Antonio Navarro Santaté
Es éste uno de los hijos de Villena cuyos méritos sobrepasan la esfera local y son celebrados en muchos lugares de nuestro país. Nació Navarro Santafé en Villena, el 22 de diciembre de 1906, en la casa número 8 de la calle de Cervantes, y fue el séptimo hijo, entre nueve, del matrimonio formado por Miguel Navarro Perona y Virtudes Santafé Marcos. Siete años después de su nacimiento, sus padres, en una angustiosa situación económica, decidieron trasladarse a Madrid en busca de trabajo. Los hijos mayores emigraron poco después a la República Argentina con el padre, y la madre quedó en Madrid con los más pequeños.
Es éste uno de los hijos de Villena cuyos méritos sobrepasan la esfera local y son celebrados en muchos lugares de nuestro país. Nació Navarro Santafé en Villena, el 22 de diciembre de 1906, en la casa número 8 de la calle de Cervantes, y fue el séptimo hijo, entre nueve, del matrimonio formado por Miguel Navarro Perona y Virtudes Santafé Marcos. Siete años después de su nacimiento, sus padres, en una angustiosa situación económica, decidieron trasladarse a Madrid en busca de trabajo. Los hijos mayores emigraron poco después a la República Argentina con el padre, y la madre quedó en Madrid con los más pequeños.
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Cuando ésta se produce, pone en práctica una idea largamente acariciada: la de situar un Museo en Villena con parte de su obra y recuerdos personales. Así lo hace, y comienza a trasladar esculturas de las que conserva en su estudio de Madrid a una casa propiedad de su esposa, Celia López, también villenense. El inmueble va tomando forma como Casa Museo, aunque no sería inaugurada oficialmente hasta muchos años después, en 1985.

El alcalde hace suyas estas iniciativas y formula la propuesta oficial para el nombramiento el 7 de diciembre de 1982, en sesión ordinaria de la Corporación. Es aceptada unánimemente, acordándose iniciar el expediente que pueda llevar a la designación de Navarro con este honroso título de Hijo Predilecto. Para ello se nombra juez instructor a la concejal Rosalía Sanjuán Ayelo, y secretario, al que actúa entonces en el consistorio municipal, Manuel Poblaciones.


Acordada la designación, tres días después, el 24 de abril de 1983, se reunía el Pleno Municipal en sesión extraordinaria con el único punto de conceder el título citado al escultor villenense. Formaban este Ayuntamiento los siguientes señores:
Alcalde, Salvador Mullor Menor. Concejales tenientes de alcalde, José Martínez Ortega, Juan López Martínez, Roberto Navajas García, Berger Abellán Navarro, José Hernández Tomás, Germán Selva Fernández, Isabel Moreno González y Antonio García Agredas. Eran también concejales Juan Martínez Pardo, Juan Catalán Martínez, Alonso Laserna Pérez, Cristóbal Collado Pérez, Rosalía Sanjuán Ayelo, José Fernández Santiago, Francisco Ríos Olcina, Sebastián Ibáñez Bravo, José Martínez Cañizares y María José García Herrero. Como secretario general figuraba Carlos López López.

Tras el Pleno municipal, una comitiva encabezada por Navarro Santafé y los componentes del Ayuntamiento, seguida por numeroso público, se trasladó a la calle «Casicas de Hellín», donde se descubrió la lápida que suponía el cambio de denominación. La comitiva marchó a continuación a la calle Cervantes, y descubrió asimismo una nueva lápida que se había situado en la casa donde había nacido el homenajeado, para acabar finalmente en el monumento erigido a la memoria de Ruperto Chapí, obra de Navarro Santafé, en el que se había colocado una placa que daba fe del nombramiento.

Nos consta a los autores de este trabajo, asimismo amigos de Antonio, su profunda satisfacción por este nombramiento. Más aún porque el homenajeado consideraba que su Villena natal, a la que tanto amaba, y buenas pruebas había dado de ello desde diversas perspectivas, se había manifestado a lo largo de los años, con cierta indiferencia hacia él y respecto de su obra. Todo lo acaecido le había hecho cambiar de opinión radicalmente, y buena prueba del agradecimiento que sentía fue el artículo que publicó en la Revista Villena de aquel año, lleno de emoción y de afecto a su ciudad natal.
Lamentablemente, no fue muy duradera esta satisfacción. Enfermo con diversas alternativas desde mediados de agosto siguiente, moría poco después, la tarde del 16 de septiembre.
Navarro fue miembro de la Real Academia de San Carlos, de Valencia, y en su obra destaca la imaginería religiosa. También es famosa su condición de escultor animalista, con un profundo conocimiento de la anatomía de las figuras de sus toros y sus caballos, de todo lo cual existen numerosas evidencias presentes en su dilatado quehacer escultórico y en el Museo que creó y donó a su ciudad natal.

Texto extraído del libro... De Villena y los villeneros.
Alfredo Rojas y Vicente Prats.
Alfredo Rojas y Vicente Prats.
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