2025 EL MUNDO NOS ESTÁ MIRANDO

El mundo nos está mirando

Es posible que el título de este artículo les pueda parecer osado, pretencioso e incluso algo exagerado, nada que ver con nuestras intenciones. Esta frase no es nuestra, la hemos tomado prestada a D. José M.ª Soler, que supo recoger en apenas 5 palabras lo trascendental que el descubrimiento de Tesoro de Villena supuso para nuestra ciudad, para la historia de la humanidad y para la arqueología a nivel mundial.

El Tesoro de Villena aparece sepultado en una rambla, alejada del núcleo urbano de la ciudad, la noche del domingo 1 de diciembre de 1963. Las excavaciones habían empezado por la mañana, como contaría D. José María a José Ferrándiz Lozano en una entrevista publicada en el diario La Verdad, el 16 de octubre de 1988, “y cuando estaba ya casi oscureciendo surgió la vasija, con el tesoro dentro”, ¿y qué sintió?, “yo lo único que sentí fue responsabilidad. Se lo dije a los chicos que venían conmigo: no sé si os daréis cuenta, pero en este momento nos está mirando todo el mundo. De esto se va a hablar en todos los idiomas”.

Foto: Agrupación Fotográfica Villena

Desde ese día, los 59 objetos de oro, plata, hierro y ámbar que totalizan un peso de casi 10 kilos que componen el maravillo ajuar, se consideran un tesoro con el posesivo “de Villena”.

¿Podríamos considerar de hallazgo casual la aparición de un tesoro sepultado en una rambla muy alejada del centro de la ciudad de Villena? Para aquellas personas que no conozcan la cadena de acontecimientos que llevaron hasta la rambla del Panadero a un arqueólogo autodidacta de la localidad y sus colaboradores, la respuesta podría ser afirmativa. Ahora bien, esta afirmación decae justo al poner en relación los juegos de un niño tirando de un aro asido a una cuerda y la figura de D. José María Soler.

Este insigne humanista villenense supo de inmediato que la pieza dorada, que era objeto de consulta por parte de un joyero de la ciudad, tenía sin lugar a duda un valor arqueológico que superaba con creces su inmenso valor económico. Es por ello que en la historia del hallazgo del Tesoro de Villena el único hecho casual fueron los de unos albañiles llevando a cabo su labor diaria, el resto es un testimonio de constante búsqueda, estudio, confianza y sabiduría, todos ellos atributos de D. José M.ª Soler. Fue Soler un hombre que (como escribió Manuel Martínez Ros en una publicación del Instituto de Estudios Alicantinos editada por la Diputación Provincial de Alicante, el 5 de diciembre de 1976 con motivo del día de la provincia), siempre actuó bajo la máxima de esta reflexión de Jorge Santayana: “Lo difícil es lo que podemos hacer ahora mismo; lo imposible lo que tardamos un poco más en hacerlo”.

José M.ª Soler. Foto: Miguel Flor

Un legado de oro en la historia y cultura del Bronce

El Tesoro de Villena es uno de los hallazgos arqueológicos más significativos del continente europeo, siendo considerado en estos momentos, por arqueólogos e investigadores, como el tesoro prehistórico más importante a nivel europeo junto con el Tesoro de las tumbas reales de Micenas en Grecia. Este conjunto de objetos no solo representa una riqueza material extraordinaria, sino que también ofrece una ventana abierta de par en par al pasado, pues gracias al estudio de sus piezas se han revelado aspectos fundamentales sobre las sociedades que habitaron la región hace más de tres mil años. Concretamente, las técnicas de fabricación siguen sorprendiendo por su precisión y destreza, llegando a acuñar el término “Orfebrería tipo Villena” para referirse a la tecnología de la manufactura para el conjunto de cuencos, botellas y de los característicos brazaletes del tesoro emparentados con otras piezas de similares características halladas en otros lugares de Europa, como los brazaletes de oro de Estremoz y Portalegre, en Portugal, importaciones del taller villenense que fabrico nuestro tesoro, según José M.ª Soler.

