5 sept 2019

¡QUE COMIENZE LA FIESTA! PREGÓN FIESTAS 2019 PREGONERA... CONCHI GARCÍA BELMONTE

Villeneras, villeneros, autoridades, regidoras, madrinas, capitanes y alféreces, festeras y festeros, visitantes que nos acompañáis en estos días de alegre bullicio y, por supuesto, a los ausentes, a los que aun queriendo estar aquí, lamentablemente os halláis lejos.
“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”, despertar un día 5 de septiembre y encontrarme en este balcón a esta hora mágica para dar inicio a cinco días intensos. Hoy siento una emoción indescriptible, sentimiento que confío en poder haceros partícipes al anunciar las Fiestas de la Virgen y, desde luego, un infinito agradecimiento al señor alcalde al proponerme este cometido: el mayor regalo que, como villenera, podía recibir.
Hoy, más que nunca, me siento orgullosa de mi pueblo, de sus gentes; es un auténtico honor y privilegio el que se me permita pregonar las fiestas, dado que, si alguna vez tuve una ilusión es esta: estar hoy aquí, desde esta atalaya improvisada, recogiendo y viviendo como mías vuestras ilusiones y emociones, que inundan este marco inconfundible como lo es nuestra plaza de Santiago.
Estoy convencida de que podréis entenderme, pues, al igual que todos vosotros y vosotras, siempre he vivido este día tan entrañable desde ahí abajo, desde donde ahora mismo os encontráis.
Villena, mi querida Villena, hogar que por azar el destino eligió para mis padres, a ella llegaron para vivir un futuro incierto y fueron recibidos para quedarse. La vida les demostró que, en verdad, uno no es de donde nace, sino del lugar en el que es acogido y aceptado, querido y respetado como un villenero más.
Villena, tierra que me vio nacer, aquí viví mi infancia, mi adolescencia y mi juventud; y, emocionada, aquí vivo hoy mi plenitud.
Es mi intención compartir con todos vosotros que, lo único que he tenido que hacer, para estar hoy aquí es, sencillamente, entusiasmarme, aún más si cabe, con la mayor de mis pasiones: nuestras apreciadas fiestas; entusiasmarme también con mi profesión en el ámbito educativo y asumir el compromiso de llevarlo a cabo de la mejor manera posible y con total dedicación, al igual que he llevado adelante otras responsabilidades a lo largo de mi vida como hija, compañera y madre.
Así mismo, mi labor como docente ha marcado las señas de mi identidad, a la vez que la fiesta y la familia -ejes centrales de mi vida- han contribuido a conformar la persona que soy.
Estos meses atrás los he vivido exultantes de alegría, de preparativos ilusionantes, y, sobre todo, llenos de hondas y sentidas emociones.
Infinidad de recuerdos, de sentimientos desbordantes que vienen a mí, pero, sobre todo, uno en especial: ¡ORGULLO!
ORGULLOSA de mi pueblo, CIUDAD HOSPITALARIA y ABIERTA que acoge.
ORGULLOSA del legado de su historia, de la que aprendemos, y de su patrimonio del que gozamos.
ORGULLOSA de sus FIESTAS que, durante más de casi dos SIGLOS, han ido modelando nuestra idiosincrasia y nuestras tradiciones.
ORGULLOSA de ser la duodécima MUJER que tiene la enorme dicha de pregonar estas maravillosas e irrepetibles fiestas, declaradas de Interés Turístico Nacional y que, en breve, estoy segura de que lo serán de Interés Turístico Internacional. Once mujeres que me han precedido y exaltaron nuestra ciudad y sus fiestas con sentidas palabras para poner de manifiesto todas y cada una de sus bondades junto a emotivas remembranzas.
