Este soberbio ejemplar humano de una raza fuerte, compleja e inextinguible, que rehúye el atuendo actual por respeto y apego al que vistieron sus mayores, no desdeña utilizar en cambio el moderno micrófono para la subasta, también tradicional, de las "toñas" del Santo. La estampa de un simbolismo tan palmario y evidente que no requiere más amplias glosas, ha sido extraída del reportaje gráfico sobre la Fiesta de San Antón que publicamos en la página siguiente, obtenido por la cámara de Menor en enero de este mismo año.
LA FIESTA DE SAN ANTÓN
Después de haber sufrido un colapso de varios años, por causas de todos conocidas, la fiesta del bendito Santo vencedor de tentaciones ha vuelto a adquirir en los últimos tiempos un auge que se aproxima bastante al que tuvo en sus momentos de mayor esplendor.
La tradicional hoguera, en la que los ancianos calientan a un tiempo sus cuerpos y sus recuerdos, eleva sus llamas, cada vez con mayor fuerza, ante la puerta de la vieja ermita, cuidadosamente mantenida por los devotos en un dignísimo estado de pulcritud, al que en gran parte contribuyen los fondos obtenidos en la pintoresca subasta de hornazos, toñas y frutas diversas, así como la venta de los ingenuos pliegos de aleluyas, gozo y asombro de la chiquillería.
Una particularidad de la antigua fiesta echan de menos los que han traspuesto ya la línea de la juventud; particularidad que las condiciones de vida actuales y el profundo cambio sufrido en las costumbres, hacen difícil de revivir. Nos referimos a la rifa del célebre «cochinico», que andaba errante durante un año por las calles del pueblo, amorosamente cebado por los vecinos de las casas en que voluntariamente se introducía el animal, el cual encontraba en los traviesos chicuelos sus más entusiastas defensores. A nosotros, particularmente, nos gustaría ver restaurada la ancestral costumbre, que todavía goza del favor popular en algunos pueblos de la comarca.
REFRANERO DEL SANTO
Desde San Antón, carnestolendas son.
Por San Antón, huevos a montón.
Por San Antón, las perdices pares son.
Por San Antón, busca la perdiz al perdigón.
Por San Antón, prepara el perdigón.
Por San Antón, heladura; por San Lorenzo, calura.
Por San Antón, la buena gallina pon; por la Candelaria, la buena y la mala.
San Antón, da cueros al lechón.
Hasta San Antón, fiestas son.
San Antón, saca las viejas del rincón.
San Antón, las cinco y con sol.
Extraído de la Revista Villena de 1954
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