Este último y como anécdota que visualiza el valor económico de estos conjuntos fue subastado en 2013 por la Casa Christie’s de Londres por 517.875 libras, aproximadamente 800.000 euros en valores actuales de cambio e IPC. Es también catalogado como un tesoro de “Orfebrería tipo Villena” el conjunto prehistórico de objetos de oro más grande jamás encontrado en Alemania, el tesoro alemán de Eberswalde, de la Edad de Bronce, que se considera uno de los hallazgos más importantes de la Edad del Bronce de Europa Central.  Hoy, está en Rusia, como parte del grupo de artefactos y obras de arte saqueados de Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial.

Tesoro de Eberswalde

El Tesoro de Villena, como referente único del estilo a nivel mundial que da nombre a su propia técnica orfebre “a la cera perdida”, es testigo de una sociedad avanzada, con conocimientos tecnológicos y artísticos muy sofisticados en la metalurgia de la Edad del Bronce, algo que no solo asombra por su impresionante cantidad de oro, sino por lo que representa en términos históricos y culturales con un valor antropológico incalculable, siendo testimonio tangible de la riqueza y complejidad de las sociedades de aquella época, donde no solo refleja las prácticas sociales y religiosas, sino que también sugiere la existencia de extensas interacciones culturales y económicas entre diferentes culturas de Europa y el Mediterráneo, así como con la fachada atlántica de la Península Ibérica.

Además, el Tesoro de Villena sigue siendo una fuente inagotable en la investigación arqueológica. Su estudio continuo ha arrojado luz sobre las prácticas funerarias, las estructuras sociales y las redes comerciales de la época, como demuestra de la unicidad y valor de nuestro tesoro tenemos los últimos estudios presentados sobre la presencia de “hierro extraterrestre” en el casquete y la pulsera de este material siendo las dos primeras piezas atribuibles a hierro meteorítico en la Península Ibérica, lo que es compatible con una cronología del Bronce Tardío, anterior al inicio de la producción generalizada de hierro terrestre.

Por último, el tesoro en un recurso de gran interés para la comunidad educativa y cultural pues no solo preserva la historia, sino que a través del trazado de su historia y su visualización se puede trasmitir al público la importancia del valor patrimonial para trazar la línea cronológica de la historia de la humanidad. La belleza plástica y visual del conjunto áureo es innegable, como así lo atestiguan todas aquellas personas que han podido contemplarlo y las muchas fotografías que lo vienen inmortalizado desde su aparición. Pero el objeto de este artículo no va dirigido exclusivamente a esa parte estética que tanto nos atrae, eso es una evidencia sin apenas resistencia desde hace más de 50 años.

Es por ello que nos van a permitir desviar su atención hacia una conexión que consideramos que existe entre de la dimensión arqueológica, patrimonial, tecnológica, cultural e histórica del Tesoro de Villena y su consideración como Patrimonio inmaterial de la Humanidad.

Qué es un Patrimonio de la Humanidad

El 16 de noviembre de 1972, se lleva a cabo en el seno de la Naciones Unidas la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, cuyas conclusiones tuvieron como depositaria a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que es un organismo especializado del Sistema de las Naciones Unidas.

El impulso que movió a este organismo mundial, integrado por 196 países, fue la preocupación cada vez mayor por la preservación del patrimonio cultural y natural de nuestro planeta. Se consideró, entre otras, que cualquier “deterioro o desaparición de un bien de estas características constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”, así como “que ciertos bienes de interés cultural presentan un interés excepcional que exige su conservación como elementos del patrimonio mundial de la humanidad entera”.

En este sentido, hemos de añadir que la ONU, conocedora de las grandes diferencias que existen entre los países miembros, no solo a nivel cultural y social, sino también económico, en el texto de la convención también considera que “dada la magnitud de los medios que requiere y la insuficiencia de los recursos económicos, científicos y técnicos del país en cuyo territorio se encuentra el bien protegido”, estipula que la UNESCO ayudará económicamente a la conservación, al progreso y a la difusión del saber.

Lamentablemente esta inquietud no ha desaparecido en el comportamiento de estados y personas respecto de estos bienes, es más, podríamos afirmar que, en el contexto mundial actual, el peligro de desaparición es mayor si cabe.

