11 feb 2023

2011 ELECTRA-HARINERA VILLENENSE

Premios Iniciación a la Investigación José Mª Soler 2011 
Modalidad de 1º y 2º de la E.S.O. Isabel Navarro Sánchez
ELECTRO-HARINERA VILLENENSE Pasado – Presente – Futuro
INTRODUCCIÓN
La historia de Villena, ha sido, es y será muy interesante, sus costumbres, culturas, formas de vida, tradiciones... Por eso, he decidido hacer este trabajo de un edificio histórico que ha sido, es y será muy importante para la ciudad, la “Electro Harinera Villenense, Pasado – Presente – Futuro”.
Este trabajo ha sido fruto de querer investigar donde mi bisabuelo, Francisco Gil Ruescas, estuvo trabajando durante muchos años, lo que ha motivado a interesarme y a hablar con personas que a día de hoy viven para contar su experiencia, y otras, que ya no están entre nosotros, como es el caso de Paul Andrieux, que falleció el pasado día 12 de Marzo de 2011. Con este motivo, se lo dedico a mi bisabuelo Francisco Gil y a Paul Andrieux, personajes muy importantes en este edificio para mí.
Aquí cuento toda la historia de este edificio, desde que se construyó, por el ingeniero Luis Blandon en 1905, los dueños por los que pasó y hasta en qué se convertirá.
Lo he hecho por medio de fuentes orales y escritas.
Alzados y perfiles de la fábrica de harinas
Quiero agradecer a todas las personas que han hecho posible la realización de este proyecto, a Phillipe Andrieux, su hermano Juan Marcos Andrieux y a su familia, a Antonio García, a mi abuelo José Navarro, a Laura Hernández, a José Menargues, a mis tíos Úrsula y Amor, a Vicente Rodes, a Alfonso Calabuig, a mis profesores Mª Teresa Flor, Bartolo Reig y Rosalía Alonso, y a más gente. Muchas gracias por todo.

I.- SITUACIÓN Y EMPLAZAMIENTO
Villena, es una ciudad que pertenece a la comarca del Alto Vinalopó perteneciente a la Comunidad Valenciana. Situada en el noroeste de la provincia de Alicante, limita al oeste con Castilla la Mancha y Murcia, y al norte con la provincia de Valencia. En el casco urbano, concretamente en la calle Madrid, nº 1, haciendo esquina con la calle Trinidad, y teniendo a sus espaldas la vía férrea se sitúa el edificio triangular protagonista, la “Electro-Harinera Villenense”.
II.- PASADO DEL EDIFICIO 
II.1.- ELECTRA VILLENENSE
Hace más o menos cien años, el alumbrado en Villena era “peligroso”, ya que las pocas luces que existían eran de petróleo, y cuando llovía, hacía viento, o mal tiempo, éstas se apagaban y la población se quedaba sin luz. Esto sucedió hasta finales del siglo XIX.
Por eso, el 3 de mayo de 1895, los señores D. Ricardo Gásquez Aznar y D. Julián Tauriz Planelles quedan autorizados por el Ayuntamiento para abastecer la electricidad de Villena y sustituir los faroles de petróleo. El 28 de enero de 1896, firman ante notario La Sociedad Electra-Villenense, que tendría como gerente a D. Manuel García Estasio y el señor Gásquez como Director-Técnico.
Un año más tarde, el Consejo que previamente había nombrado al señor Gásquez, nombra ahora como director-técnico a D. Baldomero Aracil (Director de la línea ferrocarril Villena-Alcoy-Yecla) ya que el señor Gásquez abandona su puesto en la Sociedad, y, en diciembre de 1897, al finalizar e instalar la maquinaria de la fábrica para su funcionamiento, la Electra Villenense invitó a las autoridades y accionistas al acto.
D. Baldomero Aracil, siete años más tarde de proclamarse director de la línea ferroviaria V.A.Y, el 4 de octubre de 1904, cesó como Director-Técnico ya que se trasladó con su familia fuera de Villena. Tomó su puesto, el también gerente D. Manuel García Estasio por muy poco tiempo.
En 1904, al querer aumentar el alumbrado eléctrico a toda la población y aumentar los impuestos sobre los propietarios, se obstaculizó la aplicación de electricidad al resto de las calles para modernizarla.
Durante todo ese tiempo aumentaron la maquinaria con motores, dinamos, sistemas, hilos... Dado el ruido que hacían éstos, tuvieron que hacer unas reformas para minimizar los sonidos con silenciadores. Al carecer de buen funcionamiento, hubo incluso una vez que Villena se quedó sin luz once días, al disponer de una sola máquina para alumbrar al servicio público.
