JERÓNIMO LÁZARO Nº 1 DE LOS MARRUECOS
Mi andadura como Marrueco empezó en 1925 pero hasta 1926 no fui de número, esto es, pagando mi correspondiente cuota. Fui capitán en 1928 y con motivo del Servicio Militar vine con permiso agregado a la Banda del Regimiento de Badajoz, con guarnición en Barcelona, que venía contratada por el Ayuntamiento para que ofreciesen unos conciertos en los días de fiestas. Aunque yo tenía permiso del Teniente Coronel que estaba en Capitanía General, y que yo era su asistente. Le hice un pequeño servicio al director de la Banda de Música, y durante las fiestas éstos lo pasaron en grande. Hasta el año de 1936 yo tuve poca experiencia en cuanto a Fiestas, así como muchas preocupaciones.
En 1939, después de la guerra salí elegido tesorero y lo cumplí bastante bien, dando impulso a la Comparsa ya que la directiva en la cual yo me incluyo, tenía muchas ganas de trabajar y de divertirnos. La directiva la componíamos, Emilio Manzaneque: Presidente, Joaquín Ferrándiz; "el blanco" Vicepresidente. Francisco Marco García. Juan Hernández Camarasa, "el ruso" y Jerónimo Lázaro: Tesorero.
Nuestro cobrador era Pepe Tableta. Poco a poco la Comparsa fue fortaleciéndose ya que había una gran seriedad y ganas de trabajar. En 1942, con motivo de unos trabajos que empecé en Villena, tenía que ir un día a la semana a Valencia (martes o miércoles) y aprovechaba estos viajes para realizar las gestiones que la Comparsa necesitase, como trajes de moras, bengalas, y más tarde los ramos de la Ofrenda. Con estos motivos conocí a muchos falleros y personas relacionadas con estos temas. Por mediación de mi sobrino, residente en Valencia, nos presentó a su vez a su maestro, Rafael Martínez Coll, en cual tenía una clínica dental muy importante en Valencia a la vez que era director de música. En 1960 hablamos con él para ver si estaría dispuesto a realizar un pasodoble llamado "Marruecos", y éste nos preguntó si tenía alguna significación o motivos la Comparsa, y yo le dije que aparte de los Marruecos nos llamaban los "ARRASTRAOS" y... A los dos meses nos avisaron a través de mi sobrino para que fuéramos a Valencia cuando pudiésemos para estrenar el pasodoble. La noche del estreno fuimos Juan Hernández, Presidente. Chimo el ruso, José Poveda y yo. En el estreno había un jurado, tres señoras y un caballero del conservatorio. Tras la interpretación, Rafael nos dijo que era un buen pasodoble pero muy trabajoso para tocarlo por la calle. Posteriormente ha sido retocado en dos ocasiones por el director de la Banda Musical de Bolbaite y en una ocasión por D. Manuel Carrascosa. Estos señores de Valencia no nos cobraron ni una sola peseta por el pasodoble y nosotros, como agradecimiento les invitamos a venir a Fiestas a Rafael Martínez Coll y su señora y por diversas circunstancias nunca pudieron venir.
Con uno de los artistas valencianos con el que contactamos y tuvimos relación fue con el que nos proporcionó el ariete con el que desfilaron los Tuareg y que todo el mundo recuerda por su esplendor, empezando los Marruecos a tener más categoría y grandeza en las fiestas.
Soy, en la Comparsa de Marruecos el número uno, y posiblemente sea de todas las Comparsas el más viejo de todos los festeros de Villena. El primer año salí con un traje prestado de un señor que por aquel entonces vivía en el Santuario llamado Martín Bravo. Al año siguiente me vendió el traje por 7 pesetas, le da las gracias como es natural y le dije que me iba a hacer uno nuevo.
