LA CRISIS DE LA CREATIVIDAD JUVENIL
Nuestra época se caracteriza por la existencia de un malestar juvenil. Los medios para la relación, para la comunicación, para la convergencia social de que disponemos no dan respuesta a las necesidades de la juventud, tales como la necesidad afectiva, necesidad de realización como persona, necesidad de un cierto protagonismo y, como consecuencia, una necesidad de mayor participación en la sociedad, y por último esos deseos personales que se tienden a conseguir muchas veces, no todas.
Estos medios de «socialización», en definitiva, se empeñan en la tarea de acomodar a los jóvenes a esquemas propios de los adultos, a prepararnos para «triunfar en la vida», pues los que triunfan son considerados los mejores por el cuerpo social, los que tendrán a su disposición los bienes materiales y un mayor acceso al consumo alienante que produce la propia sociedad, fin al que parecemos definitiva y necesariamente abocados (estamos construidos para ello y no vale la pena pensar en otras cosas), asumiendo modelos ideológicos determinados, considerados como «buenos» por la sociedad, y que conducirán a la «buena» marcha de la misma. De esto se deduce nuestra escasa imaginación y capacidad para dar respuestas adecuadas a nuestras inquietudes.
Aparecen así ante nuestros ojos un sinfín de ofertas, cuyos referentes son nuestros adultos, y que no son las adecuadas a nuestras necesidades. Se adormece nuestra imaginación, nuestra originalidad, nuestra creatividad, nos lo dan todo hecho, todo está inventado, este mundo no es el más perfecto pero es así, las estructuras ya están fijadas, por qué entonces ese empeño en pensar en algo más allá de esto, por qué entonces ese empeño en querer cambiarlo todo. Lo fácil es escoger entre lo que te ofrecen, no salirte de las «normas». De esta forma nos mal acostumbramos.
Esta meta tan pobre necesariamente ha de ser insatisfactoria para cualquier joven con un mínimo de inquietudes.
La integración de los jóvenes en la sociedad, por tanto, es una cuestión imperante en el momento actual. Los estímulos ofrecidos por el conjunto social, en muchas ocasiones, no tienen el atractivo necesario para que nosotros, los jóvenes, encontremos las respuestas adecuadas a nuestras necesidades más profundas. Hay muchas limitaciones que nos lo impiden. Y si no, ahí tenemos el paro y la búsqueda del primer empleo, o el no acceso a los estudios, tanto por motivos económicos como estructurales, y cuando esto se consigue, la no satisfacción de los mismos.
Ante estos impedimentos debemos adoptar posturas activas y originales que potencien nuestra creatividad e imaginación, no adoptando posturas conformistas o simplemente inactivas. En nuestra ciudad, en nuestros ambientes podemos crear medios suficientes que den cauce a nuestras inquietudes: talleres de modelado, de dibujo o de arcilla; cursos de expresión corporal; grupos de trabajo en los que se desarrollen nuestros hobbyes (música, teatro, ecología...); potenciar lugares de encuentros juveniles (movimientos juveniles, Casas de la Juventud, Consejo de la Juventud...), etc.
Todo ello es posible ya
En Villena nos encontramos en proyecto para una posible realización en los próximos meses. Hay decantada ya una tendencia hacia una cierta forma de asociacionismo por parte de la juventud. Ahí tenemos ese Centro Juvenil D. Bosco, con sus grupos, con su dinamicidad, que encauzan una serie de inquietudes de parte de la población juvenil que arrastra sus pies por nuestro asfalto, con el movimiento físico de las gentes que por allí entran y salen, dejando al pasar sus huellas. En el terreno deportivo existen un Centro Excursionista y un Atletismo Promesas (aunque no son estrictamente juveniles), o las secciones juveniles de las Asociaciones de Vecinos y de la Cruz Roja. También la misma Casa de la Juventud.
Todas estas asociaciones te tienden ya una alternativa, pero no podemos quedarnos sólo ahí. Todavía la gran parte de los jóvenes villeneros deambula por las calles arrastrando los pies, con la mente obturada por razones arriba indicadas (paro...), todavía hay muchos jóvenes que, aun hartos de la rutina, se resignan y pueblan discotecas y billares, y pubs y aceras, todavía... A vosotros va dirigido nuestro mensaje, porque para la realización conjunta de todos nuestros proyectos necesitamos vuestra participación, la puesta en práctica de vuestras inquietudes, vuestros deseos.
