad. Esta enfermedad tercermundista todavía no se ha erradicado de nuestro país.


En próximos números os indicaremos la manera de colaborar con esta magna y humanitaria obra, que Villena viene realizando hace más de cuarenta años gracias a la labor incansable de nuestro querido PEPE FAENAS.
1 comentario:
El primer contrabandista empezando por la derecha es mi padre Bernardo Conca Amoros.
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