Hoy nos toca despedir a Juan, nuestro querido Pilili, y lo hacemos con el corazón profundamente entristecido. Su partida deja un vacío enorme en el Rabal, pero también la certeza de que descansa en paz, porque una persona tan magnífica, intachable y generosa como él merece el mejor descanso.
Juan fue siempre un ejemplo de entrega: dispuesto a ayudar a cualquiera que lo necesitara, con la mejor de sus sonrisas y sin pedir nada a cambio. Era ese “polvorilla” incansable que todos conocíamos, siempre en movimiento, siempre trabajando por el bien común, siempre pensando en su gente y en su barrio.
Su labor ha sido clave en la lucha y revitalización del casco histórico y de nuestro querido Rabal. Gracias a él, muchos han descubierto las cuevas de los Tuaregs y se han enamorado del barrio, porque Juan no solo mostraba lugares: transmitía pasión, historia y orgullo.
Hoy queremos honrar todo lo que ha sido y todo lo que nos deja. Para nosotros, Juan es y será siempre una persona imprescindible, alguien que ocupa un lugar eterno en nuestro corazón.
Como refleja esa imagen que todos guardamos de él: un rey en su barrio y para su gente.
Descansa en paz, Juan. Nunca te olvidaremos.
Asociación de Vecinos El Rabal. 22 noviembre 2025


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