ORGULLOSA de sus GENTES que, hace ahora 32 años, supieron apostar por la participación activa de la mujer en nuestros desfiles. Tengo que proclamar que la mujer, desde siempre, ha vivido y sentido la fiesta, es más, ha formado parte de ella, tanto desde dentro como desde fuera. Así y todo, sin ella, nuestras fiestas no serían las que son en la actualidad, pues la mujer ha sabido, como nadie, perpetuar la tradición y transmitir los valores a las futuras generaciones.
ORGULLOSA de mi COMPARSA, pionera en cambiar sus estatutos en enero de 1986 para permitir la incorporación de la mujer, en la participación activa de las fiestas.
Vienen a mi mente recuerdos de un 10 de septiembre de 1987, cuando tres amigas fuimos a la comparsa a inscribirnos como socias. A pesar de que la quietud y la soledad embargaban sus calles tras las intensas y exhaustas jornadas festeras, fue un motivo de celebración: ¡¡Podíamos ser SOCIAS DE PLENO DERECHO de nuestra comparsa!!
Mucho tiempo ha pasado; sin embargo, todavía estos recuerdos se me antojan muy vívidos en mi memoria. Y ni que decir tiene que el año de vivencias inolvidables que compartimos esas treinta y ocho mujeres realistas a fin de diseñar y preparar lo que sería nuestro traje y primer año de desfile, forjando lazos de amistad que, al día de hoy, aún perduran.
Resaltar, cómo no, la tenacidad de otros grupos de mujeres que estuvieron desfilando en grupos alegóricos, ofrendas, boatos... durante los años en los que se les tenía vetada su participación como socias activas con plenos derechos y no podían desfilar como un bloque más de festeras. Tened por seguro que me identifico plenamente con todas ellas y creo, también, que ellas, conmigo.... Os invadirá el mismo sentimiento de gratitud que aflora en mí para con todas estas osadas pioneras, audaces precursoras y luchadoras infatigables.
Y QUIERO, POR DESCONTADO, RESALTAR LA FIGURA DE ESOS HOMBRES QUE APOSTARON DECIDIDAMENTE Y SIN AMBAGES, POR LA MUJER, APOYÁNDONOS Y CONSIDERÁNDONOS SUS IGUALES.
OCHO, NÚMERO INFINITO, MÁGICO (88), año que nos proporcionó ese logro de poder realizar lo que tanto tiempo anhelábamos, nos enseñó a descubrir la búsqueda del equilibrio y tomamos la conciencia personal que estábamos listas para transformar y desarrollar nuestro mayor tesoro: nuestras fiestas; armonizamos en un “TODO” nuestros desfiles y las mujeres pudimos sentir esa sensación sin igual de lo que era su primer desfile un día 5 de septiembre.
ORGULLOSA de haber sido la primera MUJER en desempeñar el cargo de presidenta en nuestras Fiestas de Moros y Cristianos, acogida como una más por los diferentes presidentes que conformaban las directivas de las distintas comparsas. No en vano, me enorgullece más todavía, el ver que ese número se ha engrandecido hasta el día de hoy.
En consecuencia, no debemos olvidar la inmensa suerte de las generaciones actuales por tener una continuidad con la mujer en todas las etapas. Desde aquel momento todos somos UNO: NUESTRAS FIESTAS SE HAN ENRIQUECIDO cualitativa y cuantitativamente porque estas han crecido gracias al trabajo y a la ilusión de todos y todas, pero, sobre todo, a esa trabazón entre tradición y cultura que se construye con unas experiencias de las que participamos los festeros y las festeras:
La fraternidad y el hermanamiento en comparsa; ese ritual al vestirse; la unión familiar cuando se sale a desfilar el día 5 y todos sus componentes lucen los mismos colores, juntos, al encuentro de sus compañeros o compañeras de fila, de amigos y amigas, aunque con una misma alegría e ilusión, embargándoles la misma emoción: el primer desfile, la Entrada.
