Miércoles 10 de agosto de 2022, el busto de Pedro Marco en la plaza de Santa María ya se ha descubierto, en una inauguración con mucho público amigo del pintor, un acto sencillo en el que han intervenido, Pepe Ayelo director de la Casa de Cultura, Pepe Cabanes presidente de la Asociación de vecinos del Barrio del Rabal, Carlos Pérez en representación de la familia Marco, el músico Óscar Albuixench, Fulgencio Cerdán alcalde de Villena y el escultor Joan Castejón que no ha podido asistir pero ha dejado un audio explicando la obra en homenaje a su amigo Pedro Marco.
Tarde muy emotiva para la familia Marco y para el propio Pedro “El pintor de sueños”, que estará muy cerca de todos nosotros con este busto homenaje a una persona emblemática de Villena antes, ahora y siempre.
Reproducimos las palabras de Pepe Cabanes, presidente del Barrio del Rabal que a todos nos han llegado al corazón…Cuando me pidieron que, como presidente de la AVV el Rabal, dijese unas palabras sobre Pedro Marco pensé que era un orgullo poder hablar de una persona tan especial.
Pedro era el alma bohemia del barrio y ha sido un orgullo el tenerle como vecino. Un buen vecino y una buena persona.Su formación y profesión le llevaron a conocer muchos lugares, desde el norte de Europa al desierto del Sahara, un lugar del que quedó impregnada tanto su obra como su persona. Pero siempre volvió a sus orígenes, la ciudad de Villena y el barrio en que nació, en el que jugó desde niño, en el que fue a la escuela y el que lo acogió durante toda su vida, El Rabal. Un barrio que marcó su más profunda esencia villenera, y donde hizo muchos de los amigos que iban a acompañarle el resto de su vida.
Pedro era el alma bohemia del barrio y ha sido un orgullo el tenerle como vecino. Un buen vecino y una buena persona.Su formación y profesión le llevaron a conocer muchos lugares, desde el norte de Europa al desierto del Sahara, un lugar del que quedó impregnada tanto su obra como su persona. Pero siempre volvió a sus orígenes, la ciudad de Villena y el barrio en que nació, en el que jugó desde niño, en el que fue a la escuela y el que lo acogió durante toda su vida, El Rabal. Un barrio que marcó su más profunda esencia villenera, y donde hizo muchos de los amigos que iban a acompañarle el resto de su vida.
Si bien creció en la parte baja del barrio fue una de las primeras personas en apostar por recuperar la zona alta, junto al castillo. Allí montó su estudio y allí se ganó el respeto de sus vecinos gitanos, en una plaza que bien podría llevar el nombre con el conocían “el payo pintor”.
Una zona en la que también compartió con sus amigos muchas noches de truque, cenas, risas y reflexiones, en la casa de los Tuaregs, unas cuevas que ahora son parte indiscutible del patrimonio de nuestra ciudad, pero que se habrían perdido irremediablemente si no fuese por el empeño de Pedro Marco y el resto de Tuaregs.Un alma libre pero al tiempo un hombre de familia en un sentido amplio. Cuando le propusimos en 2019 ser pregonero de las Fiestas del Medievo prefirió que el protagonismo recayese no en él sino en toda la familia Marco.
Una zona en la que también compartió con sus amigos muchas noches de truque, cenas, risas y reflexiones, en la casa de los Tuaregs, unas cuevas que ahora son parte indiscutible del patrimonio de nuestra ciudad, pero que se habrían perdido irremediablemente si no fuese por el empeño de Pedro Marco y el resto de Tuaregs.Un alma libre pero al tiempo un hombre de familia en un sentido amplio. Cuando le propusimos en 2019 ser pregonero de las Fiestas del Medievo prefirió que el protagonismo recayese no en él sino en toda la familia Marco.
Porque Pedro siempre ha vivido intensamente las actividades que la AVV ha realizado a lo largo de los años. Como el Rabalfest, que este año recuperaremos por fin y, sobre todo, las Fiestas del Medievo. En ellas ha vivido muchas vidas: ha sido monje, cura, tabernero, judío, musulmán o caballero. Metido en su papel durante tres eternos días que vivía intensa y relajadamente, como si el tiempo no pasase. Tan mimetizado en su personaje como prueban los cientos de fotografías que cada año lo han retratado.Ha sido una persona amante del saber y la cultura, que se hacía preguntas y buscaba respuestas. Su amor por su pueblo le llevó a implicarse en el mantenimiento del patrimonio de Villena, porque el patrimonio es cultura. Junto al Salicornio ha pasado muchas horas de tertulia y debate en la bodega de sus padres, la bodega del Caracol.
Además, una de sus últimas obras fue un espléndido cuadro que regaló para ayudar en la rehabilitación de Santa María, esta iglesia cuyo toque de campanas había marcado el ritmo de su vida.
Para terminar, tengo que reconocer que cuando empecé a redactar estas palabras pensé, ostras, que difícil es hablar de alguien que ya no está, pero después todo ha sido mucho más fácil porque Pedro sigue aquí entre nosotros, porque las personas seguimos estando allí donde se nos recuerda y Pedro era una persona fácil de querer pero sobre todo, difícil de olvidar. Este busto que ahora se presenta mantendrá vivo su recuerdo y por lo tanto, permitirá que siga estando aquí, en esta plaza que tantas veces le vio pasar, cuando nosotros ya hayamos partido.
¡Un abrazo amigo y vecino Pedro!
Para terminar, tengo que reconocer que cuando empecé a redactar estas palabras pensé, ostras, que difícil es hablar de alguien que ya no está, pero después todo ha sido mucho más fácil porque Pedro sigue aquí entre nosotros, porque las personas seguimos estando allí donde se nos recuerda y Pedro era una persona fácil de querer pero sobre todo, difícil de olvidar. Este busto que ahora se presenta mantendrá vivo su recuerdo y por lo tanto, permitirá que siga estando aquí, en esta plaza que tantas veces le vio pasar, cuando nosotros ya hayamos partido.
¡Un abrazo amigo y vecino Pedro!
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