1992 UN ADORNO METÁLICO DEL PUNTAL DE SALINAS

UN ADORNO METÁLICO DEL PUNTAL DE SALINAS 

Por Laura Hernández Alcaraz  

Este trabajo pretende ser una aportación más a los problemas que plantea la arqueología funeraria Ibérica, relativos a la reconstrucción de la estructura social Indígena, la revisión minuciosa de los contenidos de los depósitos funerarios, asociada a los estudios de los restos humanos, pueden contribuir en el futuro al conocimiento del complejo entramado social de la España Prerromana, las excavaciones efectuadas por D, José María Soler en el Puntal de Salinas pusieron al descubierto los más importantes vestigios de ocupación ibérica documentados en la comarca del Alto Vinalopó (1).

Los trabajos de campo sacaron a la luz un poblado que alberga un gran número de viviendas, rodeadas por una muralla estratégicamente flanqueada por torreones cuadrados. Próxima a ella, ladera abajo, se ubica la necrópolis, que constituye una de las más interesantes aportaciones del yacimiento, ya que permite establecer la secuencia cronológica (400-350 a.C.), al constatarse la presencia de fragmentos de cerámica de importación, de figuras rojas y barniz negro (2); además proporciona información muy útil sobre el status social de estos indígenas, ya que el ajuar funerario que acompaña a las incineraciones es el reflejo de la posición del individuo dentro de la comunidad.

Bajo esta premisa decidimos estudiar con detalle un curioso objeto aparecido en la Sepultura 29. Se trata de una pequeña pieza de bronce que presenta dos cuerpos unidos figura 1). El inferior, el mejor conservado a pesar de estar fragmentado por uno de sus lados, está constituido por una barra central de sección en «U» enmarcada por tres barritas triangulares. Del cuerpo superior se conservan únicamente os arranques de los ejes central y laterales. El reverso es plano excepto en el tramo que une ambos cuerpos, donde aparece un apéndice perforado.

La pieza apareció en una de las tumbas más espectaculares de la necrópolis. En efecto, la Sepultura 29 cuenta con un ajuar de armamento completo: falcata, escudo, lanza, cuchillo, soliferreum y bocado de caballo además de cuentas de collar de pasta vítrea y un fragmento de Peliké de figuras rojas, todo ello acompañando a la urna que contenía las cenizas del difunto.

No resulta fácil encontrar paralelos exactos para este adorno de bronce entre os yacimientos ibéricos contemporáneos. La excepcionalidad de la pieza queda constatada por un único paralelo conocido, a menos dentro de os límites de la Contestania. Nos referimos a dos colgantes idénticos aparecidos en el poblado de La Bastida de les Alcuses Mogente, Valencia) que representa, según Fletcher (3), una figura humana atribuible al dios Bes (figura 2), semidios o genio familiar cuyo culto se originó en Babilonia, y apareció en Egipto durante la Dinastía XVIII. Este Dios se representaba como un enano deforme y regía sobre la alegría, la familia, os partos, la cámara nupcial; asimismo era portador de los difuntos. Preveía contra las influencias maléficas y el ataque de los reptiles y evitaba tentaciones malsanas a las mujeres, durante el sueño. La mitología griega o asimiló como «Sátiro» o «Sileno». A través de las emisiones monetarias, en las que aparece frecuentemente a imagen de Bes, se sabe que el culto a esta divinidad fue importante en la isla de Ibiza (4).

En el caso de la pieza de Museo de Villena no podemos afirmar taxativamente que se trate de un colgante, al estar la parte superior destruida; además el abultamiento posterior, antes descrito, podría cumplir las funciones de remache, con lo que estaríamos ante un aplique, que probablemente complemente a indumentaria típica del guerrero ibérico (5) (figura 3).

El hecho de que aparezca en Vi lena una pieza como ésta, idéntica a otras dos de La Bastida, atestigua contactos existentes entre ambos yacimientos en la primera mitad del siglo IV a.C. De hecho, la similitud entre los tres adornos hace pensar que fueron sacados del mismo molde, aunque este dato únicamente podría confirmarse con un análisis metalográfico de los objetos en cuestión.

Lo que sí podemos afirmar es que en la Sepultura 29 se enterraron, incinerados, los restos de un personaje importante del poblado, hipótesis avalada por el completo ajuar funerario que o acompañaba, y por la presencia del bocado de caballo que, según algunos autores, era símbolo de prestigio en la sociedad ibérica (6). Evidentemente se trata de la tumba de un guerrero. Podríamos definirlo a simple vista como un ajuar masculino, sin embargo, a experiencia nos hace ser prudentes en este sentido y no pronunciarnos hasta que se obtengan los resultados ce los análisis de los huesos calcinados, ya que en la tumba de la Dama de Baza, por ejemplo, los resultados respondían a os de una mujer a pesar de haberse acompañado con armas (7).

NOTAS

(1) Excavaciones llevadas a cabo en el año 1955. Los materiales obtenidos se exhiben en el Museo Arqueológico «José María Soler» de Villena.

(2) Actualmente el conjunto del material arqueológico de El Puntal de Salinas está en proceso de estudio para la publicación de la Memoria completa. Remitimos a la obra de D. José M.ª Soler; «El Puntal de Salinas» en «Historia de Villena», coleccionable de la revista «Villena» Villena, 1981, pp. 17-18, «Guía de los yacimientos y del Museo de Villena». Generalitat Valenciana, 1989, pp. 76-82.

(3) RETCHER VALLS D.: «Museo de Prehistoria de la Diputación Provincial de Valencia». Publicación del Círculo de Bellas Artes, Vicens García Editores. Valencia, 1971 p. 130.

(4) MOREL, HV; MORAL, J.M.: «Diccionario de mitología egipcia y de Medio Oriente», Buenos Aires, 1987, p, 22. MORALES Y MARIN diccionario de iconografía y simbología, Madrid, 1981 p. 71. TARRADELL FONT, «Eivissa Cartaginesa». Biblioteca de Cultura Catalana, 13.  Barcelona, 1975, pp. 233-234

(5) Según Negueruela, las cintas de cuero que sujetan los pectorales del «Torso de Guerrero» del Museo de L'Alcudia de Elche, estarían adornadas con apliques metálicos. NOGUERUELA MARTINEZ, I; «Los monumentos escultóricos ibéricos del Cerrillo de Porcuno (Jaén)». Ministerio de Cultura. Madrid, 1990, p. 148.

(6) Varios: «Un segle d'Arqueología Valenciana». Servei d'Investigado Prehistórica de la Diputació de València. Valencia, 1991, p. 82.

(7) REVERTE informe antropológico y paleontológico de los restos cremados de la Dama de Baza. Coloquio del Puntal de la Moncloa, 1983. Madrid, 1986.

Extraído de la Revista Villena de 1992