Como dice el Embajador cristiano en los diálogos de Rico Amat, «quiero gastar, como español, pocas palabras». Quiero gastar pocas palabras en dar testimonio de cómo un pueblo guarda fidelidad a sí mismo, que es la fidelidad más pura y más difícil. Las danzas de Moros y Cristianos son el exponente actual de un pasado al que no se renuncia, son una realidad viva y palpable del folklore nacional, cuya conservación debe favorecerse.
Como constata el etnógrafo y folklorista catalán Joan Amades, en España pueden distinguirse hasta ocho tipos de representaciones de esta naturaleza, y, además, no sólo los etnólogos españoles, sino también muchos extranjeros, incluso pertenecientes a países sin estas tradiciones, se han ocupado en el estudio del tema.
Cultivemos nuestros recuerdos históricos y estudiemos nuestra cultura, porque ésta, antes que un consumo o una recepción, es una elaboración, un proyecto por ejecutar o una creación por emprender que favorece la toma de conciencia colectiva. No pueden morir, sino renovarse y perdurar unas manifestaciones populares que ponen en boca del Embajador cristiano ideas tan esperanzadoras como éstas:
«... al vencido nunca, señor, se le trata ni menos se le recibe con tal desprecio».
PIO CAVANILLAS CALLAS
Ministro de Información y Turismo
Extraído de la Revista Villena de 1974
No hay comentarios:
Publicar un comentario