Nuestros entrañables valores festeros: esos reencuentros siempre dichosos, esos momentos de buen diálogo y de amena conversación; esas “charraícas” con las que disfrutamos durante esos días, sin mirar el reloj, dejándonos llevar y complaciéndonos de instantes compartidos como no podemos hacerlo durante el resto del año.
Las ocasiones de sentarse a la mesa, esos almuerzos en las comparsas, degustando las viandas de nuestra tierra, compartiendo con nuestra familia festera todas las anécdotas de esos cinco días.
Vivencias que, evidentemente, poseen como hilo conductor a la protagonista indiscutible de nuestras fiestas y en su honor se realizan: a nuestra querida Patrona, cuya devoción se transmite ya desde la infancia de padres a hijos. Y es que este 2019 lo estamos viviendo de modo muy intenso, al poder acompañar a nuestra Morenica durante todo el año por hallarse en la Iglesia de Santiago. Del mismo modo, hemos sido partícipes en romerías que, por circunstancias adversas, se han venido realizando por toda nuestra ciudad de forma extraordinaria, por calles y barrios que no son habituales en su recorrido, gracias a la inestimable organización de la Junta de la Virgen.
En estos días reviviremos nuestro pasado a través de las extraordinarias Embajadas recreadas en un marco incomparable como es el castillo de la Atalaya, que otea desde sus almenas el discurrir de nuestra historia, y se pondrá en valor la rica impronta de Al-Ándalus en Villena: las calles estrechas y serpenteantes del Rabal, las bóvedas almohades del castillo, la antigua mezquita sobre la que se construyó la iglesia de Santa María, la indumentaria al estilo morisco de la Virgen, los trajes festeros... y, cómo no, nuestra querida Mahoma, que mañana día 6 se eregirá cual triunfo de las huestes moras; en cambio, el día 8, las tropas cristianas ganarán la guerrilla despojándola de su victoria y, fieles a la tradición, la entregaremos a nuestros vecinos de Biar como símbolo de hermanamiento y amistad.
Y os aseguro que DURANTE NUESTRAS ESPERADÍSIMAS FIESTAS, todas las vivencias y sentimientos serán comunes para todos y todas:
Moros Viejos o Estudiantes,
Moros Nuevos o Marinos Corsarios,
Marruecos o Contrabandistas,
Realistas o Maseros,
Nazaríes o Ballesteros,
Bereberes o Almogávares,
Piratas o Cristianos.
Vivencias que Alfredo Rojas, allá por 1954, plasmó en palabras las sensaciones
que cualquier festero siente un día 5 y que, si me permitís, me gustaría recordar: “Estamos a día 5 y es por la mañana. Déjame que viva el momento con ansia; déjame que vibre al sentir la cercana alegría que ronda mi alma. Respeta el silencio, no me digas nada; si acaso, si puedes haz que se detenga del mundo la marcha porque dure siempre, porque no se vaya este leve instante de unidad perfecta en tiempo, colores, sonidos, aromas, matices...”.
Estamos a día 5 y... ¿qué sería de la fiesta sin público? Mi más sincera y profunda admiración tanto a vosotros, vecinos y vecinas de Villena, como a las gentes que nos visitáis durante estos días grandes, porque ocupáis vuestros asientos en sillas y tribunas contemplando los diferentes desfiles y nos mostráis vuestro deleite en forma de generosos aplausos. Extensiva también a aquellas personas que por enfermedad o distancia, seguís cada acto festero a través de la televisión, haciendo más llevadera la imposibilidad de vivirlos in situ.
Estamos a día 5 y... ¿qué sería de la fiesta sin los profesionales que velan por nuestra seguridad y nuestro bienestar? Agradecerles su impagable labor para que, durante estas jornadas, podamos disfrutar sin sobresaltos y todo pueda discurrir con absoluta normalidad, pues sin ellos no sería posible.
Estamos a día 5 y... ¿qué sería la fiesta sin música? Esas notas que se entrelazan para crear intensas sensaciones evocadoras que se transforman en pura emoción, a veces, incluso contradictorias: alegría e ilusión por el reencuentro, alborozo por lo que se va a vivir, tristeza por los que estuvieron y ya no están, nostalgia por los que se encuentran lejos...