Desde el 6 de febrero de 1903 hasta el 2 de enero de 1905 la “Electra” recibió tres proposiciones para comprar y hacerse cargo de ella. Solo una, planteó la compra total del negocio, maquinaria y edificio. De las tres, fue la tercera, D. Lorenzo Muñoz informó al Consejo que había unos señores muy interesados en comprarla para explotarla por su cuenta, éstos eran D. Paulino Andrieux Barbet y la Sociedad Señores Ratié y Cía. El consejo autorizó a estos últimos la compra de la “Electra Villenense”. Esta compra se aprobó el 17 de enero de 1905 con el coste de doscientas mil pesetas y el 3 de marzo de ese mismo año el notario firmó la venta de la “Electra Villenense”.
II. 2.- ELECTRO HARINERA VILLENENSE
Tras la compra de la Electra Villenense por los señores D. Paulino Andrieux Barbet y la Sociedad Señores Ratié y Cía quedan sucesores de la Electra Villenense. A partir de ese momento, se formaron bajo el nombre P. Andrieux, Ratié y Cía, eran de origen francés. En marzo de 1905 ya mejoran el servicio de alumbrado de particulares, ampliando las horas de suministro.
En noviembre de 1906, P. Andrieux, Ratié y Cía enviaron una instancia al Ayuntamiento de Villena, solicitando autorización para la instalación de una gran fábrica de harinas en el mismo lugar donde estaba la Electro (en la calle Madrid) pasando a denominarse S.A. P. Andrieux, Ratié y Cía, cuyas obras finalizaron en 1910.
Ya en 1913, muchos medios de comunicación se dan cuenta del malestar que había entre comerciantes, industriales y particulares por el elevado coste del fluido eléctrico, ya que había aumentado. Tal malestar había que el Ayuntamiento requirió que los servicios del departamento oficial de verificación de contadores eléctricos de la provincia Alicantina, midiesen las tensiones en distintas zonas.
En 1912 se incorpora a la sociedad como socio D. Pablo Lachace, por lo que, ahora y hasta 1928 se llamaría S.A. P. Andrieux, Ratié y Lachace.
En 1917, la situación creada por los efectos de la Revolución Rusa, y unido a la crisis económica provocada por la Primera Guerra Mundial, dieron lugar a un suministro de carbón inferior, lo que obligó a imponer restricciones en el alumbrado público. En abril de ese año y en enero de 1918, la luz se apagaba a las doce de la noche para procurar la economía de carbón.
En 1919, la gente de Villena harta de lo caro que era el fluido eléctrico y de su mala calidad se habló de aprovechar un potente salto de agua que produciría fluido eléctrico para Villena, Almansa y Caudete a precios muy baratos. Al pueblo de Villena, al principio le entusiasmó la idea, pero nunca se llevó a cabo.
En 1923, los Sres. P. Andrieux, Ratié y Lachace, por las dificultades que presentaba el fluido eléctrico, con los cortes continuados de tensión en la red y perjuicio para los usuarios, decidieron traer energía a través de una forma de corriente desde un salto de agua en el río Júcar, que se llamaba Central Hidraúlica de Anralá en la Recueja. Phillipe Andrieux, biznieto de los fundadores nos dijo: “La energía necesaria para su funcionamiento era producida por motores de gas pobre por lo que se pensó en hacerla funcionar con electricidad. Entonces la empresa familiar compró una concesión de salto de agua en la Recueja (río Júcar, provincia de Albacete) a 100 km de Villena, para construir una central eléctrica. Se construye entonces una línea eléctrica de alta tensión hasta la fábrica de harina para hacerla funcionar”. Mientras que Pierre Andrieux, tío de Phillipe Andrieux contaba que: “La calidad de la luz eléctrica en aquella época era muy irregular porque dependía de la cantidad de agua que tenía el Júcar y la falta de agua en este río era frecuente”.
En 1927, puesto que las relaciones entre el Ayuntamiento y P. Andrieux, Ratié y Lachace, nunca habían sido buenas, se agravaron todavía más ya que la comunidad de bienes P. Andrieux, Ratié y Lachace reclamó que les diera la razón revocando en todas sus partes el acuerdo del Ayuntamiento de Villena. El Ayuntamiento, al no llegar a un acuerdo razonable para prorrogar el contrato del servicio del alumbrado eléctrico a los Sres. P. Andrieux, Ratié y Lachace, acordó dar por terminado el contrato del suministro del alumbrado público, pero en las fiestas de septiembre del año siguiente, gracias al informe positivo de perito electricista municipal, hacen que el Ayuntamiento renueve el contrato de un año prorrogable. La comunidad de bienes P. Andrieux, Ratié y Cía se convierte ahí en S.A. Electro Harinera Villenense.