Posteriormente, el 28 de noviembre de 1978 se aprueba la recomendación de los Bienes Culturales Materiales, y más recientemente, a través de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada por la Conferencia General de la Organización en su 32ª reunión (octubre de 2003 y que entró en vigor el 20 de abril de 2006), se abrió una nueva fase en la protección de este patrimonio.

España se adhiere a estas convenciones el 4 de mayo de 1982, y a fecha de hoy nuestro país cuenta con 49 bienes inscritos en la Lista de la UNESCO de Patrimonio Mundial, siendo el cuarto país en el ranking mundial con más declaraciones. De los cuales 43 son bienes culturales, 4 son naturales y 2 son mixtos. Así como por 15 bienes inmateriales patrimoniales. Quienes estuvimos al frente de la iniciativa de los primeros contactos con la UNESCO consideramos que el tesoro de nuestra ciudad reunía los requisitos exigidos por este organismo para tener opciones.

Años más tarde, concretamente en el año 1999, la UNESCO pone en marcha el Programa de Obras Maestras de Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y es a partir de este momento cuando se instaura una nueva distinción internacional del patrimonio cultural inmaterial.

La UNESCO define el patrimonio cultural inmaterial como aquel que comprende tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía. Este programa se verá reflejado con el texto de la 32 Convención de la UNESCO celebrada en París el 17 de octubre de 2003, que será ratificado por todos los países y que vino a reconocer la importancia del patrimonio cultural inmaterial, (entre otras), “por la inestimable función que cumple como factor de acercamiento, intercambio y entendimiento entre los seres humanos”. El texto convencional establece en su art. 1 las finalidades de la Convención que son:

a) la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial;

b) el respeto del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos de que se trate;

c) la sensibilización en el plano local, nacional e internacional a la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco;

d) la cooperación y asistencia internacionales.

El Tesoro de Villena, si bien no encajaría con los requisitos exigidos para ser considerado Patrimonio Cultural Material de la Humanidad, a saber: ser un monumento arquitectónico, escultural o pictórico, o bien ser un conjunto de construcciones o un lugar con valores universales excepcionales, consideramos que sí puede ser poseedor de alguna de las manifestaciones culturales inmateriales que en el art. 2 de la Convención se quieren proteger, que son: a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) técnicas artesanales tradicionales.

Concretamente consideramos que la técnica de elaboración de las piezas que componen el conjunto pudiera ser considerada de un valor universal excepcional.

La llamada orfebrería “tipo Villena” es una técnica evolucionada, muy elaborada y específica para la elaboración de púas, realizada a la cera perdida que tiene la ventaja de permitir fundir objetos de formas complejas y paredes más finas como es el caso del Tesoro que está formado por “objetos perfectamente cilíndricos con elementos decorativos variados como molduras de diferentes tamaños y grosores que ocasionalmente puede presentar incisiones o cortes paralelos, perforaciones rectangulares u ovaladas en series lineales, púas piramidales o cónicas igualmente alineadas en series”. El tipo implica el empleo de instrumentos rotativos -en forma de un torno con eje horizontal que rota mediante un arco- para la fabricación de los moldes de cera y el acabado y pulido de la pieza, sin observarse huellas de soldadura, de cincelado o deformación plásticas realizadas con punzón.

Cumpliendo con unos los principios inspiradores que llevaron a la UNESCO a proteger las manifestaciones culturales intangibles, como es: “Salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial significa velar por que siga formando parte activa de la vida de las generaciones presentes y se transmita a las venideras. Las medidas de salvaguardia están encaminadas a asegurar la viabilidad de este patrimonio y su continua recreación y transmisión. Entre las iniciativas para salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial se cuentan su identificación, documentación, investigación, preservación, promoción, mejora y transmisión, en particular a través de la educación formal y no formal, así como la revitalización de sus diferentes aspectos”.

Hemos de decir que esta afirmación vendría respaldada por diversos estudios arqueológicos que se han venido realizando en torno a la tecnología presente en la elaboración de algunas de las piezas y que concluyen que la “Orfebrería Tipo Villena” (también denominada Villena-Estremoz) no es una tecnología aislada sino que se agrupa en una corriente tecnológica que avanza y evoluciona durante el periodo del Bronce Final y que relaciona nuestro conjunto con los Tesoros del Carambolo en Sevilla, Sagrajas y Berzocana (que definen su tipo propio) en Extremadura y los citados brazaletes de Estremoz, Portalegre y Cantonha en Portugal.