De hecho, la música es la esencia misma de la fiesta, esa melodía cadenciosa en su marcha mora al desfilar, ese paso marcial en las marchas cristianas o esa alegría del pasodoble.
¡La fiesta del pasodoble está por comenzar con la apertura de nuestra banda municipal de música y el cierre por la sociedad musical Ruperto Chapí!
Con ellas, las bandas de poblaciones cercanas nos hacen vibrar al son de maravillosas composiciones creadas por ilustres autores.
Las Fiestas son la mejor representación de nuestra tradición y cultura, son la mejor imagen de nuestra ciudad y merece la pena un esfuerzo por y para mejorarla y, de este modo, embellecerla. Es por ello que la Junta Central de Fiestas ya está inmersa en esa gran algarabía que es la organización de los desfiles junto a las directivas de las catorce comparsas.
Villena tiene mujeres y hombres inteligentes, y si bien un libro ayuda a avanzar, una buena educación ayuda a resolver las desigualdades de la historia.
ORGULLOSA de mi PROFESIÓN porque mi experiencia como docente a lo largo de treinta y tres años me avalan para aseverar, sin temor a equivocarme, que poseemos el mayor de los potenciales: niños y niñas capacitados para seguir avanzando en la igualdad, así como jóvenes preparados para afrontar retos de futuro y fortalecer una vida cultural gracias al mejor de los bienes posibles: la educación, pues lo que se les dé, ellos lo devolverán de nuevo a la sociedad como adultos críticos, responsables y resolutivos para afrontar los problemas de nuestra sociedad...
ORGULLOSA de nuestros MAYORES: nuestro mejor y mayor legado por habernos sabido transmitir las costumbres, tradiciones, música, gastronomía, valores..., pero, ante todo, han sido capaces de evolucionar al ritmo acelerado que se les ha impuesto ante una realidad que nada tiene que ver con la que ellos vivieron en su juventud. Vaya para todos ellos un afectuoso y cálido abrazo.
En definitiva, a todos juntos nos toca decidir la Villena que anhelamos para el futuro y determinar cómo queremos el mañana, puesto que una óptima educación y una excelente cultura son garantía de la evolución y continuidad para nuestras fiestas.
¡Villeneras, villeneros, despertad vuestra MIRADA a ese torrente de colores infinitos! ¡Despertad el OÍDO al estruendo de los arcabuces y a los acordes de la música! ¡Disfrutad del OLOR a alábega, pólvora y flores!
¡Descubrid el GUSTO por los almuerzos, pasticas, rollicos y nuestra gastronomía tradicional!
¡Y SENTIR, sentid el contacto al agarrar al compañero desfilando, al abrazarlo en el encuentro y en la despedida!
Y, sobre todo, ¡DISFRUTAD intensamente todos y cada uno de los momentos que nos esperan estos días de fiestas repletas de sensaciones únicas e irrepetibles!
¡Que todos nuestros sentidos se unan para sumergirnos en otra nueva experiencia vital que, sin duda, dejará huella en nuestros corazones!
Villeneras, villeneros: alguna vez en la vida hay que vivir y sentir ese silencio mágico a las 4 de la tarde en la calle Nueva, en el que nuestra Banda Municipal, a dos golpes de bombo, hace estallar de júbilo, aplausos y lágrimas a nuestra Villena festera abriendo las calles a los acordes de La Entrada.
HOY ME SIENTO ORGULLOSA Y TENGO EL PRIVILEGIO DE DECIR: ¡QUE COMIENCE LA FIESTA!
¡VIVA LA VIRGEN DE LAS VIRTUDES! Y
¡VIVA VILLENA!
Concepción García Belmonte,
pregonera de las Fiestas de Moros y Cristianos de 2019

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