Théotime Andrieux
A partir de entonces, la S.A. Electro Harinera Villenense tiene como inspector del Servicio de Oficinas y Contabilidad a D. José Andrieux y Ratié, como Inspector del Servicio Eléctrico a D. Pablo Ratié Lachace, y como Inspector de la Fabricación de Harinas a D. Théotime Andrieux y Ratié.
Según el nieto de Théotime: “El capital se distribuía así: 50% para miembros de las familias Ratié y Lachaze (establecidas en Villa-Seca, provincia de Madrid) y 50% para cuatro hermanos Andrieux (mi abuelo Théotime y sus hermanos Albert, Joachin y Joseph), o sea 12,5% cada uno”.
Los hermanos Andrieux, eran nueve. José es el cuarto empezando por la izquierda, Théotime, es el que está de pie a la izquierda.
Durante la Guerra de 1936, los dueños de la S.A. Electro-Harinera Villenense, dejan Villena y se van a su pueblo natal en Francia. Ahora la gente que tenía que comprar harina, sobre todo los panaderos, debían ir a por ella, antiguamente no lo hacían porque había un repartidor que las llevaba (Paul Andrieux, hijo de Théotime). Mi abuelo, José Navarro Santamaría, ha sido panadero gran parte de su vida, vive en Beneixama y nos habló de que “cuando nosotros íbamos a Villena a por la harina, tardábamos dos horas y media ya que no teníamos otro medio de transporte por lo que íbamos en carro.
Despacho del cual hablaba mi abuelo, José Navarro Santamaría
La recogíamos al principio en una oficina, propiedad de los franceses, actualmente la oficina de Correos de Villena, y más tarde, en la misma fábrica. Cuando llegábamos allí, había un señor en un despacho pequeño, con un gran bigote alargado y puntiagudo, muy delgado y bajo de estatura. Allí, le pedíamos la harina que necesitábamos, la pagábamos, y nos la llevábamos.”
Paul Andrieux (padre de Phillipe)
Los franceses vivían donde actualmente está la comparsa “Los Piratas”. Según Phillipe Andrieux: “...Théotime Andrieux (1890-1986), mi abuelo, participó en la primera guerra mundial (1914-1918) por lo que abandonó Villena durante esos años. Su tarea era la venta de harina. Dejó Villena en 1976, a los 76 años, y volvió a su pueblo de origen en Francia" Sobre su padre Paul Andrieux (1926-2011): "su labor en Electro era más bien 'comercial' visitando a los panaderos. Con pocos años se independizó y se dedicó al transporte, principalmente de trigo y harina con destino o salida de la fábrica. En 1959 dejó Villena, se afincó en Barcelona y se dedicó a otros negocios (construyó un hotel). Siguió vinculado a Villena y transformó la fábrica de harina en cámaras frigoríficas”.
Panteón Andrieux García Salguero Lápida de Joseph
Antonio García, amigo y trabajador del recientemente fallecido Paul Andrieux, decía que: “...yo trabajaba en una entidad bancaria y por las tardes, iba a ayudarles con la contabilidad ya que los propietarios se encontraban ausentes de Villena. Como agradecimiento y disponiendo estos de un panteón en el cementerio de Villena, lo cedieron a mi familia, inscribiendo en él, el apellido de Andrieux y el mío, quedando así ‘Familia Andrieux García – Salguero’, y en él, está enterrado José Andrieux Ratié, tío de Paul y uno de los dueños de la ‘Electro Harinera Villenense’”.
Lápida de Joseph
Los problemas no cesaban en la S.A.Electro-Harinera Villenense, el pueblo de Villena hacía comentarios sobre ella, como “La Electro o el Colmo del Abuso”, “Fluido Eléctrico Caro y Malo”, “Nuestro Concurso de Coplas a la Electro”, incluyendo coplas como:
¡Empresa omnímoda y cara! 
¡Siempre el camelo nos das! 
Y, aunque sea una cosa rara, 
Tú ya te convencerás,
Que el candil de una almazara 
¡ilumina mucho más!
Aprovechando las quejas sobre el excesivo precio y la mala calidad del fluido eléctrico, deciden bajar el precio que los franceses catalogaban como “miseria”. Además, las instalaciones estaban hechas una calamidad y suponían un riesgo para las personas y trabajadores. Aún así, el Ayuntamiento no quería prorrogar el contrato de nuevo, pero otro informe favorable del ingeniero S. Lledó fue la clave para acordar el servicio de alumbrado público con la S.A. Electro Harinera Villenense durante diez años. Ésta cogería energía de “El salto del Retorno”, propiedad de la Electra de Almansa.
