La ciudad de Villena ha sabido armonizar historia y modernidad. Esa armonía se refleja con nitidez en las fiestas patronales de la Virgen de las Virtudes, enlazando la tradición con un optimismo que mira decididamente hacia el futuro.
Como cada año por estas fechas, Villena vive los días más esperados. Quienes, por diversas razones, no han podido reunirse con sus familiares y amigos, difícilmente desaprovechan esta ocasión para hacerlo. Entre la música, la pólvora y los festejos, la alegría une profundamente a los ciudadanos. Y esa unión, con el afianzamiento del propio patrimonio cultural, es lo más importante de las fiestas.
Como presidente de la Generalitat, quiero saludaros a todos desde esta revista que toma su nombre de vuestra ciudad, deseando que tengáis unas fiestas de las que se recuerdan durante mucho tiempo con agrado.
Eduardo Zaplana
Extraído de la Revista Villena de 1996
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