Tu iniciativa en estos proyectos es importante. Animo y adelante. Demos respuesta adecuada a nuestras inquietudes y creemos nuestros propios medios de socialización.
Casa de la Juventud
Extraído de la Revista Villena de 1983
Nuestra época se caracteriza por la existencia de un malestar juvenil. Los medios para la relación, para la comunicación, para la convergencia social de que disponemos no dan respuesta a las necesidades de la juventud, tales como la necesidad afectiva, necesidad de realización como persona, necesidad de un cierto protagonismo y, como consecuencia, una necesidad de mayor participación en la sociedad, y por último esos deseos personales que se tienden a conseguir muchas veces, no todas.
Estos medios de «socialización», en definitiva, se empeñan en la tarea de acomodar a los jóvenes a esquemas propios de los adultos, a prepararnos para «triunfar en la vida», pues los que triunfan son considerados los mejores por el cuerpo social, los que tendrán a su disposición los bienes materiales y un mayor acceso al consumo alienante que produce la propia sociedad, fin al que parecemos definitiva y necesariamente abocados (estamos construidos para ello y no vale la pena pensar en otras cosas), asumiendo modelos ideológicos determinados, considerados como «buenos» por la sociedad, y que conducirán a la «buena» marcha de la misma. De esto se deduce nuestra escasa imaginación y capacidad para dar respuestas adecuadas a nuestras inquietudes.
Esta meta tan pobre necesariamente ha de ser insatisfactoria para cualquier joven con un mínimo de inquietudes.
La integración de los jóvenes en la sociedad, por tanto, es una cuestión imperante en el momento actual. Los estímulos ofrecidos por el conjunto social, en muchas ocasiones, no tienen el atractivo necesario para que nosotros, los jóvenes, encontremos las respuestas adecuadas a nuestras necesidades más profundas. Hay muchas limitaciones que nos lo impiden. Y si no, ahí tenemos el paro y la búsqueda del primer empleo, o el no acceso a los estudios, tanto por motivos económicos como estructurales, y cuando esto se consigue, la no satisfacción de los mismos.
Ante estos impedimentos debemos adoptar posturas activas y originales que potencien nuestra creatividad e imaginación, no adoptando posturas conformistas o simplemente inactivas. En nuestra ciudad, en nuestros ambientes podemos crear medios suficientes que den cauce a nuestras inquietudes: talleres de modelado, de dibujo o de arcilla; cursos de expresión corporal; grupos de trabajo en los que se desarrollen nuestros hobbyes (música, teatro, ecología...); potenciar lugares de encuentros juveniles (movimientos juveniles, Casas de la Juventud, Consejo de la Juventud...), etc.
Todo ello es posible ya
En Villena nos encontramos en proyecto para una posible realización en los próximos meses. Hay decantada ya una tendencia hacia una cierta forma de asociacionismo por parte de la juventud. Ahí tenemos ese Centro Juvenil D. Bosco, con sus grupos, con su dinamicidad, que encauzan una serie de inquietudes de parte de la población juvenil que arrastra sus pies por nuestro asfalto, con el movimiento físico de las gentes que por allí entran y salen, dejando al pasar sus huellas. En el terreno deportivo existen un Centro Excursionista y un Atletismo Promesas (aunque no son estrictamente juveniles), o las secciones juveniles de las Asociaciones de Vecinos y de la Cruz Roja. También la misma Casa de la Juventud.
Todas estas asociaciones te tienden ya una alternativa, pero no podemos quedarnos sólo ahí. Todavía la gran parte de los jóvenes villeneros deambula por las calles arrastrando los pies, con la mente obturada por razones arriba indicadas (paro...), todavía hay muchos jóvenes que, aun hartos de la rutina, se resignan y pueblan discotecas y billares, y pubs y aceras, todavía... A vosotros va dirigido nuestro mensaje, porque para la realización conjunta de todos nuestros proyectos necesitamos vuestra participación, la puesta en práctica de vuestras inquietudes, vuestros deseos.
Tu iniciativa en estos proyectos es importante. Animo y adelante. Demos respuesta adecuada a nuestras inquietudes y creemos nuestros propios medios de socialización.
Casa de la Juventud
Extraído de la Revista Villena de 1983
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