Úrsula, la hija de el encargado principal de la luz, Paco Gil, mi bisabuelo materno, nos comentaba que “el edificio estaba dividido en dos partes, en una de ellas estaban instalados los aparatos eléctricos, que recibían electricidad del salto de Anralá. En Villena transformaban la corriente para dar luz y fuerza a parte de la población. La parte eléctrica estaba a cargo como encargado principal D. Francisco Gil Ruescas, mi padre, que vivía en la calle de afueras del Progreso, junto con su familia en una propiedad de la Compañía, donde estaba instalado un transformador que estaba a su cargo. Él no fue a la Guerra Civil Española ya que tenía que dar luz a la población, y, por si le decían algo cuando regresaba de noche a casa, llevaba un salvoconducto siempre junto a él. En la otra parte del edificio estaban ubicados los molinos para fabricar harina. El encargado de esta sección era el maestro Molinero Sr.Poveda. Para el trasiego del grano y la harina, tenían concedida una vía de los ferrocarriles M.Z.A (Madrid, Zaragoza y Alicante), donde entraban en sus dependencias y cargaban el grano para llevarlo a otros lugares. Además, estos señores tenían a las afueras del pueblo una granja que llamaban 'cochineras' donde criaban vacas, gallinas, etc. La leche que obtenían de las vacas la vendían en la misma granja y en un pequeño despacho, junto a la puerta de entrada de la sección Eléctrica. También tenían una fábrica de hielo, en el actual edificio de Correos, donde lo fabricaban para las neveras que había en las casas.”
Mientras que Pierre Andrieux, primo de Paul Andrieux, contaba que: “hacia 1942 se construyó una fábrica de hielo. Tuvo mucho éxito; en aquel momento no existían neveras eléctricas. A partir de 1950 las inversiones para mantener una producción de electricidad se hicieron muy costosas y la Sociedad decidió vender la actividad eléctrica a Hidroeléctrica Española, conocida posteriormente como “La Alcoyana”, empresa muy importante en esos tiempos. Poco a poco los socios de la empresa fueron vendiendo las diferentes actividades.”
Cese del suministro por parte de la Electro Harinera
En 1957, la empresa se empezó a utilizar como almacén frigorífico de fruta, sobre todo, manzanas a pesar que había otros frutales, resultando novedoso para los agricultores y con mucho éxito por el motivo de que en Villena no había otros frigoríficos para la conservación de frutas.
Cámaras frigoríficas situadas en el edificio

III.- PRESENTE Y FUTURO DEL EDIFICIO
III.1.- ESTADO ACTUAL DEL EDIFICIO
Actualmente, el edificio está en unas pésimas condiciones, ventanas rotas por las cuales entran palomas dando lugar a una gran cantidad de heces, techos caídos, escaleras estropeadas, etc.

III.2.- MUSEO ETNOGRÁFICO JERÓNIMO FERRIZ
Jerónimo Ferriz, Doctor Ingeniero Agrónomo, firmó la compra del edificio ante notario el día 11 de febrero de 1985. Según nos contó su primo, Jerónimo Hernández “en realidad, lo que él quería era que el Ayuntamiento lo comprara para ubicar y hacer el museo con todos los fondos que recogió y donó al Ayuntamiento. Al ver que el Ayuntamiento no quería, lo adquirió él por treinta y cuatro millones de las antiguas pesetas, para así crear el Museo Etnográfico Jerónimo Ferriz”, que cuenta con unos fondos importantes convirtiéndolo en una de las colecciones etnográficas más importantes de España, teniendo desde una clepsidra de tambor (reloj de agua), una antiquísima urna con la imagen de la Virgen de las Virtudes hasta tractores, tartanas, choches, carros...
Gran piedra de molino
 Base de molino
Además, en la última planta, también quería hacer una biblioteca. Daniel Conca Graciá de Beneixama y sus hijos, carpinteros y ebanistas comentaron que “Jerónimo compró de un derribo de la calle Gil Osorio unas jácenas que llevamos a un aserradero de Valencia para la construcción de dos grandes mesas de mobila de diez centímetros de grosor, un metro y medio de anchas y diez metros y medio de largas. Para ello tuvimos que desplazar las máquinas del taller a la calle al no poder trabajar debido a sus dimensiones. Como no cabían por la puerta, las tuvimos que subir por el patio de luces entrándolas por las ventanas y montándolas en el lugar donde se ubican, en la cuarta planta de edificio”.
