7 may 2023

1991 CANALEJAS Y VILLENA: DE LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS

CANALEJAS Y VILLENA: DE LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS
EN MEMORIA DE D. ANTONIO CUELLAR CATURLA
Por Mateo Marco
La situación geoestratégica de Villena como encrucijada de comunicaciones le permitió, en más de una ocasión, ser anfitriona de don José Canalejas, bien cuando éste se dirigía hacia Alicante; bien -y sobre todo- cuando el malogrado político visitaba su «feudo» electoral alcoyano. Canalejas viajaba en ferrocarril desde Madrid a Villena donde tomaba la línea de vía estrecha con dirección a Alcoy.
La vinculación de Canalejas con la provincia de Alicante arranca principalmente desde su designación como Diputado a Cortes por Alcoy en 1891. Desde entonces, Canalejas se manifestó generoso y comprometido con los problemas de la provincia.
El Demócrata, periódico villenense de tendencia republicana, dirigido por don Alicio Caravaca y López, recogió, en diversos números y con verdadero entusiasmo, las primeras visitas de Canalejas a Alcoy, Villena, Bañeres, Biar, Benejama y Alicante, en los años 1890 y 1891. Eran éstas, las visitas de un Canalejas tildado, no sin objetivas razones, de republicano; posición política que luego moderaría manteniendo una línea progresista dentro del partido dinástico Liberal-Demócrata. No es raro por ello que en las algaradas que provocaban estas primeras visitas se escuchara el himno de Riego y gritos de ¡Viva la República!. (1)
El 20 de febrero de 1891, en su visita a la Sociedad Económica de Amigos del País de Alicante, Canalejas manifestó. «Desde hoy Alicante será la tierra de mis afanes para su progreso y engrandecimiento». (2) Ciertamente así sería en variadas realizaciones. Por ende, Villena también tuvo en Canalejas un político comprometido. No obstante, las relaciones se volverían tensas, sobre todo a raíz de la concesión de aguas al Canal de la Huerta de Alicante, donde Canalejas parece ser que jugó un importante papel en apoyo a los intereses de la sedienta capital y, por lo tanto, en perjuicio, principalmente, de Sax y Villena. Mas conozcamos cómo evolucionaron estas relaciones.
Terminando el siglo XIX, Villena sufrió unas graves y reiteradas inundaciones por el desbordamiento del río Vinalopó. (3) Los graves efectos que éstas ocasionaran hicieron recuperar, entre los villenenses, la idea de la necesaria construcción de un canal de desviación que evitara el anego de la huerta, reivindicación que se repetiría en octubre de 1902 con motivo, otra vez, de un nuevo desbordamiento del río. Canalejas se hizo eco de esta demanda e inició sus gestiones para que el ansiado proyecto se llevara a efecto. El Ayuntamiento de Villena, en sesión de 23 de octubre de 1903, le agradecería el interés tomado porque Canalejas «mira todo cuanto afecta a Villena, sin egoísmos de partido. Y en su deseo de complacer a los villenenses». (4). La realización de la querida desviación fue lenta, así es que, en una carta fechada el 26 de julio de 1905, don José Canalejas anuncia por fin, a su amigo don Ricardo García Arce, abogado y ex-alcalde de Villena, el acuerdo de llevar a cabo la subasta de obras para la realización del canal de desviación del río Vinalopó, además de otros proyectos que beneficiarían a los viticultores villenenses. Al mismo tiempo, Canalejas manifiesta su descontento por las críticas que han llegado hacia él y hacia su cuñado Alejandro Saint-Aubin, diputado a Cortes por Villena. Es revelador que esta carta no sea dirigida a la corporación del Ayuntamiento, presidido entonces por Joaquín Herrero Valdés, sino a Ricardo García Arce como carta personal. De esta forma se justifica Canalejas: «Hubiera escrito estas cosas al Sr. Alcalde de la población, como representante del vecindario; pero llegan a mí noticias de tal hostilidad hacia el señor Saint-Aubin y hacia mí, hostilidad inconcebible recordando otros actos, que me abstengo de escribir al Alcalde por saber que lo hacía al adversario». (5) A través de esta carta, que García Arce llevaría a la imprenta para su divulgación por la ciudad en un intento de recuperar su protagonismo político, comprobamos cierto distanciamiento entre el Diputado y Villena, posiblemente, y entre otros factores, el carácter cunero de Saint-Aubin condicionaría la aceptación de los villenenses hacia el cuñado de Canalejas. (6)
Pero el factor negativo que va a determinar las relaciones de la sociedad villenense con los gobiernos centrales y los representantes provinciales durante el primer tercio del siglo XX, fue la Cuestión de Aguas. El 25 de octubre de 1907 se constituyó la Sociedad Canal de la Huerta de Alicante. Esta Sociedad, por la influencia y la representatividad de sus directivos, gozó del apoyo gubernamental. La Sociedad había puesto su interés en las aguas del Zaricejo donde ya habían practicado perforaciones los Sres. Atienza, Esteve y Carrión bajo la «tapadera» -muy normal en la época- de explotar una mina de lignito. El minado de dicho pozo repercutió sobre el nivel freático del Hoyo de la Virgen con grave perjuicio para los agricultores de la Laguna. Las protestas fueron constantes llegando incluso, los villenenses, a dinamitar algunos tramos del canal en su período de construcción. El rechazo colectivo hacia esta obra se manifiesta en la denominación que se le dió popularmente en Villena a la Sociedad alicantina: «Canal de la Muerte». (7)