Brazalete con decoración tipo Villena-Estremoz 

(Foto. B. Armbruster)

La UNESCO también considera el impacto antropológico a la hora de establecer el nivel de importancia exigido para la conservación a nivel mundial de patrimonio inmaterial propuesto. También es este aspecto se debería de considerar el impacto que el hallazgo del Tesoro ha supuesto para nuestra ciudad, siendo un continuo foco de interés científico tanto por las piezas que lo componen como por la técnica orfebre que exhibe. Si a esto añadimos que en Villena contamos con uno de los yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce más importantes de la península ibérica “Cabezo Redondo” y que algunos sectores doctrinales abogan por relacionar Tesoro y Yacimiento lo cual supone la constatación de la ocupación de nuestro territorio desde tiempos inmemoriales. Y posibilita la trazabilidad de la presencia humana en Villena a niveles prehistóricos.

La formación de una candidatura

Entre los años 2012 y 2014 la concejalía de Cultura y Museos del Ayuntamiento de Villena junto con la dirección del museo arqueológico José María Soler (hoy MUVI), iniciaron contactos con responsables de la UNESCO en España, así como, con empresas especializadas en poner en marcha todo el arduo proceso que supone poder llegar a optar a obtener una candidatura para ser considerado como Patrimonio cultural Inmaterial de la Humanidad. El diseño y creación de una candidatura a la obtención del patrimonio es un proceso complejo y que también requiere de una inversión económica, pero afortunadamente nuestro país tiene muchas experiencias de candidaturas, de las cuales 49 han sido consideradas, y en ellas encontrar donde reflejarse y replicarse en sus elementos para trazar el camino a seguir.  No hace falta irse muy lejos para encontrar este saber-hacer, en la ciudad de Elche siguieron este camino a la hora de proponer y obtener la concesión del Patrimonio de la Humanidad Inmaterial (el primero de España) para el “Misteri d´Elx”, un drama sacro-lírico religioso en lengua valenciana que recrea la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María. Dividida en dos actos o jornadas, la obra se escenifica cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María.

El proceso no fue corto, no fue fácil, hubo fracasos, pero simultáneamente supieron construir la resiliencia y el compromiso suficiente para conseguir sus objetivos. En el marco del proceso de Candidatura se crearon, por un lado, una comisión especial en la cual se incluían todos los actores implicados a nivel institucional y una amplia diversidad de agentes sociales, y por otro lado, una “Comisión Técnica y Científica” que incluía expertos en historia y patrimonio. La Universidad de Alicante, junto con otras instituciones, aportó investigaciones sobre el origen, evolución y valor del “Misteri”, que es la única obra en su género que ha sido representada sin interrupción hasta la actualidad, superando incluso el impedimento que supuso la prohibición de representar obras teatrales en el interior de las iglesias por parte del Concilio de Trento. Fue el papa Urbano VIII quien, en 1632, concedió al pueblo de Elche, a través de un rescripto pontificio, el permiso para continuar con dicha representación, contra el intento de prohibición del obispo de Orihuela.

Además, se realizaron consultas públicas y se involucró a la comunidad local en el proceso de candidatura. Se llevaron a cabo campañas educativas y de sensibilización para informar a la población local y a los visitantes sobre la importancia. Esto incluyó la organización de eventos culturales, exposiciones y la difusión de materiales educativos.

El éxito de la candidatura de Elche como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es un ejemplo de cómo podría Villena articular su propuesta a la hora de presentar una candidatura del Tesoro de Villena, algunas posibles estrategias podrían ser:

1. Impulso municipal y entente con las administraciones provincial, autonómica y estatal.

2. Alianzas estratégicas con otras potenciales candidaturas con el objetivo de crear una candidatura conjunta.

3. Creación de una comisión especial de la candidatura, con funciones de coordinación y operatividad, que este formada por agentes institucionales y sociales: ayuntamiento y otras administraciones, MUVI, Fundación José María Soler, Sede Universitaria, Foro Económico y Social, Foro Cultural El Salicornio, etc.