Imágenes actuales de las mesas
Rosalía Alonso, nos contó que “el 5 de octubre de 2000, en un pleno presidido por Vicente Rodes, se acordó firmar la compra del edificio a Jerónimo Ferriz. Por eso, el día 10 de ese mismo mes, Vicente fue al hospital en el que estaba Jerónimo muy enfermo para que firmara el convenio acordado, aunque el abogado de Jerónimo lo había modificado. Al día siguiente, el 11 de octubre, el abogado fue a pedirle poderes para ir al notario y ya no lo dejaron entrar, pues estaba en el lecho de muerte. El 12 de octubre, un día después, falleció.
Acuerdo municipal

El día 16 de ese mismo mes, en un pleno, leyeron el convenio modificado en el que, tenían que pagarle setenta millones de pesetas a su esposa Lucía Fernández, treinta y cinco millones en el primer semestre, y otros treinta y cinco en el segundo semestre, además tenía que ser presidente vitalicio del museo Jerónimo Ferriz, y por último, debía crearse una fundación con su nombre para fines públicos. Esta última todavía no se ha creado”.
Al comprarle el edificio a Jerónimo, el Ayuntamiento decidió convertir el museo Etnográfico en un gran museo, por eso a lo largo de los años ha ido llevando, catalogando y embalando los objetos a las antiguas cámaras de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, propiedad del Ayuntamiento.
III.3.- FUTURO DEL EDIFICIO
Este edificio, según nos comentaba Laura Hernández Alcaraz, directora del museo arqueológico municipal de Villena, que “se pretende devolver el aspecto que tenía el edificio a principios del siglo XX. La rehabilitación interior tratará de acomodarse a las necesidades del museo respetando las construcciones antiguas. El proyecto del museo y los trámites para contratar las empresas ya están redactadas y son oficiales. El concepto del museo partirá de la base de la historia de Villena, y en él entra el museo de arqueología, en el que habrá una exposición permanente, salas temporales, sala didáctica, laboratorio, despacho, cafetería, biblioteca, sala de conferencias, etc. Cada una de estas salas será independiente unas de otras donde se podrán hacer usos variados. Según las últimas informaciones, puede que albergue la sede de la fundación José María Soler, y sea museo etnográfico y arquelógico”.
José Menargues, decía que “...los objetos ya están catalogados aunque Jerónimo catalogó todos los que recogió. Gracias a eso se sabe que se han perdido objetos y, existen algunos de la época califal (mortero musulmán situado en el museo de Alicante), pero la mayoría son de los siglos XIX y XX, casi todos de la provincia de Alicante haciendo mención al modo de vida ‘agrícola’ de nuestra región como Beneixama, Pinoso, Monovar, Yecla, etc. Jerónimo tenía amigos que colaboraban y le ayudaban en la reparación de piezas. A día de hoy, hay más de 7500 catalogados y el 1% ó 2% devueltos a su estado primitivo, lo que ocurre, es que el problema principal se debe al estado del edificio y el daño realizado a objetos que estuvieron expuestos a la humedad y al abandono, aunque hay un grupo de objetos restaurados para una colección de museo. El Ayuntamiento, sobre 2006 decidió que este edificio sería un museo, aunque Jerónimo Ferriz ya lo tenía en mente porque realizó una exposición en la ‘Casa de la Cultura’ acuñándolo como ‘Museo Etnográfico de Villena’.
Como el edificio es de más de 3000m2, de mayor tamaño que el SIET (Servicio Investigación Etnográfica) de Alicante y como el de Valencia, ello conlleva a un problema ya que es un proyecto de tal envergadura que, económicamente es muy costoso, así que el tamaño de este edificio, en este caso, es un inconveniente.”
VI.- BIBLIOGRAFÍA
Zapater Espinosa, P. y Valdés Sanjuán, Mª D. (2008). Guía de la Arquitectura Industrial. Villena: Asociación para el Desarrollo del Alto Vinalopó, D.L.
Santamaría Sempere, J. (2001). La Electricidad en Villena: historia y técnica, 1982-1935. Villena: I.E.S Navarro Santafé.
Costa Vidal, F. (1997). Villena durante la Guerra Civil 1936-1939. Villena: Ayuntamiento.
Costa Vidal, F. (1989). Villena durante la Segunda República: vida política y elecciones. Alicante: Instituto de Cultura Gil-Albert.
Caja de Ahorros del Mediterráneo y Obras sociales (1999). Los inicios de la modernización en Alicante 1882-1914.
Fotografías: Phillipe Andrieux y autora. (y archivo VC)

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