La directiva de por aquel entonces era el señor Calañés como Presidente, Rafael "el chocolatero", Milán y otro señor que vivía en la calle el Copo, cuñao de Juanico "el bailaor" y algún otro que durante todo el año le ayudaba. El 15 de Agosto era el único día que se conocían todos los Marruecos, entonces "arrastraos" también, y la junta se hacía en la calle que había enfrente de su casa. Se ponía una mesita pequeña sobre las piernas ya que era muy grueso y así se sentía más cómodo. El sistema que tenía era el siguiente: tal como íbamos llegando los nombraba siempre por el mote y decía lo siguiente, "Relleno, un duro y lo dejaba encima de la mesa, y así con todos." cuñao, el penillas, seturno, chocolatero, el cano, el picón, cerraña, gonzavilo, bravo, golilla, el blanco, canillas, el pelao, morata, senao, Pepe el carretero de harinas, Juan el bailaor, el huevo, chimo el ruso, palao, caracoles, Antonio penicilina, el tocón, bravo, palao, montaña, Antonio jefe de estación, Soler, el carbonero, Pepe el taxista, el del huerto, tonelero Blas Hernández, el hortelano. Aparte de estos nombres y después de esta redacción se echaba mano al bolsillo y decía "Calañés, un duro" y hacía recuento de todos, y así si faltaba alguno lo decía en voz alta cuando llegaba.
Socios viejos de la Comparsa y que yo recuerde eran Cartagena, ericas, (que vivía en Madrid y venía el día 5 en el correo para salir de Cabo y el día 8 se iba y que lo hacía muy bien por cierto) caratosca, (que vivía en Alicante) guillén, ericas, penillas, cono, Milán, chinales y Manzaneque. Se hacía el sorteo de las mochilas que era de locura por las ganas que tenía la gente por salir en ellas, y que llevaba el hacha cruzada en la mochila y con el arcabuz en el hombro. De ahí salimos 4 amigos que no nos gustaba salir con la mochila y desde entonces lo hicimos en el castillo.
Aparte de estos nombres, se tenía la norma de que cuando salía el padre o cabeza de familia, de no pagar cuota los hijos, por lo que siempre había la mitad que no pagaba de mayores y pequeños.
Hasta que no adquirimos el local que hoy ocupamos, todos los almuerzos del día 9 tras la despedida de la Virgen los realizábamos en lo que era y sigue siendo en la actualidad "Viveros Lázaro". Tras el almuerzo nos poníamos a desfilar justo enfrente de la puerta principal, esto es, en la carretera de la Virgen. Subíamos y bajábamos repetidas veces y gran número de gente que pasaba en carro o a pie, se nos unían en nuestras espectaculares evoluciones. No había almuerzo donde no se rompieran 10 ó 15 cajas de manzanas y que usábamos como sillas, ya que las únicas sillas que se usaban como tal se las ofrecíamos a algún invitado y a mis padres. Así estuvimos 20 ó 22 años.
Otra de las notas más salientes y simpáticas es la primera cabalgata de Reyes que hubo en Villena y que organizamos los Marruecos. Partimos de Viveros Lázaro, los Reyes, boatos, caballos cargados de caramelos y baratijas, y en el paso a nivel, debido a la gran cantidad de gente que había, se espantó el caballo que montaba Francisco Menor y que ya era Presidente de la Comparsa. No pasó nada y todo se acabó con el susto.
Otro detalle, al margen de la Comparsa pero muy relacionado con las fiestas es el que sigue;
El año en el que la Virgen, tras la despedida del día 9 y debido al torrencial que caía, se refugió en la entrada principal de Viveros Lázaro, y allí dentro, el gran número de personas que se habían refugiado de la lluvia preguntaban por alábegas. Aquel año prometí que si cada año, la Virgen al pasar por la puerta se detenía, le ofrecería para ella gran cantidad de alábegas, y es un espectáculo cada año. Sacamos las alábegas en cestos y se le lanzan miles de ramos de alábegas que forman una especie de alfombra verde para la Virgen y para los cientos de personas que cada año asisten para ver el espectáculo.
Durante los 65 años que soy Marrueco he sido tres veces Capitán y dos veces Alférez, saliendo a la calle actualmente con seis nietos todos ellos Marruecos dos de los cuales fueron Capitán y Alférez infantil. Además, una nieta que fue Madrina Mayor de la Comparsa y mi hijo Miguel, Marrueco durante más de 40 años.
Extraído del libro del 125 Aniversario Bando Marroquí
Cedido por… Paco Marco Hernández
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