Muchas luces y pocas letras. Con estos breves conceptos podríamos definir y caracterizar a este tipo de labrador villenense al que suele motejarse con el despectivo título de “gachamiguero”. Serenidad, ponderación, claridad de juicio y un leve escepticismo irónico y socarrón con las notas esenciales de esos hombres duros, fuertes, curtidos en su eterna lecha con la no pocas veces inclemente naturaleza… Ilusiona pensar lo que España puede llegar a conseguir el día en que sean debidamente aprovechadas las intrínsecas cualidades de esa enorme legión de “gachamigueros” esparcida por todos los rincones de la Nación.
Dibujo Menor
Extraído de la Revista Villena de 1956
Cedido por... Avelina y Natalia García
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