4. Configuración de una comisión técnica para la elaboración de la documentación y expedientes de la candidatura.

5. Contratación de asesoramiento externos especializado que apoye el trabajo de ambas comisiones

6. Continuar con los proyectos de finalización y consolidación del MUVI como museo histórico “contenedor” del Tesoro, así como potenciar el tándem con el Cabezo Redondo ejecutando, por un lado, el proyecto existente desde hace años de Centro de Interpretación, y ampliando y consolidando las excavaciones, por el otro.

MUVI Foto: David Frutos

El Tesoro debe ocupar el lugar que le corresponde

Desde pasado 13 de junio de 2024, el Tesoro de Villena es exhibido en el Museo de Villena (MUVI), con la dignidad que su importancia y trascendencia ha venido necesitando desde hace mucho tiempo. Afortunadamente, ese día se inauguró el nuevo y espectacular espacio en una primera fase, con la musealización de la planta baja mediante la colección arqueológica y parte de la etnográfica, a falta de la finalización futura con una segunda fase de la planta segunda y muestra de la colección etnográfica. El proyecto del MUVI ha dado como resultado, entre otras muchas cosas, un contenedor para el Tesoro que reúne las condiciones de espacio, musealización, narrativa histórica y espectacularidad necesarias, además brindando la posibilidad de empezar a recorrer el resto de los puntos que marcan el camino. En estos momentos, podemos afirmar que el Tesoro de Villena ha encontrado el espacio adecuado para poder hacer más grande su leyenda y aumentar su presencia en los espacios de investigación arqueológica a nivel mundial.

Este valor del Tesoro a nivel arqueológico, histórico y cultural es sobradamente conocido a nivel regional y local pero no lo es tanto nivel nacional, así como tampoco a nivel internacional ha logrado alcanzar el lugar que sin duda le corresponde. Ese reconocimiento por parte de la comunidad científica especializada, así como ser “famoso” o conocido, por una parte, de la población a nivel general es un requisito recomendable e impulsor para poder optar a ser considerado como patrimonio material de la humanidad.

Una búsqueda actual en “Google” sobre el tesoro prehistórico más importante de Europa nos deja en buen lugar, pues el Tesoro de Villena aparece varias veces referenciado debido a las noticias relativamente cercanas de la inauguración del MUVI y del hecho de encontrar hierro procedente de un meteorito. Pero un índice para identificar ese conocimiento en tiempos de la Inteligencia Artificial seria realizar una interacción con la herramienta ChatGPT sobre su conocimiento sobre el Tesoro de Villena. ChatGPT es posiblemente la Inteligencia Artificial más conocida y disruptiva, piensa en ella como un gran libro de conocimientos. Imagina que leyó millones de libros, artículos y páginas web hasta un cierto punto en el tiempo, y almacenó toda esa información en su “memoria”. Cuando le haces una pregunta busca en su “memoria” para encontrar la información más relevante y precisa que pueda ofrecerte sobre cualquier tema, en forma de un resumen claro y útil basado en todo lo que ha aprendido. Además, todas sus respuestas son únicas y no se repiten, aunque hay que tener en cuenta que es una tecnología reciente e incipiente y comete errores llamadas “alucinaciones”. Resumiendo, puede recopilar e interpretar la información que hay en el mundo digital sobre el Tesoro de Villena y darnos una visión aproximadamente nítida y filtrada de lo que el mundo reconoce o interpreta sobre el Tesoro de Villena.

Sin entrar en profundidad de detalles que no son objeto del artículo, en el ejercicio de 10 interacciones con la IA de ChatGPT a la pregunta tipo: ¿Cuáles son las 10 piezas u objetos arqueológicos más importantes de la península ibérica? En el 80% de las respuestas aparece el Tesoro de Villena, pero en un 90% de ocasiones aparece detrás en importancia de Tesoros como El Carambolo o Aliseda, que objetivamente a nivel cualitativo y cuantitativo son de inferior valor arqueológico que nuestro Tesoro. A la pregunta, ¿listado de los 10 principales tesoros de oro prehistóricos de Europa por orden de importancia? (antigüedad, número de piezas, pureza de metales preciosos, conocimiento por el público especializado y público general, etc.) en el 90% de las ocasiones el Tesoro de Villena aparece reflejado en diversas clasificaciones, pero ninguna en segunda posición tras el de Micenas (el criterio de los historiadores). Por último, a la pregunta, ¿Cuál es el listado de los tesoros de oro prehistóricos en base a la variable de cantidad en kilogramos de oro encontrado?, el Tesoro de Villena aparece el 80% de las ocasiones en primera y segunda posición.

