2024 CONTRA EL GENOCIDIO EN PALESTINA

LA GUERRA ES UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD

Hace ya más de cien días de la guerra en Gaza.  Un tiempo durante el cual el nivel de destrucción se ha ido incrementando y en el que se ve claramente que quienes decidieron usar las armas para alcanzar las aspiraciones de sus pueblos no han hecho más que alejarlas. Hamás con su derecho a resistir a la ocupación israelí, decidió escoger la vía del asesinato y el secuestro creando más odio y más dolor. El Estado de Israel, manteniendo la ocupación sobre el territorio palestino y arrasando la Franja de Gaza, no hace sino impedir la paz y reproducir un genocidio como el que el mismo pueblo judío sufrió bajo el nazismo. Pero peor aún, Israel usa su historia de víctima como excusa para acusar y desprestigiar a todas aquellas personas que, como quienes aquí estamos criticamos la represión y la violencia. 

Lloramos por Gaza y por Yemen y por el Congo y por Ucrania y por tantos lugares donde la lógica militar de destrucción e imposición se establece anulando los derechos de las personas. Lloramos por el debilitamiento de la convivencia y del derecho internacional y por el fortalecimiento de tantas barbaries, muchas veces en nombre de la ley, frecuentemente en favor de los intereses de los países occidentales. Lloramos porque compartimos sentimientos con los pueblos ensangrentados, pero las lágrimas no nos hacen cerrar los ojos. Vemos con claridad los intereses de quienes manejan el comercio de armas o los beneficios geoestratégicos. Vemos la indiferencia de la Comunidad Internacional que prefiere posicionarse en bandos en vez de transformar los conflictos.

Desde la Plataforma Villena por la Paz afirmamos que la guerra no es la solución sino que la guerra es el fracaso y expresión de muchos siglos de explotación. El futuro está en la cooperación y en la justicia. Fortalecer el Derecho Internacional es la manera de superar la realidad de dolor y muerte que provoca estos conflictos. 

Cuando la mayor parte de los esfuerzos humanos deben orientarse a la lucha contra la pobreza y a la lucha contra el cambio climático que ponen en riesgo el futuro de la humanidad, es un sinsentido que los intereses estratégicos, económicos o religiosos lleven y reproduzcan las barbaries que estamos presenciando. 30000 muertos, de ellos 21000 menores, 60000 personas heridas, 1.9 millones de personas desplazadas…

Cuando las alternativas a la guerra son posibles, produce indignación comprobar que sólo las opciones armadas toman protagonismo, cuando más bien merecen rechazo porque son el germen de muchos de las atrocidades que padece la humanidad.

Cuando grupos enfrentados en defensa de una supuesta tierra prometida, una visión religiosa o étnica, o un beneficio económico levantan las armas, se olvidan de las personas y de los principios éticos, incluso de la bondad del entendimiento. Con total seguridad ambos grupos podrían haber comprendido que una colaboración sobre otros principios, otras distribuciones de fuerzas, o de intereses, o de dinero, o de desarrollo, podría llevar al bienestar de ambos, a menos dolor, a menos destrucción y a menos desastre ecológico.

De igual manera podremos hablar de la guerra de Ucrania con las pretensiones de Rusia, de Ucrania o de la OTAN que seguramente tienen una solución transformando el conflicto en una propuesta en la que todo el mundo gane. O de Siria, el Congo o Yemen.

Por eso toca un cambio de sentido. Toca reforzar la justicia. Toca aplaudir los movimientos disidentes de árabes y judíos que se escapan del discurso oficial y que buscan lazos que acerquen la paz. Especialmente de grupos de mujeres que saben que la lucha feminista es una lucha por la vida y la paz. Toca apostar por la vida desterrando de una vez la guerra como alternativa. 

Para ello exigimos ya:

- Alto el fuego el Gaza y la

- Liberación de los rehenes. 

- Pedimos al gobierno español que redoble sus esfuerzos para una solución negociada de la guerra.

- Y le exigimos que cese el comercio de armas con Israel así como el reconocimiento del Estado Palestino.

En ese camino la Plataforma Villena por la Paz quiere redoblar sus esfuerzos y en ese empeño os pedimos apoyo y colaboración.

NUNCA MÁS LA GUERRA.