No podemos menospreciar que los años primeros del siglo fueron años de sequía. Azorín en Las Confesiones de un pequeño filósofo recordaba la crítica situación: «No veo más; pero ahora puedo reconstruir el ambiente de esos días de sequía asoladora, con las mieses y los herrenes que se agostan, con los frutales que se secan, con los árboles que abaten sus hojas encogidas-, con los caminos polvorientos, con las viejas enlutadas que suspiran y miran al cielo abriendo los brazos, con una sorda ira que envenena a los labriegos acurrucados en sus sillas de esparto, en los zaguanes semioscuros, y que estalla de cuando en cuando en golpes y gritos que hacen llorar a los niños.» (8)
El aumento de las explotaciones acuíferas y la sequía hicieron que el caudal de los manantiales y fuentes naturales de Villena empezara a descender desde principios de siglo. El Ayuntamiento y el pueblo en general manifestaron su desencanto y no fueron pocas las protestas contra las nuevas perforaciones. En enero de 1909, ante el viaje del monarca hacia Alicante, la corporación acordó que el Alcalde presentara a Su Majestad, Alfonso XIII, un mensaje elaborado por las Juntas de Defensa de las Aguas. (9)
A pesar de la preocupación y las quejas del pueblo de Villena, el gobierno falló a favor del Canal declarándolo de utilidad pública. Este se inauguraría en 1910, el 9 de octubre. Anteriormente, en marzo de 1909, La Voz de Alicante había publicado un artículo dedicado a la Sociedad Canal de la Huerta donde se felicitaba a los alicantinos del éxito logrado por el barón de Finestrat en Madrid, debido al «próspero estado de todos los asuntos, el reconocimiento en los centros superiores de la justicia que asiste a las pretensiones de Alicante, lo infundado de la oposición de Villena y Sax, cuyos aparatosos argumentos han quedado completamente destruidos y la cooperación eficaz y poderosa que al proyecto prestan los diputados Sres. CANALEJAS y Escario...»(10).
Estos y otros acontecimientos crisparon la relación de Villena con Canalejas. Un resumen de Pleno publicado en La Tribuna recoge la tensión: «interviene el Sr. Requena, diciendo: que ha oído con gusto las anteriores manifestaciones, pero que éstas, se encuentran divorciadas de lo que la voz pública afirma, al decir que Canalejas tiene mal concepto de Villena, replicando la Presidencia, que existe efectivamente una atmósfera desfavorable hacia nosotros, desvanecida en la actualidad, merced a reiterados trabajos que vinieron a destruir la obra de los plutócratas alicantinos.» -Y continúa el periódico- «No se da el concejal republicano por satisfecho y añade que la mala impresión del Sr. Presidente del Consejo (Canalejas) data cuanto menos del pasado verano, en que escribió una carta, llamando a VILLENA FACCIOSA Y REBELDE, lo cual era un borrón que debió limpiarse enseguida (...)»(11).
Está claro que la cordialidad entre Canalejas y Villena no era, ni mucho menos, aquella de años pasados cuando la corporación le elogiaba por su interés en el proyecto de desviación. El político había intervenido, en este caso, en favor de la capital donde contó con un importante grupo de influencia y apoyo entre los que destacó José Atienza. Otro apartado a analizar sería el de la trayectoria del grupo canalejista villenense que parece ser que cayó en una pugna interna que obstaculizó la cohesión. Tema este que estudiamos en la actualidad de cara a futuros trabajos que nos aproximen hacia un mejor conocimiento de las relaciones de Villena con el que fuera presidente de la nación desde el 9 de febrero de 1910 hasta que Pardiñas le asesinara, en noviembre de 1912, el día 12, en la Puerta del Sol, cuando Canalejas miraba el escaparate de la librería del señor San Martín. (12)
NOTAS:
1 El Demócrata, números: 15, 16, 18, 24, 28, 29, 32, 36, 37 y 45.
2 GIL SANCHEZ, F.: El monumento a Canalejas, Información, Alicante, 29/05/1988, p. 25.
3 MARCO AMOROS , M.: Actuación y normativa contra las avenidas del río Vinalopó en Villena, en Avenidas fluviales e inundaciones en la cuenca del Mediterráneo, Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante -C.A.M., Alicante, 1989; pp. 575-581. Reeditado en la revista Villena, septiembre, 1989.
4 Actos Ayuntamiento, 22/10/1903, Archivo Municipal de Villena (A.M.V.).
5 Documentos, 1905. A.M.V.
6 MORENO SAEZ escribe «En el distrito de Villena predominó el cunerismo, llegándose incluso a algo que puede parecer anecdótico, pero que ilustra sobre lo validez y fiabilidad de las elecciones de la Restauración: en tres legislaturas representa a Villena Alejandro Saint-Aubin. un hombre totalmente ajeno a la comarca, pintor y periodista, que se confiesa poco interesado en la política, pero experto y hombre de mucha autoridad en lances de honor.» en La crisis del sistema de la Restauración, en Historia de la Provincia de Alicante, T. VI, p. 55; Ediciones Mediterráneo, Murcia, 1985.
7 GARCIA MARTINEZ, S.: La Cuestión de Aguas 1908-1913, Revista Villena, septiembre 1966.
8 La prensa villenense también se hizo eco de la falta de lluvias: «La sequía continúa castigándonos con sus rigores como el año pasado y si el tiempo no cambia, vamos por desgracia a pasar por trances muy duros de carestía.» La Tribuna, Villena, 20/11/1910.
9 Actas Ayuntamiento, 15/01/1909, A.M.V. 
10 La Voz de Alicante, Alicante, 3/03/1909. 
11 La Tribuna, Villena, 25/12/1910.
12 MARCO AMOROS, M.: La pura acción directa: Pardiñas mata a Canalejas. Análisis del asesinato en la prensa villenense, Revista Villena, septiembre, 1986.
Extraído de la Revista Villena de 1991

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