Esta diversidad de respuestas es reflejo de la unicidad de respuestas, pues la tecnología bebe de fuentes de información distintas y/o genera interpretaciones distintas de esa información, pero nos permite visualizar los datos a escala de lo que dicen de nuestro tesoro y cuáles son sus puntos fuertes y débiles de información. En conclusión, esto nos orienta en el diseño de nuestras estrategias de comunicación y de generación de marca que sean efectivas tanto para la candidatura como para aumentar las visitas al museo y la ciudad. El objetivo final es que, con el tiempo, las herramientas de Inteligencia Artificial no tengan ninguna duda a la hora de contestar sobre el Tesoro de Villena.

Algunas líneas de trabajo podrían ser, en general, posicionar el Tesoro de Villena como eje principal de las políticas turísticas con el complemento del resto de recursos, siendo este elemento el que nos diferencia del resto de propuestas, porque ¿cuántos municipios tienen un tesoro único en el mundo? Además, permitiría alinear sinérgicamente las inversiones en comunicación de las políticas turísticas y las de una candidatura. De forma específica, generar artículos en medios generales y especializados, publicidad turística y cultural, jornadas y seminarios, exposiciones temáticas en otros museos con la réplica del Tesoro, etc. En definitiva, se debe construir una estrategia de comunicación profesional, muy bien articulada y planificada a medio y largo plazo, por un lado, para posicionar al Tesoro de Villena a la altura de otros tesoros y objetos arqueológicos más conocidos y prestigiosos; y, por otro lado, para construir una candidatura individual o colectiva para ser reconocido como Patrimonio Inmaterial de la humanidad.

Los impactos de la declaración de patrimonio

Los Patrimonios Inmateriales de la Humanidad tienen un impacto significativo en las ciudades que los albergan, tanto en términos socioeconómicos como culturales. Estos beneficios pueden medirse en diversos ámbitos, como el turismo, la economía local, la creación de empleo y la preservación cultural.

Turismo

Aumento significativo del número de visitantes a la ciudad y su reconocimiento como marca turística. Según las experiencias el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad puede llevar a aumentos significativos en el turismo, con porcentajes de incremento que pueden variar desde el 50% hasta más del 1000%, dependiendo de la infraestructura y la promoción turística posterior.

Generación de Ingresos

Según un estudio del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad pueden ver un incremento en los ingresos por turismo de entre un 20% y un 40%.

Inversiones

La designación como Patrimonio de la Humanidad suele atraer inversiones públicas y privadas para la conservación y mejora de infraestructuras turísticas. Algunos ejemplos concretos de ciudades españolas con patrimonios, asimilables demográficamente a Villena, son:

• Úbeda-Baeza (49.000 habitantes): Aumento del turismo de 50.000 a 120.000 visitantes anuales en una década. Grandes inversiones por parte de las administraciones públicas en los monumentos y edificios históricos.

• Cuenca (53.200 habitantes): 183.000 turistas durante el año 2022. Crecimiento del comercio local, inversiones en infraestructuras y servicios turísticos, con el consiguiente aumento del empleo del sector.

• Antequera (41.200 habitantes): Aumento hasta 500.000 visitantes anuales, impulso económico en sectores hoteleros y gastronómicos, y la organización de eventos culturales.

En base a la experiencia acumulada en otros lugares reconocidos, es posible extrapolar una serie de impactos que podrían generarse en el marco de la declaración del Tesoro de Villena:

Aumento del Turismo

Según la concejalía de Turismo, durante el año 2023 se registraron 74.113 visitantes, la mayor parte, sin pernoctación. La designación del Tesoro de Villena como Patrimonio Mundial supondría un aumento significativo de visitantes al MUVI y, por tanto, a la ciudad misma, de un tipo de turismo cultural-patrimonial cuyo gasto medio diario por persona varia de los 60-80 euros del turista nacional a los 165 euros del turista internacional, con pernoctación en Villena o comarca.

Marca ciudad

La inclusión en la lista de Patrimonio Mundial proporcionará una plataforma internacional para la promoción del Tesoro de Villena, aumentando su visibilidad global y el valor intangible de la marca.

Economía Local

El incremento del turismo contribuirá al crecimiento económico de Villena y sus alrededores, beneficiando a hoteles, restaurantes, tiendas de recuerdos y otros negocios locales; con el consiguiente impulso al empleo.

Preservación y Conservación

La designación atraerá fondos y recursos para la conservación y estudio del Tesoro, asegurando su preservación para futuras generaciones, ello podría ayudar a obtener financiación de otras administraciones para el funcionamiento y finalización del MUVI y el Cabezo Redondo, que actualmente carecen de ella.

Proyectos Educativos

La designación fomentará la creación de proyectos educativos y de investigación, que ayudarán a difundir el conocimiento sobre la Edad del Bronce y la importancia de la conservación del patrimonio.

Conclusiones

El Tesoro de Villena es un conjunto arqueológico de extraordinario valor, que lleva implícito una técnica orfebre ancestral que merece ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Su designación no solo garantizará su preservación y estudio continuado, sino que también traerá beneficios significativos a la región de Villena y a la comunidad científica y educativa en general. El reconocimiento del Tesoro de Villena como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad pondría en valor la importancia de proteger y celebrar nuestro patrimonio cultural y arqueológico, contribuyendo a un mayor entendimiento y aprecio de nuestra historia compartida. Pues en palabras de la UNESCO la importancia del patrimonio cultural inmaterial no estriba en la manifestación cultural en sí, sino en el acervo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación. El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es pertinente para los grupos sociales.

El reconocimiento de un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO no solo ayuda a preservar el patrimonio cultural y antológico, sino que también tiene un impacto positivo y significativo en la economía local y la calidad de vida de las comunidades. Las ciudades españolas que albergan sitios patrimoniales han experimentado mejoras en su infraestructura, crecimiento económico y una mayor visibilidad a nivel global, lo que les permite atraer aún más visitantes y recursos para su desarrollo continuo.

En este sentido, consideramos que es necesario, por un lado, planificar y dotar de recursos necesarios el contenedor del Tesoro y su hipotético lugar de pertenencia, y por otro, ejecutar -cuando las circunstancias lo permitan- las inversiones pendientes de las ejecuciones de la segunda fase del MUVI y del Centro de Interpretación del Cabezo Redondo.

El proceso de candidatura es largo, comprometido, meticuloso y requiere de mucha dedicación, y por qué no decirlo, también conlleva una serie de inversiones económicas, que no consideraremos como gastos, pues este aporte económico se ve compensado con los beneficios obtenidos y que a modo de ejemplo hemos detallado anteriormente. Así pues, el mero hecho de su impulso implicará retornos inmediatos en aumento de visitantes y valor del tándem Tesoro-Museo-Cabezo por el impacto mediático de la candidatura. Otros municipios ya han pasado por este proceso, y otras candidaturas impulsadas por entidades públicas que apostaron por su patrimonio han lograro la consideración de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Por lo tanto, se trata de una cuestión de voluntad: creer que el Tesoro de Villena es merecedor de compartir escenario mundial con el resto de los tesoros mundiales.

Las personas redactoras de este artículo, estamos firmemente convencidos de que es el momento de tener la visión amplia que ya tuvo D. José Mª Soler el día que descubrió el Tesoro, ese convencimiento de que el mundo los estaba mirando, debe de recuperarse y aspirar a que, de nuestro tesoro, el “de Villena”, se siga hablando en todos los idiomas. Es ahora cuando debemos de abrir las puertas del MUVI, para que ese mundo que nos miraba a nosotros y a nuestro tesoro en 1963, lo siga haciendo desde el prestigio de saber que apareció en nuestro suelo un descubrimiento que podría ser de toda la humanidad.

Por: Isabel Micó Forte y Pablo Juan Martínez Catalá